Con una convocatoria hecha por los trabajadores del sector de la salud –Salvo mi hospital– respaldada plenamente por la Secretaría Distrital del ramo, el 7 de junio salieron de nuevo a las calles de Bogotá miles de personas para exigir que los hospitales públicos sean preservados y para expresar nuevamente su rechazo a la Ley 100, responsable de la situación actual en que está sumida la salud y los hospitales públicos.
De esta movilización se deben resaltar dos hechos. De un lado, que la sociedad se movilice en defensa y recuperación de lo público, entendiendo que los hospitales son un patrimonio colectivo que hay que preservar, y que no se puede permitir que sean destruidos por los intereses privados. El segundo, como un hecho inédito en la ciudad y el país, la declaración expresa del alcalde Gustavo Petro y del Secretario de Salud, Guillermo Jaramillo, solicitándole a la Corte Constitucional que declare el estado inconstitucional de cosas en materia de salud, que permita acabar con la Ley 100 y establezca un sistema que efectivamente garantice éste preciado derecho.
Como la primera autoridad de la urbe lo planteó, es necesario continuar con las marchas. Sin lugar a dudas, la única posibilidad para que no se pierda el patrimonio histórico de la red hospitalaria pública, para que se reabra el Hospital San Juan de Dios (San Juan de Todos/as) y para que haya un nuevo sistema de salud en Colombia, se requiere sostener y ampliar la movilización social por este importante y fundamental derecho, tanto en Bogotá como en el conjunto del país.
“Solicitud respetuosa a la Corte Constitucional para que salga en defensa de la Constitución […] del derecho de los humildes a vivir […] del derecho del pueblo a cambiar un modelo de salud absolutamente ineficaz, inequitativo, que ya ha demostrado su colapso”.
“Que se entienda bien claro: hoy, los 22 gerentes de la Red Hospitalaria pública no son sólo contadores, administradores sino además activistas por el derecho a la salud pública en la ciudad de Bogotá”.
“Un objetivo: la Bogotá popular se levanta pacíficamente para no dejar perder sus hospitales, para reabrir el que nos robaron –el San Juan de Dios–, y para cambiarle a toda Colombia el modelo de salud de los mercaderes e instaurar el modelo de la salud del Derecho”.
“Una marcha blanca permanente hasta que cambie el modelo de salud en Colombia, hasta que las EPS paguen los 251 mil millones de pesos que le deben a la red pública de la ciudad, hasta que se abra el Hospital San Juan de Dios, hasta que se dignifique la relación laboral de los trabajadores de la salud; hasta que el derecho a la salud sea una realidad para el bebé, para la niña popular, para el niño, para el vendedor ambulante”.
Leave a Reply