Ya no es un secreto que Latinoamérica es una prioridad para China. Tras una década en que las visitas de Estado se han sucedido de forma ininterrumpida en ambos lados del Pacífico y el comercio bilateral se ha disparado, el gigante asiático quiere ahora afianzar su presencia en el subcontinente y convertirse en un actor determinante en su desarrollo, no sólo económico sino también político.
De la reunión saldrá el plan de cooperación entre China y la Celac para el periodo 2015-2019, por el cual China aportará hasta 35.000 millones de dólares a través de varios fondos para la financiación de proyectos de infraestructura y desarrollo en la región. Las condiciones para la concesión de estos préstamos y su destino serán también uno de los grandes temas a debatir en el encuentro: “Queremos que la inversión no se dirija solamente a la explotación de recursos naturales, sino que se oriente también hacia ámbitos como el desarrollo industrial o del conocimiento”, explica Juan Miguel Miranda, jefe de Cancillería de la Embajada de Perú en China.
Si bien el comercio bilateral entre China y los miembros de la Celac se ha prácticamente multiplicado por 10 en una década (Pekín es el segundo socio comercial de la región por detrás de Estados Unidos con un volumen de 260.000 millones de dólares), el patrón sigue siendo el mismo: Latinoamérica vende materias primas y recursos energéticos y el gigante asiático envía manufacturas. China pretende doblar esta cifra hasta los 500.000 millones en la próxima década. “Habrá que hacer muchos esfuerzos para conseguir esta meta, ya que el comercio ya no crece tanto como en años anteriores debido a la crisis económica”, considera Xu Shicheng, investigador del Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS). Ecuador, Venezuela, Chile y Perú son algunos de los países que cuentan con una fuerte dependencia comercial de China, que se ha evidenciado tras la desaceleración de la segunda economía, la caída de los precios de las materias primas, especialmente del petróleo.
A pesar del desequilibrio comercial, China presume de mantener unas relaciones con la región “basadas en la igualdad, el beneficio mutuo y la inclusión”, según explicó en rueda de prensa Zhu Qingqiao, director general del Departamento para Latinoamérica y el Caribe del Ministerio de Asuntos Exteriores chino. También animó a que los países de la Celac “usen activamente” los 35.000 millones de dólares que pondrá sobre la mesa el gigante asiático, incluidas aquellas naciones —12 en total, la mayoría centroamericanas— que asistirán al foro pero que no han establecido oficialmente relaciones diplomáticas con Pekín, sino con Taipei: “Todos los miembros de la Celac pueden solicitar el uso de estos fondos”, remarcó.
Xi Jinping será el encargado de pronunciar el discurso inaugural de las jornadas, lideradas por el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, el de Comercio, Gao Hucheng, y el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Xu Shaoshi. Los presidentes de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y Ecuador, Rafael Correa, estarán acompañados de una veintena de cancilleres de toda la región. A todos ellos se les suma la visita —anunciada a última hora— del líder venezolano Nicolás Maduro, cuya llegada a Pekín se interpreta como un intento de conseguir otra línea de crédito chino que ayude a reflotar una economía que sufre el desplome de los precios del crudo.
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