Moscú. Con un claro propósito doble –demostrar al anfitrión que controla la situación en Venezuela y, a sus enemigos y críticos, que goza del pleno respaldo de una potencia nuclear–, el presidente Nicolás Maduro vino a Moscú para reunirse este miércoles con su homólogo ruso, Vladimir Putin, quien reiteró que reconoce a su huésped como gobernante legítimo y abogó por un arreglo político de la crisis en el país sudamericano.
“Rusia apoya de manera consecuente todos los órganos de poder legítimos de Venezuela, incluidos la presidencia y el Parlamento”, dijo Putin según el escueto comunicado distribuido por su oficina de prensa. Algunos medios dieron por seguro que el titular del Kremlin se refirió a la Asamblea Nacional declarada en desacato en Venezuela, de Juan Guaidó, el autoproclamado “presidente encargado”, pero en los otros párrafos del comunicado se infiere que Putin, al hablar de Parlamento, aun sin nombrarla tenía en cuenta a la Asamblea Nacional Constituyente, creada por Maduro.
Por si quedaran dudas, Putin afirmó: “Desde luego apoyamos el diálogo que usted, señor presidente, y su gobierno, mantienen con fuerzas de la oposición. Cualquier negativa a sostener esa conversación sería irracional, perjudicial para el país y una amenaza para el bienestar de la población”. Y remató: “Siempre respaldamos a las autoridades legítimas”.
Maduro agradeció el apoyo de Rusia, muy importante en el contexto del anuncio de nuevas sanciones de la administración de Donald Trump, y destacó el carácter ascendente de la cooperación bilateral en ámbitos tan variados como la alimentación, la medicina, la energía y los armamentos.
“Venezuela y Rusia siempre hemos demostrado que podemos superar juntos cualquier dificultad”, enfatizó.
Al respecto, Putin mencionó que los intercambios en materia agropecuaria, “tomando en cuenta las dificultades que atraviesa Venezuela por las presiones foráneas, pueden considerarse una suerte de cooperación humanitaria, en la medida en que esta producción guarda relación directa con el bienestar de la gente y satisface sus necesidades de alimentación”. En este sentido, cabe destacar que el suministro de trigo ruso a Venezuela alcanzará este año 600 mil toneladas, frente a las 254 mil toneladas que se enviaron el año anterior.
El mandatario ruso también anunció que Rusia proporcionará a Venezuela un millón 500 mil vacunas contra la gripe y tiene posibilidades de ampliar ese suministro hasta 5 millones.
Poco trascendió de las conversaciones a puerta cerrada, primero en una reunión con los miembros de las respectivas comitivas y luego durante un almuerzo oficial.
Se supo sólo que Maduro, quien llegó a Moscú el mediodía del martes, tuvo ocasión de ofrecer a sus interlocutores locales –sobre todo a través del viceprimer ministro Yuri Borisov, encargado de la industria militar, y del director ejecutivo de la petrolera Rosneft, Igor Sechin– una versión optimista de la situación en Venezuela ante la preocupación que muestran los principales consorcios rusos que han invertido, según estimó el propio Putin, 4 mil millones de dólares en el país sudamericano.
Llamó la atención en el Kremlin que Maduro –acompañado de Cilia Flores, su esposa, que ostenta el título de primera combatiente de la República Bolivariana– haya adelantado su viaje a Moscú, en principio programado para octubre siguiente, coincidiendo con un momento en que otras figuras de la cúpula gobernante tampoco están en Venezuela. Es el caso de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, que asiste al periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, junto con el canciller Jorge Arreaza, y del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, quien se encuentra de visita en Corea del Norte.
Maduro, se comenta aquí, quiso mostrar a Putin que él y otros miembros del primer círculo del gobierno venezolano pueden ausentarse del país porque, como presidente, cuenta con la lealtad de la plana mayor del ejército, encabezado por el general Vladimir Padrino.
Durante esta visita de Maduro no se firmó ningún convenio ni se hizo público algún proyecto de cooperación nuevo. Hay filtraciones interesadas que, por ejemplo, apuntan a que la petrolera venezolana PDVSA trasladará a Moscú su oficina en Europa, que ahora tiene en Lisboa, y se sondeó la posibilidad de inaugurar un vuelo directo entre las dos capitales.
Diamantes, oro y petróleo: la cooperación minera entre Rusia y Venezuela
Rusia y Venezuela preparan una serie de proyectos conjuntos en el ámbito energético
Rusia tiene experiencia en minería y procesamiento, en la refinación en caso del oro, señaló, mencionando una larga historia de la cooperación entre los dos países. Moscú tiene la oportunidad de reforzar los vínculos con un socio en una región importante y tendrá acceso al producto que necesita para su economía.
“El oro y los diamantes no son tan valorados en la industria de la joyería como en la fabricación de herramientas técnicas, sin las cuales la ingeniería de precisión y la industria aeroespacial serían imposibles”, destacó.
Por su parte, Venezuela obtendrá una base financiera para abordar sus problemas internos y para fortalecer el clima socioeconómico necesario para estabilizarla, afirmó el analista.
Asimismo, la cooperación en el sector del combustible y la energía, principalmente en la producción de petróleo, es prometedora, opinó, y señaló que “es la base para el desarrollo de cualquier industria en los próximos años, aunque se avecina energía alternativa”. Sin embargo, la era del petróleo no terminará inmediatamente, asegura el experto.
Las inversiones darán a Venezuela la posibilidad de restaurar el sector de los combustibles y fortalecerán el clima socioeconómico, según el experto.
Sin embargo, durante el encuentro de los dos mandatarios no se anunciaron planes concretos. Para el analista, la designación de la dirección del desarrollo de cooperación y la ausencia de proyectos específicos es algo natural, dado los acontecimientos recientes en Venezuela.
“Basta con que los dos presidentes anunciaran que están volviendo a la cooperación mutua, volviendo a fortalecer los lazos y que esta será la dirección en la que se moverán de inmediato. Creo que empresas concretas, basándose en estos acuerdos, probablemente ya tienen proyectos en desarrollo, que se pondrán en práctica”, concluyó.
Las inversiones rusas en proyectos mineros en Venezuela podrían ascender a los 1.000 millones de dólares.
Sptunik
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