En un fallo que no conformó a ninguna de las partes, la Justicia condenó a 15 años de prisión al sacerdote Julio César Grassi, por dos actos de violación y corrupción a un menor de edad en los predios de la fundación que dirigía, Felices los niños.
Según el fallo, firmado con unanimidad por los tres jueces del Tribunal Primero de lo Criminal de Morón (zona este de Buenos Aires), integrado por Luis Andueza, Jorge Carrera y Mario Gómez, a Grassi se lo condenó “a la pena de 15 años de prisión con accesorias y costas por abuso sexual agravado por resultar guardador de los menores” y “por corrupción de menores agravado por su condición de protector de menores”.
La resolución no conformó a la Fiscalía ni a las partes querellantes, tampoco a Grassi, a su defensa y a los no pocos que se apostaron en las afueras del Tribunal demandando su inocencia, que luego provocaron incidentes con militantes de la agrupación Concertación de Izquierda, que demandaba su condena.
Luego de un proceso que duró nueve meses, con más de 200 audiencias y 1 400 fojas, el Tribunal condenó por dos de los 17 casos que supuestamente cometió a tres jóvenes entre 1996 y 1998.
Los jueces solo convalidaron la causa de Gabriel, ocurridos entre octubre y diciembre de 1996. Desestimaron las causas de Luis, quien denunció 11 abusos, y Ezequiel, uno, en 1998. Además, el cura no irá a prisión hasta que la sentencia sea en firme luego de las apelaciones.
El sacerdote, sin embargo, no irá directamente a prisión hasta que la instancia sea en firme luego de las apelaciones que los abogados de una y otra parte harán ante el Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires.
Con todo, Grassi deberá presentarse el primer día de cada mes ante los jueces, no podrá ingresar a la fundación sin un acompañante, no podrá encontrarse con menores a solas y en caso de ausentarse de su casa por más de 24 horas, deberá pedir autorización.
“Tengo como un sentido de dualidad, porque si bien son 15 años en un calabozo, dejaron de lado la condena para otras dos víctimas, que no tendrán reparación alguna de parte de la Justicia. Me parece terrible que se lo deje en libertad, sé que es facultad, pero no le impiden el ingreso, puede hacerlo con el horario que elija. Esto es aberrante”, dijo Estela de Carloto, directora del Comité por lo Derechos de los Niños y Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
Para la Fiscalía, Grassi debió ser condenado a 37 años de prisión efectiva e inmediata, mientras que para la querella, 30. Sus defensores, en cambio, pidieron la absolución. El desencanto en Federico Nieva Woodgate, fiscal general de Morón, era evidente. “No cubre de ninguna manera las expectativas, pero es mucho más que nada. No importa tanto el tiempo (de condena), sino la demostración visible de que este tipo de delitos recibe una pena importante. Pero es un error prolongar el peligro de fuga”, dijo.
Por su parte, Gastón Portal, amigo de Grassi y administrador de la Fundación sostuvo que “nadie va a decir que está conforme con 15 años, pero lo pongo dentro del contexto: de los tres, dos mintieron. Estamos dos a uno, y de los 17 casos por los que lo acusaron, solo por dos fue condenado. Solo un caso va a Casación. Todo es una mentira y se quedaron con las ganas de verlo esposado”.
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