Nueva York, 20 de julio. El gobierno de Estados Unidos participa directamente en las negociaciones del conflicto hondureño; instó a los dos bandos a someterse a la mediación de Óscar Arias y buscaría marginar a Venezuela del proceso.
Hoy se reveló que por primera vez desde el golpe en Honduras, la secretaria de Estado Hillary Clinton habló directamente con el mandatario hondureño de facto, Roberto Micheletti, mientras que otros altos diplomáticos y funcionarios de la Casa Blanca se comunicaron con el presidente Manuel Zelaya, con el mismo mensaje, según voceros del Departamento de Estado: mantener abierto el diálogo a través de las oficinas del presidente Arias en Costa Rica.
Con un papel más protagónico parece que Washington estaría alentado un papel marginal de otros actores, sobre todo Venezuela. El vocero del Departamento de Estado P. J. Crowley respondió a preguntas sobre si Washington percibe un alejamiento entre Zelaya y el gobierno venezolano: “creemos que sí, estábamos escogiendo un gobierno modelo y un líder modelo al cual deberían seguir los países de la región, que el liderazgo actual en Venezuela no sería un modelo. Si esa es la lección que el presidente Zelaya ha aprendido de este episodio, sería una buena lección”.
La Casa Blanca, por una restauración pacífica
A la vez, la apuesta central de Washington es el proceso de mediación de Arias. Crowley insistió hoy en que hubo mayores avances de lo que se pensaba en las negociaciones en San José, “e instamos a la partes a mantenerse enfocados en estas negociaciones y alcanzar una restauración pacífica negociada del orden democrático y constitucional de Honduras”.
Informó que el domingo, Clinton habló por teléfono desde Nueva Delhi con el “líder del régimen de facto” Micheletti, a quien instó a continuar en las negociaciones, “y le ayudó a entender las consecuencias potenciales de un fracaso de tomar ventaja de esta mediación”.
Añadió que este fin de semana, el secretario asistente de Estado Thomas Shannon y el embajador estadunidense en Honduras, Hugo Llorens, mantuvieron una amplia comunicación con diversos actores en estas negociaciones, incluidos los equipos de negociación del presidente Zelaya y del régimen de facto, así como con Arias.
Crowley informó que Estados Unidos espera que las negociaciones se reanudarán esta semana, después de las suspensión de 72 horas solicitada por Arias, y que también esperaba que la Organización de Estados Americanos reafirme, después de evaluar hoy la situación con Honduras, este llamado a una resolución pacífica.
El vocero insistió en que su gobierno dejó claro a Zelaya y Micheletti que la mediación era el camino a seguir para restaurar del orden constitucional, y que es importante evitar “cualquier paso que eleve el riesgo de violencia en Honduras”.
Sin embargo, no anunció medidas adicionales para presionar al gobierno de facto a aceptar las propuestas de Arias, que sí fueron aceptadas por el presidente constitucional, y sólo reiteró que “tenemos opciones” si fracasan las negociaciones. “Estamos comprometidos con un retorno a un orden democrático y constitucional. Queremos ver que el presidente Zelaya acabe su periodo. Queremos ver que Honduras siga adelante con nuevas elecciones y poner en su lugar un nuevo gobierno que el pueblo hondureño apoye, y que verá como legítimo”, resumió Crowley.
Interrogado sobre qué significaba su comentario sobre Venezuela en torno a Honduras, Crowley respondió que, por un lado, se han restaurado los embajadores respectivos y que hay varios asuntos sobre los cuales se desea hablar, pero por otro, “tenemos preocupaciones sobre el gobierno del presidente Chávez, y no sólo lo que ha hecho en torno a su propio país… Los pasos que no ayudan con algunos de sus vecinos, y la interferencia que hemos visto hacer a Venezuela respecto a las relaciones con otros países, sí es Honduras por un lado, y sí es Colombia por otro”.
De hecho, Robert Wood, otro vocero del Departamento de Estado, emitió un comunicado ayer declarando que Estados Unidos llama a la OEA y países integrantes de la organización a reafirmar su apoyo a las pláticas promovidas por Arias y reiterar su compromiso con una resolución pacífica. Y sin ningún sentido de ironía ni memoria, se atrevió a declarar que todos mantengan “los principios de la no intervención y la autodeterminación”.
A la vez, la agencia Ap reportó que el embajador estadunidense en Honduras había convocado reuniones con empresarios hondureños para advertirles que su país podría enfrentar sanciones severas si el “gobierno interino” continúa rehusando las propuestas de Arias, incluido el retorno de Zelaya como jefe de un gobierno de coalición.
Se informó que la Unión Europea anunció hoy la suspensión de unos 93 millones de dólares en asistencia a Honduras. Aunque Estados Unidos declaró que ha congelado parte de sus programas de asistencia, aún no ha decidido suspenderla por completo, ni ha dado pasos para detener el comercio, remesas u otras medidas económicas. Varios expertos dicen que con sanciones económicas severas contra los golpistas, Estados Unidos podría acabar con esta crisis, aunque tal vez a un costo elevado para la población.
Hoy decenas de representantes de organizaciones y académicos estadunidenses enfocados sobre asuntos interamericanos (entre ellos John Womack de Harvard, Greg Grandin de la Universidad de Nueva York, Gil Joseph de Yale y Oscar Chacon de NALAAC, entre otros) emitieron un llamado al presidente Obama para condenar los abusos a los derechos humanos cometidos por “la dictadura” y aclarar tanto a la comunidad internacional como a su propio Departamento de Estado que el gobierno de Obama se declara por “el retorno inmediato e incondicional del presidente electo de Honduras, Manuel Zelaya”.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos celebró hoy una sesión en Washington sobre Honduras en la cual se expresó el respaldo a las gestiones de Arias. El secretario general del organismo, José Miguel Insulza, expresó su “plena confianza y pleno respaldo” para continuar con un último esfuerzo en las próximas 72 horas.
Por, David Brooks
Corresponsal
Crece la resistencia por la vuelta de Zelaya
La OEA advirtió a la dictadura sobre los costos que pagará el pueblo si se aferra al poder; la Unión Europea anunció el congelamiento de fondos y la jefa de la diplomacia de EE.UU., Hillary Clinton, amenazó con suspender la ayuda si no prospera el diálogo.
A menos de 48 horas de que venza la prórroga solicitada por el mandatario costarricense Oscar Arias, el desenlace de las negociaciones por Honduras continúa siendo incierto. “Las próximas horas son vitales”, afirmó ayer una fuente diplomática que participa de las negociaciones bajo condición de anonimato. Tan vitales podrían ser que ayer mismo comenzaron a circular versiones no confirmadas en el país centroamericano que insinuaban que el mandatario Manuel Zelaya ya habría ingresado al territorio de forma clandestina desde Nicaragua para organizar la resistencia desde el interior.
Según el propio Zelaya, sin embargo, su vuelta se produciría entre el jueves y viernes y, en este sentido, desde el propio campo popular hondureño se anunció la vuelta inminente de Zelaya para el 24 de julio. “Con el propósito de darle un apoteótico recibimiento a nuestro presidente se convoca a todo el pueblo hondureño a que esté preparado y organizado para esa fecha, en la cual se realizará la gran marcha para ir a su encuentro”, anunció ayer un comunicado difundido por el Frente Nacional contra el golpe de Estado, integrado por organizaciones sociales y miembros del Partido Liberal afines a Zelaya. “El lugar y la hora se señalarán próximamente”, agregó el texto aumentando el misterio, tras lo cual Juan Barahona, dirigente del Bloque Popular, precisó que hoy mismo podrían saberse más detalles acerca de la posible vuelta de Zelaya.
Pero ayer la posibilidad de una llegada a Honduras del derrocado mandatario no fue el único factor que ejerció presión sobre el dictador Micheletti. El diplomático Insulza advirtió que si la dictadura busca aferrarse al poder los costos que pagará el pueblo hondureño serán altos. La Unión Europea anunció el congelamiento de fondos (ver recuadro) y la propia secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, llamó por teléfono al dictador para dejarle en claro que Estados Unidos suspenderá la ayuda al régimen de Tegucigalpa si no prospera la mediación de Arias, en lo que habría sido uno de los mayores gestos de endurecimiento de Washington desde el golpe de Estado el pasado 28 de junio. “Fue una llamada dura”, sintetizó el vocero del Departamento de Estado norteamericano, Philip Crowley. El funcionario precisó que Clinton se comunicó con Micheletti el domingo por la noche, luego del fracaso de la segunda ronda de negociaciones, para recordarle “el impacto significativo en términos de ayuda” y “las eventuales consecuencias a largo plazo para las relaciones bilaterales que podría tener la no aceptación de los principios de Arias”.
Desde las calles, a su turno, también se buscó aumentar la presión, y ayer, cientos de personas se manifestaron en Tegucigalpa frente a la sede del Congreso Nacional, al tiempo que más al norte, en San Pedro Sula, segunda ciudad e importante centro industrial, hubo manifestaciones en la plaza central de la ciudad. Según informó Erasto Reyes, miembro del Frente Nacional contra el Golpe, la carretera que comunica ambas ciudades se encuentra tomada por manifestantes en el sector de Pimienta, y otras movilizaciones cortan las rutas en las localidades de El Progreso, La Ceiba, Olanchito y Tocoa, al norte del país.
El dictador Micheletti, sin embargo, no pareció ayer acusar recibo de las presiones. Rodeado de funcionarios, sectores de la sociedad civil afines a su gobierno y cámaras empresariales en la casa presidencial, el presidente de facto realizó sus primeras declaraciones desde que su delegación no aceptara los siete puntos propuestos por Arias e insistió con su negativa rotunda a que Zelaya sea reinstituido en su cargo. “Mi posición es indeclinable, yo continúo firme en la posición en la que hemos estado hasta ahora”, aseguró el legislador devenido en dictador. “Estamos haciendo todos los esfuerzos para que el diálogo termine en una cosa positiva, sin que ello implique el retorno de aquel que rompió la Constitución de la República no una, sino varias veces”, vociferó el golpista, tras lo cual desafió aún más a la comunidad internacional y vaticinó que permanecerá en el poder hasta el final del mandato constitucional de Zelaya, sin modificar ningún plazo. “El 29 de noviembre hay elecciones libres y transparentes en este país, y el 27 de enero del 2010, temprano en la mañana, estaré entregando el poder al ciudadano que el pueblo haya escogido como presidente”, aseguró.
Al finalizar su discurso, Micheletti bajó el tono de su voz. “Oremos para que las cosas se arreglen. La comunidad internacional nos tiene que entender”, rogó. Y ahí nomás, la plana mayor del golpismo rezó un “Padrenuestro”.
Página 12
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