
El organismo especificó que la vacuna para la próxima gripe estacional en el hemisferio norte, cuya temporada se inicia en otoño (a partir de septiembre), podrá contener tres vertientes: una, contra el H1N1, otra contra el virus H3N2 (un tipo que se deriva de la gripe asiática o gripe aviar) y una tercera contra la gripe B (o gripe común).
Sin embargo, el jefe de la OMS a cargo de la gripe, Keiji Fukuda, manifestó que las autoridades de salud de los diferentes países del hemisferio norte tendrán la última palabra para decidir si quieren o no combinar las tres vertientes en una vacuna única para la gripe estacional o administrarlas en tres dosis independientes.
Fukuda señaló que la combinación que se haga dependerá de la situación en cada país y será una decisión más a nivel nacional.
Sin embargo, lo más probable parece ser que los laboratorios, a instancias de los gobiernos, optarán por fabricar un fármaco común para los tres tipos, publicó el diario español El País.
Según fuentes de una de las farmacéuticas, eso dependerá de lo que pidan los gobiernos, pero afirmó que el coste de fabricación (un proceso que incluye incubar los virus en huevos, romperlos y quedarse con las proteínas de la superficie del virus que debe producir la reacción antigénica) es prácticamente el mismo, informó el mismo diario.
El virus pandémico de la gripe A apareció demasiado tarde el año pasado como para sumarlo a la vacuna regular contra la gripe y fue necesario elaborar una vacuna por separado.
La Organización Mundial de la Salud registra, hasta el momento, que más de 15.000 personas han muerto tras haber sido diagnosticadas con gripe A desde el primer brote en abril de 2009, aunque el número real se cree es más alto ya que muchos países no están contando casos individuales.
El “número 2” de la OMS, Keiji Fukuda, anunció que el virus H1N1 será uno de los que circulará por el hemisferio norte el invierno que viene, tras una reunión de 4 días, en Ginebra (Suiza), del comité de expertos para definir cómo deben ser las vacunas del próximo invierno.
Pero el hecho de incluir la protección contra la gripe A en la vacuna común no significa que la pandemia haya terminado. La OMS considera que la gripe A aún será una amenaza significativa.
“La recomendación de poner el virus (gripe A) dentro de la vacuna para el otoño y el invierno es realmente un asunto separado de si la pandemia ha terminado”, agregó Fukuda.
Otros investigadores coinciden. “Yo no escribiría el obituario del H1N1 ya”, manifestó Michael Osterholm, un experto en gripe en la Universidad de Minnesota. Añadió que los virus pandémicos en el pasado han causado ondas contagiosas hasta tres años después de su primer indicio.
Sin embargo, el director general adjunto del organismo internacionaal reconoció que las enormes reservas de vacunas contra la gripe AH1N1 que tienen los países no podrán ser utilizadas.
“Las reservas que tienen los laboratorios del componente de esa vacuna pueden potencialmente ser usadas, pero la que ya está en su forma final (dosis) no puede ser empleada”, afirmó.
La semana próxima, concretamente el martes, se reunirá el Comité de Emergencia de la OMS para analizar la situación epidemiológica de la gripe A, así como para decidir cuándo se declarará el período de transición de la pandemia. Dicho período significa que hay motivos para pensar que estamos regresando a la normalidad, pero no indica que la pandemia haya pasado, insistió Fukuda.
Osterholm criticó que los expertos en gripe simplemente no han sabido cómo definir cuándo termina una pandemia. “Si el H1N1 regresa en un par de meses, ¿es una onda o es solo gripe normal?”, cuestionó Osterholm. “No hay un marcador para que lo sepamos nosotros”.
EFE / AP
Ginebra, Suiza
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