V. Algunas tareas urgentes.
Si el sociólogo de la literatura desea llegar a ser tomado en cuenta en la moderna investigación en la campo de los medios de comunicación de masas, tiene él que suministrar al menos un programa investigativo, cuya planteamiento de tareas se refiera a un círculo de problemas que surjan de de este campo, y al mismo tiempo él considere los conocimientos ya trabajados científicamente para los otros medios masivos. Si hasta ahora hemos señalado cuatro temas para los análisis teóricos, a continuación bosquejaremos igualmente cuatro campos sobre los cuales es posible emprender una investigación empírica.
Análisis funcional del contenido
Si se quiere conocer qué satisfacción esperan los hombres de la literatura de masas en una determinada situación social, o mejor, en un determinado momento histórico, es el presupuesto fundamental el que se tenga un conocimiento preciso del contenido de estas obras. Para ello requerimos de un inventario cuantitativo y cualitativo del contenido de la literatura de masas; ella tendría que proceder comparativamente y podríamos introducirnos no antes de los comienzos del siglo 19. Hay hasta ahora pocas investigaciones de este tipo (34), pese a que no se carece de descripciones especulativas del contenido hipotético de estas obras.
Si aceptamos tan sólo la opinión generalmente común que la tarea fundamental de la literatura de masas está en el proporcionar una salida a los impulsos escapistas del hombre frustrado, queda la pregunta de: ¿cómo sabemos que ello fue realmente cierto o si aún hoy es correcto? Tal vez el contenido funcional de la novela actual es más bien aleccionadoramente escapista: la literatura se ha convertido en una medio muy barato y fácilmente asequible, que se orienta hacia un mundo exterior e interiormente perturbado. El lector busca recetas para la superación de sus problemas interiores, él se confía, en alguna medida, a una cura muy breve y psicoanalítica entendible, que le posibilita encontrar una salida de sus perturbaciones internas por medio de la identificación e imitación. Pertenece a la huída de la realidad una conducta conciente que pude ser encontrada más en épocas en las que el individuo está integro que en nuestra época, en la que las debilidades del yo, la autoconciencia debilitada, requiere de muletas para su afirmación. No importa si esta hipótesis está confirmada o no, en todo caso ella puede proporcionar estímulos provechosos para la investigación de los esquemas de identificación e imitación que ofrecen la literatura de masas al lector. Seguramente se llegaría al resultado que, en oposición a las obras anteriores, la novela contemporánea revela un entretejido de acciones mucho más fuerte y veloz, mientras la reflexión y las descripciones son cada vez menores.
Sería muy interesante, por ejemplo, comparar las novelas históricas populares con las de las generaciones anteriores. Tal vez descubriríamos que las obras anteriores intentan ofrecer una pintura panorámica de la época, en la que el lector puede sentarse sosegadamente y cerca de los héroes históricos, en medio del cual se le amplia el panorama. Hoy, por el contrario, se disuelve la pintura en un complejo de figuras, situaciones y acciones, que le impide al lector el placer de sentarse imperceptiblemente al lado del héroe, que servía como medida y como norma para los otros personajes evocados por el escritor. La presión de la vida moderna cuyo producto es un yo profundamente debilitado que está expuesto a nuevas presiones, hace necesario el renunciar a la identificación con sólo un personaje o con los procesos psíquicos interiores o con ideas y valores teóricos.
De esta manera va en disminución la situación clásica de la lectura en la que el lector compartía la soledad -que algunas elecciones o el destino podían imponerle- con la soledad y particularidad de la obra de arte, una e irrepetible. En su lugar, entra la experiencia colectiva de una actividad bien organizada que resulta de la adaptación y el provecho de los trucos necesarios para la automanipulación. Cada día otras investigaciones proporcionan nuevo material (35), pero la profundización de la investigación sistemática- sociológica no está elaborada.
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