Llega a Haití una fuerza policial de Kenia acusada de abusos y maltratos

Un grupo de 400 policías de Kenia llegó este martes a Haití con el supuesto objetivo de reestablecer el órden. Bajo el paraguas de la ONU y a pedido de Estados Unidos este nuevo despliegue recuerda al de la anterior misión, acusada de abusos, asesinatos y violaciones.

Un grupo de 400 policías de Kenia aterrizó este martes en Haití, donde dirigirán una fuerza multinacional a pedido de Estados Unidos y bajo el mandato de las Naciones Unidas. Se trata de un primer contingene de un total de 1000 policías, que están cuestionados en su propio país por la brutalidad de sus actos y por abusos contra los derechos humanos.

Se trata de una nueva misión bajo rostro humanitario, con la excusa de frenar a las bandas criminales que azontan el país. Las mismas bandas que ganaron peso bajo el ala de las misiones anteriores, en relación con sectores del poder y manejando armamento pesado traficado desde Estados Unidos. Solo es necesario recordar que la última misión de la ONU, la MINUSTAH, coordinada por varios de los gobiernos progresistas latinoamericanos a pedido de Estados Unidos (entre ellos Brasil y Argentina) fueron acusados de casos de violación de mujeres y niñas, asesinatos, trata de personas, entre otras aberraciones.

La misma Policía que reprime en Kenia

El contingente de policías de Kenia salió del país con rumbo a Haití en el mismo momento en que Nairobi, la capital de Kenia, se prendía fuego por protestas contra los planes del FMI que exige aumentar impuestos y recortar gastos, lo que terminó en una manifestación masiva de jóvenes tomando el parlamento este martes y pidiendo la renuncia del presidente William Ruto.

La manifestación de este martes, al igual que la de la semana pasada, fue duramente reprimida por la policía keniata dejando un saldo de una decena de muertos y cientos de heridos y detenidos.

En medio de esta situación, el presidente Ruto realizó una ceremonia de despedida de los policías que se embarcaban rumbo a Haití que fue cerrada a los medios de comunicación, en medio de cuestionamientos e incluso con una resolución judicial que señala como inconstitucional el envío de esas tropas.

A pedido de Estados Unidos

No existe detrás de esta decisión ningún tipo de guía humanitaria, ni tampoco siquiera la posibilidad de desarmar a las bandas criminales o ayudar a la población haitíana. El objetivo, al igual que en misiones anteriores es el de mantener a raya a la población local ante posibles estallidos sociales. Lo hacen a pedido de Estados Unidos, un país cuya intervención política y militar en Haití durante décadas tuvo el objetivo de sumirlo en la miseria en la que se encuentra hoy.

Consciente de esta situación el presidente estadounidense, Joe Biden, agradeció a Ruto el liderazgo de Kenia en la fuerza multinacional ya que indicó que una presencia de tropas estadounidenses en Haití plantearía “todo tipo de cuestiones que pueden tergiversarse fácilmente”.

También le prometió contribuir con 300 millones de dólares a la fuerza. Algo que Kenia no iba a desdeñar. Por su parte el exministro de Asuntos Exteriores keniata, Alfred Mutua, le dijo a la cadena BBC que la intervención en Haití elevaría el perfil global de Kenia, lo cual podría beneficiar al país.

Es decir, Kenia busca un juego propio para posicionarse internacionalmente más allá del objetivo de la misión. Como señala el artículo de la BBC “Algunos analistas afirman que Kenia está cumpliendo órdenes de Estados Unidos y espera afianzar sus relaciones con la superpotencia mundial. En una visita al país africano, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, firmó un acuerdo de seguridad de cinco años y dijo que Estados Unidos estaba ’agradecido con Kenia por su liderazgo al abordar los desafíos de seguridad en la región y en el mundo’”.

Acusada de abusos contra los derechos humanos

Por otra parte la Policía de Kenia está acusada de abusos y maltratos en su propio país: “Llevan mucho tiempo siendo criticados por abusos contra los derechos humanos”.

En una carta abierta al Consejo de Seguridad de la ONU en agosto, Amnistía Internacional dijo que estaba preocupada por el plan, debido al historial de la policía de Kenia de responder usando fuerza excesiva e innecesaria, además de golpear a los manifestantes y de arrestarlos ilegalmente.

De hecho la Policía es responsable del asesinato de manifestantes antigubernamentales tanto en las protestas del año pasado como en las de este año.

Las tropas de Kenia llegan a Haití como parte de una avanzada de la nueva intervención de la ONU implementada en la Resolución 2699 (2023) del Consejo de Seguridad, que crea la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS).

Su objetivo, al igual que las misiones anteriores, no es la de ayudar a la población local, sinó evitar levantamientos ante un Gobierno ilegítimo como el recientemente asumido primer ministro Garry Conille, que tomó posesión de su cargo en junio de la mano de un Consejo Presidencial de Transición tras la caida de Ariel Henry, que estaba cuestionado por su ilegítimidad de origen (asumió sin voto popular tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021).

Conille también tiene problemas de legitimidad. Fue coronado por un Consejo de Transición que nadie votó y cuenta con la oposición de un importante arco políitco y social. Estados Unidos, mediante la misión de la ONU y el desembarco de los policías de Kenia, busca darle legitimidad con la fuerza de las armas y mantener el control sobre una nación que fue avasallada una y otra vez por la injerencia imperialista desde hace más de un siglo.

Miércoles 26 de junio

Información adicional

Basta de injerencia.
Autor/a: Redacción internacional
País: Haití
Región: El Caribe
Fuente: La Izquierda Diario

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