No obstante que la estrategia para hacer efectivo al derecho a la movilidad de los bogotanos registra ciertos avances como la tarifa valle, la concertación con los taxistas que descartó el paro de estos, el incremento de articulados por las troncales en funcionamiento y el inicio de operaciones de la 26 y 10, aun queda mucho trecho por recorrer.
Los programas y proyectos sobre movilidad consignados en el Plan de Desarrollo necesitan más agilidad, particularmente en lo referido a la entrada en funcionamiento del Sistema Integrado de Transporte Público/SITP que debe significar una notable mejoría de la situación de los usuarios de menores recursos económicos. Obviamente la construcción de las troncales de Transmilenio por la 68 y Avenida Boyacá, los metrocables programados en el sur, el Metro pesado y el Tranvía de la 7.
El Tranvía por la 7 parece ser una prioridad del Alcalde Gustavo Petro pues agilizaría significativamente la movilidad por el borde oriental de la ciudad donde hay la mayor demanda según cierto estudios, aunque uno reciente de la Universidad Externado señala un incremento notable de pasajeros en el área occidental de la Capital.
La construcción del tranvía por la 7 ya dispone de un cupo fiscal en el presupuesto Distrital, sin embargo hay problemas que resulta conveniente resolver para que el proyecto avance con la celeridad requerida.
Esta ruta tiene un recorrido proyectado entre la calle 34 y la 72 en el norte.
Por ahora hay un contrato que dejó firmada la anterior administración para hacer un Transmilenio ligero. Se trata del Contrato 033 de 2010 para la construcción de una troncal ligera, que tiene un valor de 84 mil millones de pesos (46 millones de dolares), de los cuales se han desembolsado 9540 millones que corresponden a la actualización de estudios y diseños, costos administrativos, adecuación de desvíos y obras de mitigación de la Avenida Circunvalar.
Hay un problema con el vencimiento, el 26 de septiembre, del Otro si firmado entre el Distrito y el Contratista, lo cual complica las cosas y lleva a pensar que este importante proyecto será aplazado con graves perjuicios para los usuarios y los bogotanos.
Por supuesto que la ciudad necesita el Tranvía eléctrico por la 7. Es una prioridad construirlo y en este caso se requiere una mayor agilidad de los funcionarios para resolver lo del contrato firmado y el arreglo de las licitaciones para darle curso al proyecto establecido en el Plan de Desarrollo 2012/2016.
La ciudadanía debe intervenir en este asunto y para el efecto lo primero debería ser convocar una Audiencia Publica en un espacio comunitario de la ciudad para que los funcionarios expliquen el tema y las acciones previstas con el fin de hacer realidad esta importante obra vial, obviamente para que la ciudadanía exponga sus puntos de vista al respecto.
No se puede permanecer impasible frente a dicho atasco y la mejor manera de mover las cosas es propiciando la participación democrática de la ciudadanía para que dicho proceso potencie los recursos comunales e institucionales existentes. Tampoco es buena cosa descalificar la deliberación comunitaria con argumentos desgastados que favorecen la paquidermia burocrática de las entidades distritales.
Por Horacio Duque Giraldo.
Corporación de los Comunes
Observatorio BogotaHoy
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