La Minga retoma sus pasos. Tras 15 días de consultas con las comunidades y del fracasado debate con el presidente Uribe. El domingo 9 de noviembre en horas de la tarde, comuneros provenientes de todos los Cabildos indígenas del Cauca, cargados con maletas y ollas de todo tamaño, comenzaron a llegar a la sede de la Universidad del Valle. Hombres y mujeres, jóvenes y niños, pelo liso y rostro cobrizo quemado por el sol. El arribo de las delegaciones, se extendió hasta el lunes 10, cuando en horas de la tarde se alistaron para salir hacia la ciudad de Palmira.
Recibidos por los estudiantes, los cuales mostraron en todo momento su entusiasmo por la presencia de la Minga en sus instalaciones, marcharon por la avenida primera y quinta, hasta arribar a los alrededores de la terminal de transporte, donde se abordaron chivas y camiones que los llevarían a su destino en esta primera jornada que terminará en Bogotá entre el 20 – 22 de este mismo mes.
Distante de Cali 55 kilómetros en línea recta, sembrados casi en su totalidad de caña de azúcar, Palmira vive en la actualidad la cotidianidad de la lucha de miles de obreros de la caña, levantados contra la opresión y la explotación. Respirando ese aire de resistencia, la Minga arribó en las primeras horas de la noche al coliseo municipal, donde se instalaron cocinas y carpas. Mientras unos alistaban los alimentos, otros integrantes de la Minga marcharon hasta el parque principal de la municipalidad, para dejar testimonio de su presencia y el propósito de la misma.
La noche transcurrió con la frescura de noviembre. El martes, luego de los arreglos básicos, y marcando el reloj las ocho de la mañana, los cientos de indígenas y estudiantes empezaron la marcha hasta el ingenio Manuelita, para evidenciar su solidaridad con el paro y para intercambiar experiencias con los obreros agrícolas.
Mientras se avanzaba se conocía de combates entre la guerrilla y el ejército en el departamento del Cauca, Municipio de Caloto, en la orilla de la carretera que cruza por la hacienda La Emperatriz, en los cuales, según las informaciones oficiales, perdieron la vida dos soldados y otro salío mal herido. La preocupación recorre los rostros de los indígenas que saben por propia experiencia de la sindicación oficial que se les hace de “terroristas”, y como un suceso como éstos sirve para justificar señalamientos, persecución y violencia contra su integridad.
Ahora esperan, que al dialogar con los trabajadores, la confianza se multiplique. No es para menos, 55 días de paro soportando amenazas y presiones es un ejemplo digno de retomar. Con las palabras de los obreros agrícolas, la inquietud por los combates alrededor de sus territorios se disipara y se acrecentará la confianza en la justeza de la lucha por la libertad de la madre tierra, contra el tlc, por el desmonte de las leyes que entregan los recursos naturales a las multinacionales, y otros propósitos que animan el paso a paso hacia Bogotá.
Agenda: Recorrido hacia Bogotá
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Nota: en cada estación la Minga Indígena y popular se movilizará por la cabecera de las municipalidades y llevará a cabo intercambio de experiencias con los movimientos sociales locales. Al llegar a Bogotá, se deberá realizar un gran encuentro social y popular que podría tomar las veces de un Parlamento de los Pueblos.
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