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La guerra comercial Estados Unidos-China y la batalla por la red 5G

La guerra comercial Estados Unidos-China y la batalla por la red 5G

Ayer, el secretario del tesoro estadounidense y el vice primer ministro chino confirmaron que volverán a reunirse el jueves en Washington, en busca de superar un conflicto cuyo desarrollo viene perjudicando principalmente al mismo que lo empezó. El ataque a Huawei revela las razones de fondo de que esté sucediendo así.

 

A mediados de enero de 2018, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le declaró la guerra comercial a China con el anuncio de la imposición arancelaria de 20 por ciento a importaciones de lavadoras y de 30 por ciento a paneles solares. En marzo, aplicó un gravamen de 25 por ciento a las importaciones de acero y de 10 por ciento a las de aluminio. A partir de entonces, desde abril, Estados Unidos y China se encuentran enfrascados en la mayor guerra comercial de la historia. Con represalias tomadas por China ante cada agresión. En diciembre de 2018, en el marco del G20 en Buenos Aires, los dos países acordaron una tregua de 90 días para las agresiones arancelarias e iniciaron pláticas para negociar un acuerdo.

El tema de fondo es que el déficit externo estadounidense crece incesantemente desde hace dos décadas. Desde que China abrió su comercio internacional, en 1990, Estados Unidos decidió utilizar outsourcing y fabricar en zonas de procesamiento exportador en China para abaratar costes. Todo indica que los chinos aplicaron ingeniería de reversa a los productos que se fabrican en dichas zonas y han logrado desarrollar una tecnología propia. Fue el mismo camino que siguieron primero Japón y luego Corea del Sur. La consecuencia de esto, y de la política educativa adoptada, es que ahora China está a la cabeza de la innovación tecnológica mundial. El ejemplo es la red 5G.

De abril de 2018 a febrero de 2019 se han librado cuatro rondas de alzas arancelarias entre ambos países, y el impacto ha resultado contraproducente para el agresor. Las exportaciones estadounidenses a China han disminuido 13 por ciento entre febrero y noviembre de 2018, mientras que las importaciones han aumentado 16 por ciento en el mismo período (ver gráfico). Los saldos estadounidenses son: un incremento del déficit comercial, una prolongación de la bajada de la competitividad comercial y una disminución de su productividad, provocada por el aumento de los precios de los productos intermedios importados. Las empresas estadounidenses compran sus partes y piezas en China, ahora gravadas por el gobierno estadounidense, mientras que los chinos gravan productos finales que, en definitiva, podrían dejar de importar.

Luego de decretarse la tregua arancelaria, se iniciaron rondas de negociación. La primera reunión entre el representante de comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el vice primer ministro chino, Liu He, tuvo lugar en Washington el 30 y el 31 de enero de 2019. La segunda reunión de negociaciones se llevó a cabo en Beijing, el 14 y el 15 de febrero, y el ánimo, según las declaraciones del ejecutivo estadounidense, parece más positivo. Aún se espera una última reunión, que será la última semana de febrero. El límite acordado es el 1 de marzo. Estados Unidos advirtió que, si en esa fecha no se ha llegado a ningún acuerdo comercial, procederá a elevar de 10 por ciento a 25 por ciento los aranceles sobre importaciones chinas, equivalentes a 200 mil millones de dólares adicionales.

Las exigencias estadounidenses centrales son: incrementar las importaciones de China de productos estadounidenses; aumentar la protección a la propiedad intelectual; poner restricciones a China en la inversión en tecnología; fortalecer la regulación en la transferencia de tecnología; atender la protección y la regulación cibernética; y, en menor medida, temas relacionados con agricultura, subsidios y servicios.3 En el corazón de esto están la pérdida de la competencia tecnológica y la caída de la productividad de la economía estadounidense. Estas exigencias son imposibles de cumplir, porque China tiene una política productiva desde hace décadas y entiende que, en el mercado libre, el más fuerte gana. Ellos son ahora los defensores de esto.

Una expresión de la condición real de la pérdida de competitividad estadounidense son los juicios y los ataques contra la empresa china de telecomunicaciones Huawei. La detención de Meng Wanzhou, su directora financiera e hija de Ren Zhengfei, presidente y dueño de la empresa, por el supuesto comercio ilegal con Irán, el robo de tecnología y la violación de los derechos de autor es, en realidad, un intento por bloquear la venta de la red 5G, en el mercado desde octubre de 2018. Esta tecnología corresponde a la quinta generación de la red de Internet, de la conectividad inalámbrica de los objetos y de las telecomunicaciones. Su implementación permite una conectividad 100 veces mayor que el 4G, lo que revolucionará el Internet de las cosas. El 5G es un nuevo paradigma tecnológico, al que Estados Unidos ha llegado tarde, con la empresa AT&T.

En el caso Huawei, Estados Unidos ha boicoteado el 5G con misiones enviadas a los países que están considerando comprarlo y ha conseguido, en nombre de la seguridad nacional estadounidense, que Alemania, Inglaterra, Australia y Nueva Zelanda no le compren a esta empresa. AT&T debe sacar su 5G pronto, mientras que en China ya está operativo. Los nuevos celulares Huawei ya son para la red 5G. Lo más probable es que Estados Unidos continúe acechando a la economía china y de Huawei específicamente. El problema de fondo es: ¿hasta dónde va a llevar Estados Unidos su falta de competitividad y retraso tecnológico, acusando al resto de sus propios problemas?, ¿hasta cuándo va a culpar al resto del mundo de su sobreconsumo?

Por Óscar Ugarteche, investigador titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), Sistema Nacional de Investigadores-Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y coordinador de obela.org.

** Economista, doctorando en estudios latinoamericanos de la Unam y miembro de obela.org.
1. https://www.bloomberg.com/news/articles/2018-05-04/here-s-what-u-s-demanded-of-china-at-the-start-of-trade-talks

 

Información adicional

Autor/a: Óscar Ugarteche
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Fuente: Brecha

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