Cinco fueron los ejes que marcaron la agenda del VII Encuentro Presidencial Ecuador-Venezuela que se cumplió ayer en Quito.
En una apretada agenda de trabajo, los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez, en la mañana realizaron el lanzamiento del lubricante con marca propia, fruto de los acuerdos de cooperación energética entre ambos países, en la tarde evaluaron los resultados de los acuerdos de integración económica y productiva y resolvieron intensificar su ejecución.
Los dos mandatarios destacaron la efectividad de los acuerdos. Aunque Chávez, quien llegó a la 01:45 de ayer a la capital ecuatoriana, reconoció que los impactos de algunos de los convenios firmados son de corto plazo, dijo que estos “deben ir creciendo en intensidad y extensión a medida que pasen los años y se vayan consolidando”.
En el encuentro oficial desarrollado en el Palacio de Gobierno, los cancilleres Nicolás Maduro (Venezuela) y Ricardo Patiño (Ecuador), pusieron a consideración de los presidentes un informe del estado en el que se encuentran 32 convenios suscritos entre ambas naciones sobre soberanía energética, soberanía en seguridad y defensa, soberanía productiva, soberanía financiera, comercial y del conocimiento.
Como país anfitrión, Patiño fue quien dirigió -en primera instancia- la cita que se instaló con los ministros de Estado de los dos países, para posteriormente contar con la presencia de los Presidentes.
Patiño comentó que de los convenios suscritos el 65% de estos estarían en un nivel satisfactorio de avance, un 30% en un nivel medio y un 9% en un nivel bajo.
Explicó que de los ocho proyectos en materia de soberanía energética, solo uno se encuentra en un nivel medio y el resto en una escala alta.
Este informe fue analizado por los Jefes de Estado, quienes se sumaron al acto protocolar a las 12:32 y prolongaron el debate hasta pasadas las 17:00. Luego tenían previsto dar una rueda de prensa.
En el Palacio de Carondelet Correa y Chávez fueron testigos de un enlace satelital simultáneo desde las isla Puná (Ecuador) y la isla Margarita (Venezuela), en donde se realizó la siembra de tilapias y mejillones, respectivamente. Similar situación se produjo en la isla Puná.
El presidente Correa manifestó la necesidad de encontrar un justo equilibrio entre los requerimientos que tiene la población y la tarea de exploración de los recursos no renovables, al tiempo de afirmar que de la misma manera responsable se trabajará con los sectores mineros y petroleros y añadió que el no encontrar nada en una primera exploración en Puná no significa que el proyecto no sea rentable.
Por su parte, Chávez explicó que por cada diez pozos que se estudian existen un máximo de tres que son efectivos.
“Vamos a avanzar en un estudio sísmica en tercera dimensión”, precisó, mientras que su par ecuatoriano sostuvo que existen otros proyectos que continúan adelante y a buen ritmo como es el de la Refinería del Pacífico.
Chávez reconoció el esfuerzo de los gabinetes ministeriales y profundizó su discurso en construir una sola patria que vaya en contra del imperialismo yanqui. “Este camino comienza a labrarse, la Patria es grande o no lo es. Si no llamamos al nuevo orden, nuevos coloniajes vendrán”, sostuvo.
Horas más tarde, el Gobierno de Venezuela entregó alrededor de 980 mil dólares en créditos no reembolsables a los productores de cacao. Luego, Correa y Chávez suscribieron 12 nuevos convenios en distintas áreas y se procedió a la constitución de tres empresas grannacionales orientadas hacia la pesca, la minería y la comercialización del cacao. En el caso de la empresa minera se constituirá con un 51% de capital ecuatoriano y el 49% de capital venezolano.
Finalmente, los mandatarios tenían previsto ser testigos de la suscripción del Reglamento para el funcionamiento del Fondo Ecuatoriano-Venezolano, que es un fondo constituido por más de 60 millones de dólares que va a permitir el financiamiento de algunos proyectos de desarrollo social-económico.
Así concluyó el encuentro presidencial que tuvo como marco las manifestaciones en contra y a favor de la presencia de Chávez.
Un incidente incluso se produjo a las afueras del palacio de Carondelet, con el ex ministro de Defensa, José Gallardo, quien al no estar de acuerdo con la ideología de Chávez, fue víctima de una gresca, luego de que los mandatarios saludaron desde el balcón.
Leave a Reply