Home » Dos ex presidentes

Dos ex presidentes

El Foro de San Pablo, que por primera vez sesionó en Buenos Aires, mantuvo los tres objetivos de la reunión anterior: “No ceder ningún espacio para la derecha”, “profundizar los cambios” y “acelerar el proceso de integración”.

La presencia en el Foro de dos ex presidentes con finales tan distintos graficó el tablero actual de América latina.

Un ex fue Néstor Kirchner, a la vez presidente del Partido Justicialista y secretario general de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur). Kirchner cumplió su mandato constitucional completo, entre el 2003 y el 2007, y puede ser el candidato del oficialismo para las presidenciales del 2011.

Otro ex fue Manuel Zelaya, de Honduras. Zelaya fue víctima de un golpe como el que en 1962 derrocó a Arturo Frondizi; intervención militar rápida, reconocimiento norteamericano y elecciones. El miércoles, este diario publicó un reportaje a Zelaya. Entre otros relatos, contó que los brasileños le salvaron la vida.

Porfirio Lobo, el actual presidente de Honduras, no fue reconocido por toda la región. El razonamiento fue que existe la continuidad jurídica de los Estados, pero queda en suspenso cuando el paso de un gobierno a otro se da justamente por un golpe militar.

En la asunción del colombiano Juan Manuel Santos, el 7 de agosto último, Lobo hizo todo lo posible por acercarse a colegas y ex colegas. En un momento se aproximó a Kirchner y lo saludó.

“Soy Porfirio Lobo, el presidente de Honduras”, dijo.

Kirchner le respondió distante: “Mucho gusto, señor”. Omitió decirle presidente, no lo tuteó como a los demás y cortó la conversación.

Honduras es un límite. Del Foro de San Pablo participaron 160 organizaciones. Se trata de partidos de la izquierda clásica, de la nueva izquierda, de movimientos con matriz nacional, popular y democrática, de organizaciones sociales monotemáticas, de organizaciones sociales de amplio espectro. De partidos de oposición y de partidos de gobierno. Mayor diversidad, imposible. Pero la propia presencia de Kirchner, ayer al mediodía, revela que todos encarnan como propio el objetivo de impedir un regreso al pasado, así sea al pasado de las antiguas dictaduras y no la última ola de Estados terroristas. La novedad del asunto es que la forma de encarnar ese objetivo es cada vez menos testimonial. Por eso la insistencia del Foro en la integración y en la coordinación política, o al menos en el intercambio de ideas y proyectos. Si se da por elecciones democráticas, como sucedió con Sebastián Piñera en Chile, un triunfo conservador en un país debilita al resto de los que proyectan planes de justicia social y mayor igualdad. Y si el giro es por golpe y goza de la tolerancia de los demás, la fisura puede ser irreparable.

Cuando los documentos hablan de “no ceder espacio para la derecha”, hablan, también, de elecciones. Hay dos inminentes: el 26 de septiembre Venezuela renovará su Parlamento; el 3 de octubre Brasil celebrará la primera vuelta entre la petista Dilma Rousseff y el actual gobernador de San Pablo, José Serra.

Las elecciones del 26 fueron una de las razones por las que Hugo Chávez quiso reanudar relaciones diplomáticas con Colombia, una gestión en la que aportó sus buenos oficios el secretario general de Unasur. Aunque antes fue triunfador en catorce elecciones democráticas, Chávez precisa de la mayor tranquilidad externa posible.

En cuanto a las elecciones de octubre en Brasil, tendrán impacto continental. Una victoria de Dilma no garantizará que el resto de los países de Sudamérica siga la ola de justicia con mayor igualdad. Pero una derrota suya sí puede ser decisiva para la región. De todos modos, las últimas encuestas indican que, si se contabilizan los votos válidos, la ex jefa de la Casa Civil (gabinete) de Lula y ex ministra de Energía ya está cerca de ganar en primera vuelta. Sería el tercer triunfo consecutivo de Lula y del PT. El primero como garante de Dilma a través de su propia popularidad, que hoy supera el 80 por ciento. El segundo, el PT, como constructor de mayorías y alianzas a escala estadual y nacional en Brasil. Si ese esquema triunfa, un gobierno de raíz popular terminará completando un ciclo de por lo menos doce años de administración, de comienzos de 2003 a comienzos de 2015.

Ese tipo de horizonte, surgido del voto y relegitimado una y otra vez por la vía constitucional, permite la profundización de debates como el del Foro de San Pablo. Es la prueba de la eficacia que tiene, aun con sus tensiones, el contrapunto constante entre la movilización y la gobernabilidad, entre las sanas provocaciones al sentido común y la necesidad de tener en cuenta el balance de poder real en cada país para ir cambiándolo sin que salte la llave térmica.

Por Martín Granovsky

martingranovsky.blogspot.com

Concluye el Foro de Sao Paulo con fuerte condena al golpismo en América Latina

Buenos Aires, 20 de agosto. El Foro de Sao Paulo culminó aquí su encuentro 16 con una firme posición contra todo intento golpista en el continente, lo que manifestó con un fuerte respaldo al derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y en la incorporación del Frente Nacional de Resistencia Popular de ese país. Asimismo, se aprobó llevar el caso colonial de Puerto Rico ante la Asamblea General de Naciones Unidas, apoyar el reclamo argentino de soberanía y descolonización de las Islas Malvinas, ocupadas por Gran Bretaña.

En la declaración final se propuso una solución urgente para el caso Haití y se llamó a la solución política y negociada del conflicto armado colombiano como prioridad para la paz regional, entre otras resoluciones.

Anoche, durante una reunión con las delegaciones de partidos de izquierda, populares y progresistas, la presidenta argentina, Cristina Fernández, ratificó que su gobierno no reconocerá al de Porfirio Lobo hasta que se restablezcan “las garantías democráticas y se respeten los derechos humanos en Honduras”. El foro convocó a una fuerte movilización por la paz en América Latina y el Caribe, y por el retiro de todas las bases militares extranjeras en la región. Consideran que esta última medida es una condición indispensable para preservar la paz, amenazada por la estrategia de Estados Unidos.

En el caso del conflicto armado colombiano, el foro se comprometió a impulsar una acción con gobiernos y movimientos sociales para alcanzar la paz, recordó que la salida militar no soluciona el conflicto, sino crea graves situaciones humanitarias, y llamó a respetar el derecho internacional y las garantías básicas, ante las gravísimas violaciones que se cometen en ese país.

Se propone cese de hostilidades, agenda humanitaria y negociación con mediación externa. También se rechazó el camino “de la guerra imperialista” levantando la bandera de la paz en el conflicto “de las potencias imperiales contra Irán y otros países amenazados por Estados Unidos y la OTAN”.

En el documento se asentó que “nos asociamos a las voces que alertan al mundo sobre los riesgos de un conflicto militar de gravísimas consecuencias”. En este caso saludaron la reciente firma del acuerdo de Teherán, entre Brasil, Turquía e Irán, en defensa del derecho “consagrado en las normas internacionales de dominio de tecnología para producción de energía nuclear para fines pacíficos”.

Hubo un fuerte reclamo porque se ponga fin al bloqueo contra Cuba y se libere a los cinco ciudadanos de ese país detenidos en Estados Unidos, a la vez que reconocieron los alcances de la solidaridad cubana con los pueblos de la región.

“Resistimos, luchamos, presentamos ideas, estamos realizando gobiernos transformadores y estamos venciendo a los que hablaron del pensamiento único y el fin de la historia”, señala el documento, que analiza los avances del foro y destaca el papel de las nuevas instituciones de integración y solidaridad creadas en la región.

Añade: “las fuerzas conservadoras de nuestros países y sus aliados externos no aceptan esta situación y tratan de detener los avances de la izquierda recurriendo a toda clase de acciones, como campañas mediáticas y electorales, golpes, bloqueo económico y presiones militares”.

Pero también advierte que ante estas tácticas “persiste la iniciativa de las fuerzas de izquierda y el avance de la integración”, destacándose los triunfos electorales de los últimos tiempos en la región.

En el caso de los procesos electorales los participantes se solidarizaron con Venezuela, ante las campañas para golpear el próximo proceso electoral, y también se respaldó la posibilidad de una victoria progresista en Brasil.

De la misma manera, el foro trazó algunas líneas para enfrentar y derrotar los ataques de “las derechas y el imperialismo”, como ampliar la unidad de los partidos progresistas, populares y de izquierda; “consolidar los logros y no ceder ningún espacio a la derecha. Profundizar los cambios en los países que gobernamos, apoyar a partidos de izquierda que aún no son gobierno en la región y acelerar el proceso de integración”.

En otros aspectos, impulsó la inclusión en la agenda de la temática racial para universalizar la lucha contra el racismo y la xenofobia, reconociendo el papel de la cultura en la lucha política.

Por otra parte, se advierte sobre la estrategia militar de Estados Unidos con intervenciones y militarización de la seguridad pública, bajo el argumento de la lucha contra la violencia y el narcotráfico, “lo que ha puesto en crisis humana a nuestros países”, convocando a debatir y formular propuestas para construir una política regional integral antidrogas.

Además de la declaración final, el foro dio a conocer una serie de resoluciones importantes, entre ellas el firme respaldo al ministro de Defensa de Paraguay, Luis Nicanor Bareiro Spaini, a quien los diputados de ese país aprobaron someter a juicio político en un intento por destituir al presidente Fernando Lugo. Se destaca “la sistemática campaña de calumnias en contra de Bareiro Spaini ante su firme posición patriota y latinoamericanista, defendiendo con valentía la soberanía de Paraguay ante los intentos de injerencismo de Estados Unidos”.

Por Stella Calloni
Corresponsal
La Jornada



Información adicional

Autor/a:
País:
Región:
Fuente:

Leave a Reply

Your email address will not be published.