Lograr acuerdos en los temas relacionados con la permanencia y mejoramiento de las condiciones de vida de los refugiados colombianos en territorio ecuatoriano forma parte de los puntos de diálogo que mantendrán los representantes de los dos países, el próximo 16 de septiembre en Ecuador, previó al restablecimiento total de las relaciones diplomáticas, quebrantadas en marzo del 2008.
Para Luis Varese, representante Adjunto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el hecho que los dos países traten el tema en una comisión especializada es un logro en la materia de refugiados.
Asegura que los gobiernos tratan de invisibilizar el tema; sin embargo, resalta la postura de Ecuador para que se dé un tratamiento especial al asunto y se conozca la realidad de los cerca de 135 mil refugiados colombianos en el país; de ellos, apenas 50 mil están reconocidos oficialmente en el país.
Uno de los puntos que más controversia causa entre las dos naciones es la cantidad de recursos que se utiliza cada año para mantener la estadía de los refugiados. Ecuador destina un millón de dólares; Acnur, 10 millones; y, Colombia, 10 centavos de dólar por cada refugiado reconocido.
¿Considera que la Comisión tripartita Ecuador-Colombia- Acnur va a resolver el tema del ingreso masivo de refugiados?
Cabe señalar que una de las condiciones de Ecuador para restablecer las relaciones diplomáticas es tratar el tema de los refugiados. El asunto es complejo; por lo que se tratará dentro de la Comisión tripartita conformada por Ecuador, Colombia y los representantes del Acnur. Como instancia, no tenemos en esa reunión que plantear ningún proyecto específico, porque tenemos el financiamiento y los proyectos directos de las Naciones Unidas.
Sin embargo, esperaremos que los dos países presenten sus agendas de trabajo para establecer, como Acnur, las observaciones y recomendaciones para los programas, proyectos o fortalecimiento de acciones que se emprendan en tema de refugiados.
¿Cuáles son los servicios que Acnur brinda a los refugiados?
Nuestro mayor contingente de personal está ubicado en el límite fronterizo; nuestros objetivos son: contribuir a la integración de refugiados y brindar asistencia técnica. Ahora somos 70 funcionarios, 13 internacionales y 56 ecuatorianos. El 73 por ciento del personal está desplegado en la frontera norte; el 27 por ciento restante está distribuido entre Santo Domingo de los Tsáchilas y Cuenca. En el 2002 eramos 4 personas.
Los recursos económicos son insuficientes. ¿Colombia debería realizar aportes más significativos para cubrir las necesidades de los refugiados?
No es muy usual que el país de asilo solicite recursos al país de donde provienen los refugiados; pero se debe insistir en que siempre es insuficiente el dinero con el que se cuenta. La decisión de destinar una cantidad es un acuerdo al que deben llegar los dos gobiernos; en ese tema, el Acnur no tiene opinión, pero todos los fondos que ingresen para refugiados, sea de la comunidad internacional o de los gobiernos, cualquier recurso adicional tiene que ser bienvenido, siempre y cuando se invierta en el sector o en la región donde están los refugiados.
¿Cuántos refugiados colombianos hay en Ecuador?
Al momento se está cubriendo a 55 mil refugiados reconocidos por el Gobierno del Ecuador, más 70 mil personas que consideramos solicitantes; pero están en calidad de refugiados; se trabaja con un estimado de 135 mil personas bajo los programas de refugiados.
¿Seguirán llegando al Ecuador?
En la medida que no se resuelva el conflicto interno en Colombia (guerrilla, tráfico de drogas, paramilitares) y no se encuentre una solución global e integral, seguirán llegando pedidos de refugio a Ecuador. El país recibe más o menos 1.000 solicitudes de refugio por mes a través de la Dirección Nacional de Refugiados. Para cubrir los requerimientos tenemos tres grandes proyectos. El primero, apoyo a la Dirección Nacional de Refugiados (acceso y apoyo legal y financiero). Segundo, asistencia (entrega de recursos al ingreso de los refugiados). Tercero, área de proyectos de integración (benefician a la población que recibe) y el área de reasentamiento (terceros países reciben a los refugiados).
¿Cambiaron las características de los refugiados en los últimos 10 años?
Totalmente, los que llegaban antes del 2010 eran principalmente refugiados políticos o vinculados a una actividad como derechos humanos, periodistas, profesores universitarios, activistas sindicales. En el 2002 eran 347 refugiados reconocidos en Ecuador. En el 2010 son 55 mil refugiados reconocidos, la composición ha cambiado. Gran parte de ellos son mujeres, niños y adolescentes; y otra parte son varones con familias completas. Los nuevos refugiados tienen otras necesidades: salud, educación, autofinaciamiento.
El 99 por ciento de los refugiados no tiene militancia política; huyeron porque se encontraron en medio del fuego de las FARC, el ejército e inclusive para evitar el reclutamiento de los menores. Este fenómeno hizo que Ecuador sea considerado como el país con el mayor número de refugiados en América Latina, y también el país con mayor número de solicitudes para refugio en todo el hemisferio occidental.
¿Desde el tema de refugiados, cómo abordar el asunto de la seguridad en la frontera?
Más que un tema de seguridad, lo que tenemos es una gran preocupación en temas de refugiados, por el incremento de la discriminación y xenofobia desde el país que los recibe. Es cada vez más común ver que hay un doble error. El hecho de que se piense que porque es un refugiado no puede ser sometido a las leyes de un país o que es un ‘delincuente’ por ser un refugiado. En el tema de leyes, un refugiado tras haber pedido la protección, podrá ser juzgado como cualquier persona en el país y una vez cumplida la pena, será el gobierno de Ecuador que deberá decidir su destino.
¿Se estigmatiza al refugiado?
Sí, pero se debe tener muy claro que un refugiado tras cumplir con un proceso judicial, sigue siendo un refugiado. Ahí interviene Acnur para saber cual será su destino en el país de origen. Lo más importante es que hay que conocer que el refugiado no tiene impunidad; este es un país con más de 600 mil colombianos, de ellos 55 mil son refugiados reconocidos; entre estos 55 mil tal vez hay un delincuente, pero no se puede convertir a los refugiados, por el hecho de ser refugiados, en el objeto de toda la delincuencia que ocurre, como tampoco creemos que otras nacionalidades son delincuentes.
El problema es que al delito se le está poniendo nacionalidad, color y carácter de extranjero; entonces la culpa es del otro, no de nosotros.
¿Qué hacer para evitar ponerle nacionalidad al delito?
En ese marco, es importante que en seguridad hay que reforzar el tema contra la xenofobia; ocurre un repunte cuando llega una cantidad de migrantes; la población local le da la culpa a los nuevos de lo que está ocurriendo, según el número de población migrante, entonces es normal, pero no quiere decir que es correcto que se reaccione de esta manera.
Además, los medios de comunicación contribuyen a la xenofobia; cuando capturan a una persona no dicen a un ladrón ecuatoriano de la provincia tal…, pero cuando es un extranjero incluso dan nombre antes de ser juzgado; cuando lo hacen con un extranjero se hace una acusación con tintes de xenofobia.
¿El marco legal ecuatoriano es el idóneo para amparar a los refugiados?
Sí, la constitución de Ecuador se puede decir que es una de las cartas con más garantías para el respeto y cumplimiento de los derechos humanos. Es la única que en su articulado (Art. 41, 42 y 43) incluye temas de refugiados.
Cabe mencionar que este octubre se cumplirán a penas dos años de su vigencia y es imposible que se haya reglamentado cada uno de los artículos. Existen instancias directas de protección y de aplicación de la ley, como la Corte Constitucional (CC), la Dirección Nacional de Refugiados, la Defensoría del Pueblo, que basadas en la Constitución hacen respetar y garantizan los derechos de los refugiados.
Leave a Reply