La huelga contra la reforma del sistema de pensiones en Francia continua hoy por tercera jornada consecutiva en los transportes públicos, en particular en los trenes, en la educación y en la mayor parte de las refinerías del país. Si bien los paros en los ferrocarriles parecen ir remitiendo, no ocurre lo mismo en la educación, donde está aumentando, y en las plantas de carburante, la mayoría de ellas bloqueadas y el resto con la producción a medio gas. El Gobierno ha llamado a la calma al país, entre cuyos habitantes crece el nerviosismo y el miedo a la escasez de combustible.
Los datos son que ocho de las 12 refinerías que hay en la Francia metropolitana siguen paralizadas y dos más mantienen una actividad baja, lo que según los sindicatos amenaza con provocar problemas en el abastecimiento. Sin embargo, el ministro de Transportes, Dominique Bussereau, ha asegurado a los conductores y transportistas que no hay nada que temer porque el suministro está garantizado y hay reservas para un mes. Sin embargo, algunas gasolineras han informado de que se están quedando sin gasolina por culpa de consumidores que acaparan combustible por si acaso. Ante esta situación, informa Le Parisien, Bussereau ha pedido que no se llenen los tanques si realmente no se necesita.
Entre 342 y 500 liceos en huelga
En cambio, porcentaje de huelguistas ha vuelto a reducirse tanto en la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) como en la red de transporte metropolitano de París (RATP), de acuerdo con los datos de las alteraciones del tráfico facilitados por ambas empresas a primera hora de la mañana. Según el programa presentado por la SNCF, hoy circularán de media en torno al 40% de los trenes de alta velocidad (TGV), un tercio de los de largo recorrido de día, la mitad de los regionales y un porcentaje similar de los cercanías en la capital.
Una portavoz de la compañía ferroviaria, que ayer situó en un 24% a los huelguistas (frente al 40% del martes), ha subrayado que las anulaciones de trenes hoy iban a ser claramente inferiores a las de ayer. La portavoz ha reconocido que, por tercer día consecutivo, no circularon los trenes durante la noche, lo que incluye los que conectan con España, y esta tarde se decidirá en las asambleas de trabajadores si ocurrirá lo mismo esta la noche. La RATP ha indicado que esta mañana funcionaba con normalidad el metro, los autobuses y los tranvías, pero en la línea B de trenes de cercanías (que atraviesa de norte a sur París y conecta con los aeropuertos Charles de Gaulle y Orly) sólo hay un tercio de los normales.
En cambio, según informa Le Parisien, no se está debilitando la movilización en los liceos, al contrario, está creciendo. Esta mañana, son 342 escuelas en las que la actividad está “perturbada en algún grado”, lo que supone el 7,9% de las 4.302 que existen en el país, según ha anunciado el ministro de Educación. Sin embargo, el sindicato UNL ha contabilizado 500 liceos “movilizados”, la mitad de ellos bloqueados. A pesar de que el Gobierno ha apelado solemnemente a la responsabilidad de los convocantes para que no llamen a los estudiantes a la huelga, hoy se han celebrado además manifestaciones estudiantiles de jóvenes de secundaria y de universitarios en varias ciudades y en algunas de ellas se han registrado enfrentamientos con la policía, añade Le Monde. En los altercados se ha registrado un herido leve en un barrio de las afueras de París víctima de una pelota de goma lanzada por los agentes.
La suma de los estudiantes a la movilización era uno de los principales temores del Gobierno, que sabe que las protestas se pueden radicalizar. Los sindicatos tienen previsto reunirse esta tarde para decidir si, además de las manifestaciones del próximo sábado, convocan una nueva jornada de protesta la semana próxima, probablemente el martes o el jueves. Entre esos días se espera que el Senado esté acabando la tramitación de la ley que eleva la edad de jubilación voluntaria de 60 a 62 años, y de 65 a 67 años para los que no hayan cubierto el periodo de cotización y quieran tener una pensión completa. Nada parece indicar que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, vaya a echarse atrás, a pesar de que el martes un millón de personas marcharon contra esta política durante la séptima jornada de huelga. Sarkozy reiteró ayer la idea de que su Gobierno no hará ninguna nueva concesión en este asunto pese a las movilizaciones. Un sondeo publicado hoy asegura que el 54% de los franceses es favorable a una huelga indefinida como la que paralizó el país en 1995 e hizo que el Gobierno de Alain Juppé renunciara a reformar las pensiones.
14/10/2010
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