
El documento de la ONU celebra “las medidas adoptadas por el Gobierno para combatir el racismo, la discriminación y la servidumbre, tres de los principales flagelos que afectan a la población indígena del país”. Sin embargo, Racicot destacó entre las preocupaciones de su oficina los episodios de “violencia política vivida en diferentes departamentos del país con la irrupción de numerosos grupos de choque”. Entre esos grupos, mencionó a quienes “apoyaron violentamente las posiciones de las prefecturas y movimientos cívicos o autonómicos”, además de “algunos grupos que respaldan al Gobierno”.
Pando, preocupación específica
Racicot ha dedicado un apartado especial a la masacre de campesinos en el departamento de Pando, que ocurrió el 11 de septiembre pasado durante la espiral de violencia protagonizada por las protestas de las prefecturas autonomistas. Según la investigación de la ONU, 11 civiles murieron en aquella confrontación, aunque la Unión de Naciones Sudamericanas ha llegado a la conclusión de que hubo 22 fallecidos. El funcionario de la ONU responsabiliza a la oposición autonomista de esa “masacre”, que calificó de “la más grave violación de los derechos humanos ocurrida en 2008”.
El alto comisionado responsabilizó de la masacre al personal de la Prefectura de Pando, funcionarios del Sedcam (Servicio de Caminos), miembros del Comité Cívico de Pando y otros partidarios de la Prefectura.
Racicot también manifestó su “inquietud” por “el alto número de atropellos y amenazas sufridos por periodistas y medios de comunicación”, así como por “la difusión de información tendenciosa y la incitación a la violencia política o racial en la que incurrieron algunos medios privados”.
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