
La OTAN sigue matando civiles en Afganistán. 33 personas murieron y otras 12 resultaron heridas ayer en un bombardeo en la provincia de Uruzgan, al sur de Kabul. La Alianza Atlántica dijo en un primer comunicado que había atacado un convoy de la insurgencia, aunque horas más tarde, los soldados de infantería encontraron “numeros civiles muertos y heridos” al inspeccionar la zona. Entre las víctimas hay niños y mujeres.
El ataque tuvo lugar ayer por la mañana. Sultan Ali, el gobernador de la provincia dijo a la BBC británica que todos los muertos eran civiles, aunque confirmó que el bombardeo se produjo en una zona controlada por los talibanes. Ali cifró a los muertos en 27, aunque esta mañana, un portavoz del Ministerio de Interior afgano ha actualizado ese número a 33.
“Las fuerzas de la ISAF pensaron que los talibanes se desplazaban en un convoy de civiles y les bombardearon”, precisó, según recoge la agencia AFP. El jefe del Consejo Provincial, Amanullah Hotak, comentó a los medios franceses que los civiles atravesaban en tres minibuses un valle del distrito de Char Cheno.
La provincia de Uruzgan fue asignada al Ejército holandés en 2006. Precisamente la guerra en Afganistán llevó al Gobierno de Holanda a dividirse el pasado sábado.
La matanza se produce tan solo una semana después de la muerte de 12 civiles en otro bombardeo y vuelve a poner en evidencia a las fuerzas internacionales.
La comandancia de la OTAN ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido, según informa EFE. “Estamos enormemente apenados por la trágica pérdida de vidas inocentes. He dejado claro a nuestras fuerzas que estamos para proteger al pueblo afgano y matar o herir involuntariamente a civiles socava su confianza en nuestra misión. Redoblaremos nuestros esfuerzos para recuperar esa confianza”, dijo el comandante de la ISAF, el general estadounidense Stanley McChrystal, en la nota.
Nada cambia
La frase se repite cada vez que un bombardeo de la OTAN acaba con la vida de civiles. A la larga, se demuestra que los supuestos esfuerzos son en vano y que los militares de la ISAF siguen matando civiles. Este tipo de hechos provocan una desconfianza en los afganosque está generando muchos problemas a la hora de establecer una relación de confianza con ellos.
McChrystal se reunió anoche con el presidente Karzai y le expresó sus condolencias por las víctimas civiles, al tiempo que se comprometió a colaborar en una investigación conjunta con las autoridades afganas.
Actualmente, las fuerzas de la OTAN, apoyadas por el Ejército afgano, llevan a cabo una gran ofensiva contra un bastión talibán en la provincia meridional de Helmand. El presidente Karzai ha pedido a las tropas internacionales que eviten las bajas civiles durante los combates y ha hecho un llamamiento al mando militar internacional para que descarte el uso de bombardeos en zonas pobladas por civiles.
PÚBLICO.ES – Londres -
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