Home » La troika

La troika

La troika

Con Dilma Rousseff casi fuera del gobierno, Venezuela golpeada por la crisis interna y Uruguay en falsa escuadra, Brasil, Argentina y Paraguay operan para consolidar un giro abiertamente liberal en el Mercosur.

 

“Se trata de una crisis lamentable y espero que esto no termine con la expulsión de Venezuela del bloque”, dijo a Brecha el senador argentino Juan Manuel Abal Medina, del kirchnerista Frente para la Victoria (Fpv). “La situación en Venezuela y en Brasil ayuda a crear esta incertidumbre regional en el bloque. Todos deberíamos ser un poco más mesurados con las posturas, porque cuando cruje la región no hay buenas señales para ninguno de sus miembros. Los procesos de integración regional deberían dejar de lado algunas cuestiones de política doméstica y pensar en términos más amplios”, apuntó en relación con la mirada del terceto Macri-Cartes-Temer. Mercedes Marcó del Pont, presidenta del Banco Central en la gestión de Cristina Kirchner, lamentó la situación de Brasil y considera central la vuelta de Dilma Rou¬sseff al gobierno para reencauzar la situación del país por la legitimidad emanada de las urnas. Sin embargo, ambos coincidieron en que el espacio Mercosur es insustituible para todos los que lo conforman. “Es una de las pocas, si no la única, política de Estado argentina permanente desde 1985. Con todos los altibajos por los que pasó el país, todos coincidimos en que ese espacio regional no puede ser obviado, ni puede desaparecer. Hasta el actual gobierno lo plantea incluso pensando en que su modelo de Mercosur pase casi exclusivamente por lo económico y empresarial”, aclaró Abal Medina.

La mirada puesta en acercar vínculos con la Unión Europea (UE) y con la Alianza del Pacífico (AP) es un error, sostuvo Marcó del Pont. “De ninguno de esos espacios la región puede obtener ahora beneficios, ni tiene nada para negociar en igualdad de condiciones. La crisis que vive la UE, a la que se agrega el resultado del “Brexit” en el Reino Unido, complica la situación mundial, y nuestros gobiernos están trabajando ideológica y económicamente para trasladar su atención al Acuerdo Transpacífico, algo fuera de lugar”, agregó la ex funcionaria.

A DOS PUNTAS

En la cancillería argentina se viven momentos de tensión que atraviesan la interna del Palacio San Martín, y el tema Mercosur es una preo¬cupación por partida doble. La ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, se juega desde hace tres meses una parada brava en busca de remplazar a partir de noviembre al actual secretario general de la Onu, Ban Ki moon, de quien fuera jefa de gabinete hasta noviembre pasado, cuando Macri la convocó a la cancillería. La delicadeza con que Malcorra trabaja su postulación contrasta con las internas domésticas dentro de la propia cancillería y dentro de las filas del oficialista Pro, donde varios candidatos apuran sus petates en busca de remplazarla. Por ese mismo camino es que Malcorra intentó restar dramatismo a la situación venezolana desde que Macri asumió la presidencia argentina. A Malcorra no le cayó bien el choque entre su jefe y la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en la primera cumbre del Mercosur en Asunción en diciembre. Macri había acumulado pedidos españoles, venezolanos y del exilio cubano en Miami para reclamar, como jefe de Estado, por la situación del opositor Leopoldo López, detenido en las cárceles venezolanas. La esposa de López, Lilian Tintori, participó de la asunción de Macri en Buenos Aires e hizo buenas migas con Juliana Awada, esposa del presidente argentino.

Malcorra se colocó –según las últimas entrevistas públicas en el recinto de la Asamblea General de la Onu– en la tercera posición entre nueve candidatos para remplazar a su ex jefe. Primero y cómodo sigue António Guterres, referente de Acnur, en segundo lugar se ubica el serbio Vuk Jeremic y tercera, Malcorra, que aspira a mejorar su performance de aquí a noviembre con algunos golpes de efecto. El caso del Mercosur –evalúan en el entorno cerrado de la diplomática– es un caso testigo que la posicionaría cabeza a cabeza con Guterres, especialmente después de la visita de Ban Ki moon a Buenos Aires el pasado lunes. Ban aseguró que Malcorra es una excelente diplomática, lo que ese mismo entorno traduce en un apoyo soterrado para la jefa del Palacio San Martín.

Argentina planteó, como salida a la presunta acefalía en la conducción del Mercosur, que Venezuela fuera remplazada por un colegiado hasta resolver el entuerto. El grupo estaría integrado por los representantes de cada país miembro del bloque regional en la Aladi. La propuesta lleva la marca de autor de Malcorra, que propuso en sus días de secretaria de Ban algunas salidas similares a conflictos institucionales en África, Asia y algunas instancias de América Central. Es que ella sabe que la opinión de los miembros del Consejo de Seguridad de la Onu es determinante para acceder a la Secretaría General, aunque esos miembros sean transitorios, como es el caso de Venezuela, o Uruguay, cuya membresía en el Consejo finaliza este año. Para Malcorra, hoy el voto de Caracas cuenta.

Quienes conocen la interna del gobierno dicen que Macri deja volar a todos sus funcionarios para que se destaquen y como buen liberal insiste en que compitan entre ellos. Mientras no compliquen la imagen del jefe, hagan lo que quieran y si ganan en sus terrenos también será mérito del jefe porque les permitió volar.

PARLASUR

Un poco más osado pero en soledad, el diputado Agustín Rossi (Fpv), miembro del Parlasur, el Parlamento del Mercosur, con base en Montevideo, considera que la actitud de los presidentes Macri, Temer y Cartes apunta a “liquidar el bloque y expulsar a Venezuela del espacio regional. La presidencia del bloque la asume Venezuela y no su presidente Nicolás Maduro. Es una cuestión institucional y legal. Venezuela no podría asumir la presidencia pro témpore sólo si estuviera sancionada y el país no tiene sanciones. Es una maniobra de tres gobiernos de derecha para evitar el funcionamiento normal del bloque y dinamitarlo”, sentenció. Pero más allá de sus palabras, no hay movimientos en los bloques parlamentarios afines para hacer algún planteo en el Mercosur.

La idea de ganar tiempo hasta el juicio político a Dilma se diluyó cuando ya era vox pópuli que los votos en el Senado brasileño dejarían fuera del poder a la presidenta. Por eso el canciller brasileño, José Serra, apunta a la reunión de hoy viernes como decisiva para el futuro político del bloque. En Argentina nadie imagina que Venezuela quede fuera del Mercosur por ahora. Pero todos festejan que la troika Macri, Temer y Cartes asuma la conducción de la alianza subregional. Los dos socios principales, otra vez alineados pero por derecha, juegan sus fichas: Macri frena una eventual ofensiva hasta que se defina el destino de Malcorra en la Onu y Temer hasta encontrar la forma de cimentar su nuevo poder.

Información adicional

Autor/a: Fabián Kovacic
País:
Región:
Fuente: Brecha

Leave a Reply

Your email address will not be published.