La ciudad francesa de Nantes, en el oeste del país, ha vivido esta noche disturbios en los barrios de Breil, Malakoff y Dervallières. Jóvenes armados con cócteles molotov han quemado varios vehículos e incendiado parcialmente un centro comercial, en protesta por la muerte horas antes de un hombre de 22 años a manos de la policía en un control. Los agentes habían dado el alto al coche por una infracción. Según el director departamental de la policía de Nantes, Jean-Christophe Bertrand, “el conductor, que parecía querer salir de su vehículo, golpeó a un funcionario de la policía” que resultó levemente herido en las rodillas. “Uno de sus colegas abrió fuego y alcanzó al joven, que desgraciadamente murió”. El hombre, que recibió el impacto de una bala en la carótida sobre las 20.30, falleció al llegar al hospital.
El deceso provocó los disturbios, que se prolongaron hasta las tres de la madrugada. Un habitante de Nantes, Steven, de 24 años, declaró a una periodista de France Presse que había “oído detonaciones”. “Tardé una media hora en bajar a la calle. Veía fuego por todas partes, la gente corría. Había papeleras, coches en llamas. Estaban rompiéndolo todo. Duró mucho tiempo”. Según una fuente policial, se movilizaron 200 agentes y no se produjeron arrestos.
“Mis primeros pensamientos están con este joven muerto, su familia, todos los habitantes de este vecindario, y nuestros barrios”, afirmó Johanna Rolland, alcaldesa de Nantes. “La policía y la justicia tendrán que aclarar de manera transparente lo que sucedió esta noche”, aseguró la mandataria, al tiempo que hizo “un llamamiento a la calma en nuestros vecindarios”. Por su parte, el fiscal de Nantes, Pierre Sennès, declaró que se ha abierto una investigación para determinar por qué el policía recurrió a su arma.
elpaís.es
Francia «coquetea» con un «verano caliente» de disturbios
Noche tras noche, desde el martes, Breil y otros suburbios de Nantes vuelven a ser escenario de enfrentamientos violentos entre jóvenes «incontrolados» y fuerzas del orden, prolongación de las protestas que siguieron a la muerte de Aboubacar Fofana (22 años), muerto a tiros de un gendarme, cuando intentaba huir a un control policial, la noche del martes.
La familia de Aboubacar Fofana organizó el jueves una marcha ciudadana en la que participaron entre 1.000 y 2.000 personas, pidiendo «justicia» a gritos. Las peticiones de «calma» de la familia de Fofana, las autoridades locales, los partidos políticos y los sindicatos no han conseguido evitar la prolongación indefinida de tensiones y violencias sistemáticas, de intensidad variable.
Los incidentes que estallaron en el barrio de Breil, en Nantes, se han extendido a otros barrios, como Bottière, Bout de Pavés, Bellevue y Dervallières.
Desde el martes, la sucesión de «noches calientes» repite siempre el mismo escenario: cuando cae la noche, bandas de adolescentes y jóvenes atacan a pedradas edificios públicos, algunos coches y comercios son atacados o incendiados. Gendarmes y anti disturbios responden rápida y expeditivamente, neutralizando los estallidos de violencia, que vuelven a repetirse en otro barrio, horas más tarde.
En la «banlieue» de París, los suburbios de la capital, han comenzado a multiplicarse los actos de vandalismo, coincidiendo con los estallidos de violencia de Nantes.
Louis de Saint-Amour, sociólogo, analiza la crisis de este modo: «La crisis de Nantes es un clásico en la historia de las crisis de la «banlieue», desde 2015, cuando el gobierno de la época tuvo que recurrir al ejército para restaurar el orden. El escenario es siempre el mismo. Un incidente, con o sin derramamiento de sangre, mete fuego a estallidos de violencia, que no es fácil sofocar. Nadie sabe si Francia vivirá o no vivirá un verano caliente. Pero el gobierno debiera tomar medidas preventivas».
Leave a Reply