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Raúl Castro: la compleja situación de Cuba

Compañeras y compañeros:

Nos separan pocos días del final de un año en que el país ha
enfrentado retos difíciles. A los vaivenes de una economía mundial en
declive sostenido, se han sumado fenómenos naturales cada vez más
impredecibles y devastadores. En Cuba, el resto del Caribe y América
Latina, se alternan sequías, huracanes e inundaciones de intensidad y
frecuencia crecientes.

Ha sido una nueva oportunidad para que millones de cubanos saquen a
relucir esa fibra de quienes no se doblegan ante las dificultades, por
insuperables que puedan parecer. También se ha ratificado que cuando
trabajamos unidos, de forma organizada y solidaria, se multiplican los
frutos del esfuerzo y los recursos invertidos.

La recuperación de los daños ocasionados por los tres últimos
huracanes, en general marcha satisfactoriamente. Ya se aprecian los
primeros resultados de la paulatina restauración de las producciones
agropecuarias. También se han hecho importantes inversiones para el
equipamiento de brigadas que elevarán sustancialmente la capacidad de
construcción de viviendas. Ya están en el país las primeras cuatro
grandes brigadas destinadas al movimiento de tierra que demandan las
nuevas urbanizaciones.

Por otra parte, se ha adquirido equipamiento y materiales para la
construcción de carreteras, vías férreas y el restablecimiento de las
redes eléctricas y de comunicaciones, lo que se ha logrado en plazos
menores que en situaciones anteriores, aunque los daños fueron
mayores. Son solo algunos ejemplos de cuanto se ha venido haciendo
durante los últimos meses.

No obstante, debemos estar conscientes de la magnitud de esta tarea,
en particular la recuperación de las viviendas. Hay más de 500 mil
afectadas por los huracanes en el presente año en 35 municipios, y en
otros 12 se suman más de 70 mil dañadas por eventos meteorológicos de
años anteriores. De todas ellas, aún resta por reparar o construir
totalmente el 77%.

Me han asegurado que puede concluirse en tres años, pero seamos
realistas y no nos engañemos, con un esfuerzo continuado pudiera
necesitarse de tres a seis años.

Sin embargo, en medio de un ambiente de trabajo y sacrificio de la
mayoría, algunos intentaron lucrar en medio de esa situación a costa
de las necesidades de sus compatriotas. Recibieron la respuesta firme
de los órganos de Orden Interior, de la Fiscalía y los Tribunales,
apoyados por la población a través de las organizaciones de masas.

Debe quedar claro que no habrá retrocesos en el propósito de
fortalecer la institucionalidad, la disciplina y el orden en todas las
esferas del país, sin los cuales sencillamente no es posible avanzar.

Los resultados económicos alcanzados en el presente año fueron
abordados tanto en esta sesión plenaria como en los días previos.

La realidad económica adversa presente durante prácticamente todo el
2008, unida a las muchas horas que la dirección del país tuvo que
dedicar a la búsqueda de las mejores alternativas para garantizar,
pese a las dificultades, la alimentación, la salud, la educación y la
satisfacción de las demás necesidades básicas de nuestro pueblo,
obligaron a situar en una segunda prioridad el estudio y la adopción
de decisiones en asuntos también importantes.

En otros se ha logrado avanzar, como en ir poniendo las tierras
ociosas en manos de quienes puedan y estén dispuestos a hacerlas
rendir frutos. Este es un frente decisivo en que hay que estar alerta
ante cualquier retraso o violación de lo establecido.

Además hay avances en el acopio y distribución local de leche y del
resto de los alimentos que es posible producir en el país; en la
racionalización del transporte y su incremento cuando ha sido posible;
en la construcción de grandes obras hidráulicas, acueductos y sistemas
de alcantarillado o la rehabilitación de los existentes en varias
ciudades; el crecimiento sostenido del turismo y una modesta elevación
de la sustitución de importaciones, por sólo mencionar algunas de las
más importantes tareas.

Ello ha permitido afrontar mejor el crecimiento de los gastos como
consecuencia de las pérdidas ocasionadas por los grandes fenómenos
meteorológicos que nos afectaron e incluso en mayor medida por el
aumento descomunal, salvo oscilaciones coyunturales, de los precios de
prácticamente todo lo que importamos.

En alimentos, por ejemplo, este año el país tuvo que pagar 907
millones de dólares más que en el 2007, de esa cifra, cerca de 840
millones por incrementos de precios. Han bajado en las últimas
semanas, pero lo han hecho aún más los de nuestros principales
renglones exportables.

El precio promedio del níquel en el 2008 ha sido un 41% inferior al
del 2007, y 80% menor que el récord que alcanzó en ese año. También
han disminuido los del azúcar y los productos del mar, entre otros que
Cuba exporta.

La crisis financiera que estalló en los Estados Unidos ha evolucionado
rápidamente hasta transformarse en la crisis económica global que el
compañero Fidel pronosticó hace no menos de una década, la más
profunda en casi 80 años.

La realidad es que ningún Premio Nobel de Economía, ninguna escuela de
pensamiento económico, ningún organismo internacional puede decir con
certeza hasta cuándo y hasta dónde llegará.

El año próximo es por tanto de mucha incertidumbre en la economía
mundial y debemos estar preparados para enfrentar ese serio reto, que
ya nos viene afectando de manera apreciable.

Pese a tantas dificultades, la economía creció, aunque menos que lo
planificado, en lo que influyeron de modo determinante, como mencioné
anteriormente, las pérdidas ocasionadas por los huracanes, con un
monto cercano a los diez mil millones de dólares, es decir, alrededor
del 20 por ciento del producto interno bruto del presente año.

Por su importancia, insisto en una idea que he expresado otras veces:
nadie, ni un individuo ni un país, puede darse el lujo de gastar
indefinidamente más de lo que recibe por la venta de sus producciones
o por los servicios que presta.

El escenario desfavorable de la economía mundial y nuestras propias
dificultades, exigen optimizar las posibilidades que nos brindan las
relaciones económicas mutuamente ventajosas, que venimos desarrollando
con naciones amigas de todos los continentes, en especial con la
hermana República Bolivariana de Venezuela, impulsadas personalmente
por su Presidente, el compañero Hugo Chávez Frías.

Nuestro elemental deber es ajustar los gastos en divisas a los
volúmenes que estamos en condiciones de ingresar. Es una batalla en
que la victoria depende del incremento paulatino de las producciones
destinadas a la exportación o que sustituyen importaciones con
eficiencia y ahorro, y de garantizar una mayor y mejor oferta de
servicios a personas de otros países, que como el turismo y la salud
aportan considerables ingresos.

Además de una necesidad imperiosa, constituye un deber elemental para
con las futuras generaciones. No sería ético aumentar los gastos no
productivos a costa de contraer deudas que tendrían que pagar nuestros
hijos y nietos.

En consecuencia, entre otras medidas, se decidió reducir en un 50% los
gastos previstos en viajes al exterior de los organismos, y lo mismo
se ha indicado respecto al sector empresarial. El objetivo no es
disminuir tareas ni gestiones necesarias, sino hacerlas con mayor racionalidad.

No se trata de un cambio en la estrategia económica adoptada, al
contrario, significa ser totalmente consecuentes con ella. No se ha
engavetado ninguno de los temas de los que he hablado en los últimos
tiempos. En cada uno de ellos se han ido instrumentando las medidas
parciales que han permitido las circunstancias y se avanzará, sin
apresuramientos ni excesos de idealismo, según se disponga de los
recursos y concluyan los estudios necesarios.

Estrechamente relacionado con lo anterior, debemos estar conscientes
de que para ir resolviendo paulatinamente las distorsiones existentes
en el sistema salarial, hay que ir eliminando las gratuidades
indebidas y los subsidios excesivos. De lo contrario, sencillamente
las cuentas no cuadran. Dos más dos siempre suma cuatro, jamás cinco;
hay que actuar con realismo y ajustar todos los sueños a las
verdaderas posibilidades. Esto significa cumplir con el principio
socialista de que cada cual reciba según su trabajo.

Las gratuidades deben limitarse estrictamente a asegurar a todos los
ciudadanos por igual cuestiones vitales como la educación, la salud y
la seguridad y asistencia social, que junto a la cultura y el deporte,
para mantener incluso los niveles actuales, se requerirá producir más
e incrementar los ingresos al presupuesto, pues los gastos crecen de
año en año. La tarea es nada sencilla y se necesita de la comprensión
y el apoyo de todos.

Un ejemplo de ello es lo que analizó el Consejo de Ministros y lo que
se informó a ustedes ampliamente ayer, en cuanto a eliminar la
práctica de garantizar planes vacacionales, ofertas gastronómicas y
otras a precios altamente subsidiados, que se venían ofreciendo a
cuadros, trabajadores destacados y otros sectores de la población. El
costo anual en divisas por este concepto era de casi 60 millones de
dólares; tal vez un poquito más, si tenemos en cuenta la parte de
subsidio que recibe el campismo pasa de 60 millones de dólares
anuales. Este es el único país del mundo que hace eso.

Que se entienda bien, no se trata de si lo merecen o no quienes han
disfrutado de esa posibilidad, ni de limitar el derecho a ir a esos
centros, sino de si resulta racional mantener una forma de estímulo
que representa tan alto costo, en las difíciles circunstancias
actuales o en cualquier otra.

Es sabido que la gran mayoría de las personas no aprecia justamente
una gratuidad o un elevado subsidio generalizado, como parte de la
retribución que recibe, en la que sólo considera el salario.

Ayer discutimos ampliamente este tema. Tiene otras muchas facetas, las
cuales seguiremos discutiendo, y lo advertimos sin que nos tiemble la
voz, que deben ser analizadas para paulatinamente irlas eliminando,
junto con el proceso de darle el verdadero valor al salario. No hay
otra solución.

La prioridad de otros asuntos nos impidió concluir los estudios y
presentar a esta sesión de la Asamblea la nueva composición del
Gobierno. Por tanto solicitamos a ustedes aplazar esta decisión, lo
que no implica que puntualmente, como se ha venido haciendo, se
realicen otros cambios en el transcurso del 2009.

Estos temas están íntimamente vinculados con las transformaciones
estructurales y de concepto que deben ser sometidas a la consideración
y aprobación del VI Congreso del Partido.

Por ejemplo, se encuentran en una etapa muy avanzada los estudios para
la creación de la Contraloría General de la República, como un órgano
jerárquicamente superior a los organismos de la administración central
del Estado que estaría subordinado directamente al Consejo de Estado y
tenemos el propósito de presentar dicha propuesta en el próximo
período de sesiones de la Asamblea.

El proyecto concibe que este órgano asuma las funciones del actual
ministerio de Auditoría y Control, a las que se agregan otras, pues se
prevé otorgarle más facultades que las que suele tener en determinados
países, limitadas fundamentalmente al control de los fondos públicos.

Dicho en pocas palabras, aspiramos a que contribuya de manera decisiva
a fortalecer la exigencia en el cumplimiento estricto del deber por
todas las estructuras de dirección, sin suplantar en sus
responsabilidades a los ministros ni a ningún otro funcionario.

Incluso, en los casos en que detecte la ausencia de normas o
regulaciones, promoverá que sean elaboradas y presentadas ante las
instancias correspondientes. En muchos lugares esa situación está
presente tanto en la empresa como en la nación.

) Dónde está escrito cuáles son los deberes, cuáles son las funciones,
por las cuales ustedes tienen que dirigir su trabajo y realizar las
exigencias en el cumplimiento del deber de cada uno que mencionaron
aquí varios diputados refiriéndose a temas muy concretos? Ausencia
total de normas o regulaciones.

Esta Contraloría General de la República velará además por eso, y le
amplío el concepto, porque ya es hora de que muchos empecemos a ver
qué falta por regular dentro del área de trabajo de cada cual.

Todo requiere regulación como guía sobre la cual basar el trabajo.

Exigir conlleva controlar, educar, orientar, prevenir y hacer cumplir
lo dispuesto; pero eso que tiene que hacerse cumplir; lo dispuesto,
tiene que estar escrito, no es por lo que se le ocurra a cada cual. Si
llegado el momento hay que sancionar a alguien, no podemos limitarnos
a los comisores directos de las violaciones. Debe incluir también a
los que con su actuar negligente propician o permiten su ocurrencia,
es decir, los llamados responsables colaterales, que son precisamente
los que no exigen.

Durante muchos años he meditado sobre estas cuestiones, en primer
lugar analizando críticamente mi propio trabajo y también el de los
demás. He llegado a la conclusión de que uno de nuestros problemas
fundamentales es la falta de exigencia sistemática a todos los
niveles. Observen, mediten, miren hacia un lado, miren hacia el otro y
también mírense hacia adentro.

Hay que estar siempre dispuesto a buscarse problemas y a enfrentar
incomprensiones. Dirigir es en primer lugar saber exigir, desde la
base hasta los niveles superiores.

No se puede dirigir y controlar y a la vez ser tolerante; desempeñar
el papel del A buena gente@ como suele decirse popularmente. De ahí
los diversos calificativos, por lo regular denigrantes, que les
endilgan a cuantos actúan como realmente debe hacerse.

Tampoco es posible dirigir sin dominar las disposiciones y documentos
rectores de nuestro trabajo. No estamos acostumbrados a regirnos por
los documentos, y cuando aparece uno, le vemos el título y allá va a
dormir a las gavetas. Hay que regir, se rige el trabajo por documentos
rectores, aprobados en los niveles correspondientes, preferiblemente
discutidos de manera democrática, con la participación de todos los
que deben participar y de los que deben hacerlo cumplir.

En muy pocas instituciones de este país C las hay, muy pocasC está
regulado desde que usted ingresa hasta la forma en que lo tienen que
enterrar, si muere en ese organismo, y qué se hace en cada caso. Cito
esos dos extremos. Pero hay otros donde no se rigen por nada y es muy
común la violación inconsciente C y como cosa naturalC de regulaciones
oficiales y de leyes de la república, de este propio Parlamento, y no
pasa nada.

Decía que tampoco es posible dirigir sin dominar las disposiciones y
documentos rectores de nuestro trabajo.

Lamentablemente, no todos tienen el hábito de estudiarlos ni
consultarlos con la periodicidad requerida, que es la única forma de
aplicarlos de manera consecuente.

La Contraloría no va a eliminar por sí sola estos problemas, que
provienen de vicios enraizados C tan enraizados como el marabú; pero
el marabú se arranca, el marabú se quema, y sobre la tierra que hoy es
protegida por lo menos por el marabú, pueden producirse frutos útiles
para el paísC , pero contribuirá C me refiero a la ContraloríaC a la
batalla que estamos librando contra ellos, con el apoyo de otros
organismos, particularmente de la Fiscalía General de la República, y
junto al Partido y otras instituciones no estatales que representan en
su conjunto a toda la sociedad. Daremos el máximo de apoyo a ese
empeño, paso a paso y sin extremismos, pero de forma cada vez más
rigurosa y enérgica. Mediten sobre estas cuestiones que acabo de
decirles y observen.

En la anterior sesión de la Asamblea nos concentramos en dos temas
principales: la nueva Ley de Seguridad Social y la necesidad de
incrementar la incorporación al trabajo, su productividad y eficiencia.

Coincido con las opiniones vertidas durante la sesión: hemos aprobado
una Ley de Seguridad Social justa, respetuosa de los intereses de los
trabajadores y que a su vez tiene en cuenta las realidades económicas
y demográficas del país.

Como ha informado nuestra prensa, el 2008 va a concluir con un ligero
aumento de la natalidad respecto a años anteriores, pero esto no
significa todavía un cambio en la tendencia sostenida al incremento de
los ciudadanos de edad avanzada respecto a los más jóvenes, con la
consiguiente disminución progresiva de la población laboralmente activa.

Son razones insoslayables y muy difíciles de revertir, que imponen la
necesidad de aumentar la edad de jubilación y así lo ha comprendido la
gran mayoría de nuestros trabajadores, después de profundas
discusiones en que se escuchó y tuvo en cuenta la opinión de todos.

El pasado mes de junio hicimos un llamado a la reincorporación a las
aulas de maestros y profesores jubilados o que habían dejado de
impartir clases por diversas razones. La respuesta ha justificado
nuestra expectativa. Nos satisface felicitar a los siete mil
educadores que respondieron, y hoy aportan su experiencia y
conocimientos en los diferentes niveles de enseñanza, en particular la
primaria, media y preuniversitaria, donde se presenta el mayor déficit
de docentes.

Ha sido un refuerzo muy importante para el abnegado e insustituible
destacamento que constituyen nuestros educadores. Así lo demuestran
los otros nueve mil que han rebasado la edad de jubilación y continúan
en sus puestos. Esta tarea no concluye aquí, sobre todo en las
provincias que han obtenido hasta ahora menores resultados.

Igual ocurrió anteriormente con los más de 1 600 ingenieros, técnicos
de nivel medio y obreros calificados, que ya estaban en retiro y se
reincorporaron a las FAR, gran parte de ellos para participar en la
importante tarea de la modernización de nuestro armamento y otros
medios de la defensa, tema del que hablé en la anterior sesión de la
Asamblea; 1 600 retirados volvieron.

Son ejemplos que demuestran que nuestro pueblo siempre responde cuando
se trabaja seriamente, con argumentos sólidos y una correcta organización.

En esa ocasión también hablé de que cada provincia debe garantizar,
además de los profesores que requiere, los constructores, policías y
el resto de la fuerza de trabajo hoy deficitaria. Algo se ha avanzado.
En el primer semestre ingresaron a cursos de formación como policías,
867 jóvenes de la capital de la república, e igualmente está cubierta
la matrícula de los que comenzarán a prepararse en febrero del 2009.
Las provincias más atrasadas son Matanzas y La Habana.

En la próxima sesión de la Asamblea, volveré a recordarlo para que no
se nos olvide.

En cuanto a los constructores, debo decir que la respuesta es muy, muy
insuficiente en este sector clave para el desarrollo del país en todos
los aspectos, hasta para las miles de viviendas que tenemos que
construir. Veremos qué podemos hacer.

Son pasos dentro del conjunto de medidas que habrá que continuar
adoptando, hasta que trabajar constituya realmente algo vital para
todos. Dicho más claro: que las personas sientan la necesidad de
trabajar para satisfacer sus necesidades, independientemente de la
conciencia de todo ciudadano honesto sobre este primordial deber.

No nos engañemos más; si no hay la presión, si no existe la necesidad
de trabajar para satisfacer mis necesidades, y me lo están dando
gratis por aquí o por allá, nos quedaremos sin voz llamando al
trabajo. Esa es mi forma de pensar, y por eso todo lo que estoy
proponiendo va en gran parte encaminado hacia ese objetivo. No nos engañemos.

Compartimos la preocupación de muchos compatriotas respecto a
individuos que no aportan a la sociedad, pero debemos estar
conscientes de que son problemas que no resuelve una disposición, ni
siquiera una ley. Requieren un enfoque que integre acciones políticas,
económicas, legales y administrativas, y, sobre todo, lo que les acabo
de decir: que sientan la necesidad de trabajar.

En las relaciones internacionales son considerables los éxitos del
país. Hemos cumplido cabalmente con nuestra responsabilidad como
Presidente del Movimiento de Países no Alineados, hoy más activos y
cohesionados. En la ONU fue aprobada la resolución contra el bloqueo
por décimo séptima ocasión consecutiva. Hace pocos días en Brasil, la
Cumbre del Grupo de Río recibió con una ovación el ingreso de Cuba
como miembro pleno, e igualmente fueron escuchadas con respeto y
atención las valoraciones de nuestro país por los mandatarios
asistentes a las cumbres de América Latina y el Caribe sobre
Integración y Desarrollo, y del Mercado Común del Sur.

Las naciones de nuestro subcontinente han pasado de las peticiones a
la exigencia en cuanto al cese de las agresiones contra Cuba por parte
de los Estados Unidos, tanto en eventos multilaterales como de forma
individual por un número creciente de gobiernos y parlamentos.

Ejemplo de esa transformación es el pronunciamiento contra el bloqueo
adoptado de forma unánime en la Cumbre de América Latina y el Caribe
sobre Integración y Desarrollo.

En el año continuamos batallando sin descanso por el regreso a la
Patria de nuestros Cinco Héroes. Renovamos ante sus familiares y el
pueblo el compromiso de no desmayar jamás en ese esfuerzo hasta que
regresen a su Patria (Aplausos prolongados).

La inmediata e importante ayuda recibida tras el paso de los
huracanes, junto a los incontables mensajes de solidaridad y aliento,
son gestos que aprecia y agradece nuestro pueblo, a la vez que otra
muestra palpable del respeto y el cariño que Cuba ha sabido ganarse
con su actuación siempre vertical y de principios en sus relaciones
con el resto de los países, y su cooperación solidaria y desinteresada
en incontables campos, especialmente en los de la salud y la educación.

Vivimos un momento histórico radicalmente diferente, muy diferente al
de aquellos años en que los gobiernos de América Latina, salvo muy
contadas y honrosas excepciones, se plegaban en bloque de manera
sumisa a los dictados de Washington para aislar a Cuba. Hoy estamos
cosechando los frutos de una política exterior firme, solidaria y
basada en principios inviolables, concebida y llevada a la práctica
por el compañero Fidel durante casi cinco décadas, aun en las más
difíciles circunstancias.

Fuimos anfitriones en el año que concluye de importantes reuniones
internacionales, la más reciente la Tercera Cumbre Cuba-CARICOM,
efectuada a comienzos de diciembre en Santiago de Cuba con excelentes
resultados, y a la que por primera vez asistieron todos los
mandatarios de los países que integran la Comunidad del Caribe.
Además, hemos tenido el honor de recibir a numerosos Jefes de Estado y
de Gobierno, y a personalidades de la política, la economía, la
religión, la ciencia y la cultura de todos los continentes.

Hace 50 años, por estos días el Ejército Rebelde, en estrecha
coordinación con los combatientes de la lucha clandestina, obtenía sus
grandes y decisivas victorias finales a lo largo y ancho del país. No
transcurrió una semana y ante el empuje de la Revolución, se desplomó
la tiranía fruto del golpe de Estado que casi siete años antes terminó
de sumir al país en la tragedia.

El triunfo en nuestra última Guerra de Liberación llegó exactamente
cinco años, cinco meses y cinco días después del heroico intento de A
tomar el cielo por asalto@ en Santiago de Cuba y Bayamo, el 26 de
julio de 1953.

La victoria del Primero de Enero no marcó el final de la lucha, sino
el inicio de una nueva etapa caracterizada por la cada vez más masiva
y consciente participación del pueblo, en la que no ha habido un
minuto de tregua durante el medio siglo transcurrido. Así han sido
también estos últimos 12 meses, especialmente intensos y complejos, a
los que hemos pasado balance.

Por eso concluyo deseándoles, a ustedes y a todos nuestros
compatriotas, para el año 2009 salud y mucha energía. Vamos a
necesitar de ambas, como he dicho otras veces, ( trabajo hay de sobra!

Los revolucionarios cubanos podemos mirar hacia el pasado con la
frente en alto y al futuro además con la misma confianza en nuestra
fuerza y capacidad de resistir.

Felicitémonos todos por el aniversario 50 del triunfo de la
Revolución, en primer lugar a su Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz
(Aplausos prolongados y exclamaciones), quien nos ha ido conduciendo,
ayer, hoy y siempre, ( de victoria en victoria!

Muchas gracias.

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