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Wisconsin, la pelea de fondo

Lo que pasa en ese estado no es apenas un recorte presupuestario, sino un experimento para quebrar a los sindicatos. Con lo que republicanos y demócratas están nacionalizando la pelea y las manifestaciones son enormes.
Apenas quinientas tarjetas hechas por estudiantes y graduados de Madison para el Día de los Enamorados, con el lema “I Love UW. Governor Walker, Don’t Break My Heart” (Amo a la Universidad de Wisconsin. Gobernador Walker, no rompas mi corazón), pusieron en marcha una de las movilizaciones gremiales más grandes de los Estados Unidos en las últimas décadas. Por quinto día consecutivo, sindicatos y otras organizaciones sociales bloquearon ayer la ciudad de Madison, capital del estado, en oposición al severo proyecto de ley del gobernador republicano Scott Walker que, entre otras cosas, dejaría a los sindicatos de empleados públicos sin capacidad de negociar convenios colectivos de trabajo. Los manifestantes son algo así como el veinte por ciento de toda la población de Wisconsin y, aunque en franca minoría, anoche incluyeron también a varios miles de republicanos en apoyo a su gobernador. En medio de una intensa polarización política e ideológica, la discusión es seguida por todo Estados Unidos como una pelea que puede definir el futuro del poder sindical y su influencia en la distribución del ingreso en todo el país.
 
La reacción contra el proyecto conocido como “ley de reparación presupuestaria” no arrancó entre los empleados públicos sino en oposición a los recortes presupuestarios a la universidad. El fin de semana pasado, estudiantes, docentes y no docentes de la Universidad de Wisconsin –donde en los ‘60 se registró uno de los puntos más tempranos y sangrientos de las protestas contra la guerra de Vietnam– repartieron en Madison las tarjetas del Día de los Enamorados contra Walker. Apenas siete días después, la protesta ya involucra a más de 100 mil personas sólo en Wisconsin, tiene el apoyo de la totalidad de los sindicatos, va en camino de convertirse en una de las movilizaciones gremiales más grandes de las últimas décadas, ha dejado al Parlamento ocupado por los manifestantes durante cuatro días, involucró al presidente Barack Obama y a la neoconservadora Sarah Palin e implicó entre otras cosas la decisión de los diputados demócratas de huir del estado de Wisconsin como recurso legal para dejar sin quórum al gobernador.
En lo central, el proyecto de Walker limita el poder de los sindicatos del sector público a discutir sólo salarios, dejando afuera beneficios y condiciones de trabajo. También impone un techo a las mejoras salariales basado en el índice de inflación y aumenta las contribuciones a los fondos de pensión y salud. Además, modificaría la vida gremial obligando a los sindicatos a revalidar sus conducciones todos los años.
 
Anoche, cerca de quince mil personas acampaban de nuevo frente al capitolio local. Los diputados demócratas “en el exilio” amenazan con no volver al estado hasta que Walker se comprometa a negociar. Tienen a su favor las encuestas: dos tercios de la población se opone a la ley. Pero el gobernador cuenta a su favor haber sido electo recientemente en base a una plataforma conservadora que, si no explicitaba este paso, le daba todo su sustento.
 
La cruzada de Walker tiene menos que ver con los problemas fiscales de su estado que con las necesidades de validar su liderazgo en un estado recién recapturado para el lado republicano, y con proyectar su figura a nivel nacional al frente del movimiento de derecha que se consolidó en la elección de noviembre último. “Es hora de limitar el poder de los sindicatos, y en eso espero poder ser la fuente de inspiración para muchos otros”, dijo ayer. Su proyecto es en ese sentido el ariete de una avanzada a nivel nacional y la elección de Wisconsin como punto de partida es cualquier cosa menos casual. Si en algo coinciden el gobernador y los sindicatos es que si esta ley se aprueba en Madison, se abren las puertas para una formidable reducción del poder de los sindicatos y de su capacidad de incidencia en la distribución del ingreso a nivel nacional. De ahí que sindicatos y grupos conservadores de Ohio, Florida, Iowa, Maine y Nueva Jersey se involucren en la pelea.
 
“Si se aprueba en Wisconsin se puede aprobar en cualquier lado”, repitió ayer Gerald W. McEntee, jefe del sindicato de empleados públicos. Lo mismo piensan los gobernadores republicanos. Y hay al menos tres razones para esa expectativa. Una es que, al menos desde los ’30, Wisconsin ha sido un estado donde los demócratas mantuvieron una cierta tradición progresista y una asociación sólida con los sindicatos que se tradujo en un dominio fuerte, aunque no permanente, sobre la política local. La aprobación de esta ley sería una derrota partidaria que se haría sentir en todo el país. A nivel laboral, la avanzada de Walker también implicaría quebrar el poder de uno de los sindicatos de empleados públicos más grande y poderoso de Estados Unidos, con 170 mil afiliados. El Afscme fue creado en los ’30 al calor del avance de la legislación laboral durante el New Deal. Y en 1959 se convirtió en el primero con capacidad de negociar convenios colectivos de trabajo.
 
Finalmente, con la vista en los números, queda claro que el proyecto es derivado del endurecimiento ideológico republicano más que de una urgencia económica de Wisconsin. El desempleo (7,5 por ciento) y el déficit proyectado (12,8 del presupuesto) no sólo están por debajo del promedio nacional sino que son optimistas comparados con los de otros estados. Que la convicción ideológica es el motor de esta pelea explica que más de un centenar de organizaciones vinculadas con el Tea Party en todo el país hayan comenzado a movilizarse desde ayer en favor de la medida.
 
El lugar más complicado, una vez más, es el de Obama. Su oposición a Walker fue clara –“es un asalto contra los sindicatos”, dijo– pero aún no se tradujo en una movilización de recursos políticos a favor de la protesta. No es exagerado suponer que sus últimos pasos también abonaron el campo para iniciativas como las de Wisconsin. Hace apenas diez días envió al Congreso un proyecto de presupuesto centrado en el recorte de gastos, con argumentos que en muchos casos se superponen con los de la oposición. La suerte, en ese sentido, no está del lado de los sindicatos. Ayer, mientras en Madison se producían las marchas más grandes a favor y en contra del gobernador, la Cámara baja en Washington rearmó el proyecto de Obama y, con mayoría republicana, aprobó el recorte del gasto público más grande de la historia moderna de los Estados Unidos.
 
Si la pelea de los sindicatos contra Walker tiene carácter épico, también es porque tiene chances de convertirse en el hito que represente una derrota más de los sindicatos. Nada está definido, pero medios y analistas volvían anoche una y otra vez al recuerdo de la famosa huelga de controladores aéreos que Ronald Reagan quebró en 1981. Desde entonces, el reajuste de la sociedad norteamericana cuenta en su iconografía huelgas masivas y prolongadas de los obreros de la carne en Minnesota o de industriales en Illinois, cuyas derrotas jalonaron el retroceso del sector asalariado en la vida económica del país durante las últimas tres décadas.

Por Ernesto Semán
 

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Queridos estudiantes de secundaria:
¿Qué les parece eso de que cientos de estudiantes de secundaria de Wisconsin hayan abandonando las clases hace cuatro días y hayan ocupando ahora el edificio gubernamental del Capitolio y sus jardines en Madison para pedir que el gobernador detenga sus ataques a los profesores y a otros trabajadores estatales? Yo tengo que decir que es una de las cosas más extraordinarias que he visto en años.
Ahora estamos viviendo uno de los momentos más asombrosos de la historia. Y este momento ha llegado porque todos los jóvenes del mundo han decidido que ya han tenido bastante. La juventud se ha rebelado – y sólo es cuestión de tiempo.
Ustedes, los estudiantes y los jóvenes desde El Cairo, Egipto, hasta Madison, Wisconsin, están levantándose, ocupando las calles, organizando protestas y negándose a dispersarse hasta que sus voces sean escuchadas. ¡Bravo, asombroso! Les han dado un buen susto a los poderosos, a los adultos que estaban convencidos de que habían hecho un buen trabajo tratando de estupidizarlos y de distraerlos con tonterías inútiles hasta hacerlos sentir sin fuerzas, como otra pieza más del mecanismo, como un ladrillo más de una pared. Ustedes fueron alimentados con propaganda sobre “cómo funciona el sistema” y muchas otras mentiras sobre como se hace la historia, de modo que estoy sorprendido de que hayan podido liberarse de todo eso y de haber sido capaces de ver la verdad tal cual es. Todo se hallaba programado con la esperanza de que ustedes mantendrían la boca cerrada, siguiendo la fila y obedeciendo órdenes. Y no se la jueguen, porque, si lo hacen, ¡podrían terminar sin tener un buen trabajo! Ustedes pueden terminar como algo accidental y nada más. Se les ha dicho que la política no es “cool” y que una persona no cambia nada.
Y por una hermosa y desconocida razón, se negaron a escuchar. Puede ser porque han visto que nosotros, los adultos, les estamos dejando un mundo cada vez más vacío y miserable, con los polos deshelándose, los trabajos mal pagados, las incesantes máquinas bélicas y este plan para endeudarlos a los 18 años con la estafa que se conoce por el nombre de crédito estudiantil.
Y lo que es más, ustedes han escuchado a los adultos decirles que no pueden casarse legalmente con la persona que aman, de que no son dueñas de su útero y que si un muchacho negro llega a la Casa Blanca es porque seguramente habrá entrado ilegalmente desde Kenia.
Ahora, por lo que he visto, la mayoría de ustedes han rechazado toda esa porquería. No se olviden nunca de que han sido ustedes, los jóvenes, los que llevaron a Obama a la presidencia. Primero armaron un ejército de voluntarios para lograr su nominación. Luego en Noviembre de 2008 concurrieron en cantidades record a las elecciones. ¿Saben ustedes que el único grupo de edad en el que Obama ganó el voto blanco fue el de los jóvenes de entre 18 y 29 años? La mayoría de los blancos mayores de 29 años votó por Mac Cain y, sin embargo ¡ganó Obama! ¿Cómo pudo ser? Con los votantes jóvenes de todas las razas, un record de concurrencia que superó a la gran cantidad de adultos blancos temerosos de ver en el salón Oval a alguien cuyo segundo nombre es Hussein. ¡Gracias jóvenes votantes por haber logrado que sucediera!
Los jóvenes en otro lugar del mundo, más especialmente en Medio Oriente tomaron las calles y derrocaron a sus dictatoriales gobiernos sin disparar un tiro. Su coraje ha inspirado a otros a adoptar esa actitud. Este es un gran momento, un brote de empuje juvenil que no se puede, y que no podrán, detener.
Aunque yo haya dejado ya hace mucho tiempo vuestro grupo de edad, estoy tan conmocionado por los recientes sucesos que quiero poner mi granito de arena y tenderles una mano. He decidido dedicar una parte de mi página web a los estudiantes de secundaria, de manera que ellos –ustedes – tengan la oportunidad de poder dirigirles la palabra a millones de personas. Durante mucho tiempo me pregunté ¿porqué no escuchábamos las voces de los adolescentes en nuestros medios más importante? ¿Porqué vuestra voz vale menos que la de los adultos?
En todas las escuelas secundarias de los EE.UU., los estudiantes tienen grandes ideas para mejorar las cosas o para cuestionar por qué las cosas van como van, pensamientos y opiniones que son ignorados o silenciados. ¿Cuán a menudo las inquietudes del conjunto de los estudiantes son ignoradas? ¿Cuántos estudiantes, hoy en día, tratan de hablar, o de defender algo importante o simplemente modificar algo incorrecto y son rápidamente silenciados por las autoridades o hasta por sus propios compañeros?
He visto durante años a estudiantes que querían participar en procesos democráticos y se les ha dicho que la escuela secundaria no es una democracia y que no tienen derechos (hasta el Tribunal Supremo ha dicho que los estudiantes no pierden sus derechos “al cruzar el umbral del colegio”).
Siempre me ha pasmado escuchar como los adultos sermoneamos a los jóvenes acerca de la gran “democracia” que tenemos pero que, cuando los estudiantes tratan de participar, se les recuerda que todavía no son ciudadanos plenos y que deben comportarse como simples criados. ¿Hay que asombrarse, entonces, cuando algunos, llegados adultos, no se sienten partícipes de nuestro sistema político porque se les lleva enseñando durante sus últimos doce años de vida que, por ejemplo, no tienen nada que decir sobre las decisiones que los afectan?
Nos encanta decir que contamos con una “prensa independiente”, pero ahora ¿que tan libres son los periódicos escolares? ¿Qué tan libres son de escribir o de bloguear sobre lo que quieren? He escuchado historias de adolescentes que no pueden publicar en la escuela. ¿Por qué no? ¿Por qué debemos silenciar o quitar de la vista la voz de los adolescentes?
Esto no sucede en otros países. La edad de voto en Austria, Brasil o Nicaragua son los 16 años. En Francia, los estudiantes pueden parar el país saliendo simplemente de los colegios y ocupando las calles.
Pero aquí, en los EE.UU., te dicen que obedezcas y que dejes a los adultos seguir conduciendo el show.
¡Vamos a cambiar esto! Estoy iniciando en mi página web algo llamado “Periódico de secundaria”. Aquí ustedes podrán escribir lo que quieran y yo lo publicaré. También lo haré con aquellos artículos que quisieron publicar en sus escuelas y no se lo permitieron. En mi sitio ustedes tendrán libertad y un foro abierto y la oportunidad de que vuestra voz llegue a millones.
He pedido a mi nieta de 17 años, Molly, que se haga cargo de editar esta página durante los seis primeros meses. Ella les pedirá que le manden sus historias e ideas y las mejores serán publicadas en MichaelMoore.com. Les brindaré la plataforma que merecen. Tendré el honor de tenerlos en mi página y los aliento a que lo aprovechen.
A menudo les llaman “nuestro futuro”. Ese futuro es hoy, aquí y ahora. Han demostrado que pueden cambiar el mundo. Háganlo. Y me sentiré honrado de ayudarlos.
Vuestro
Michael Moore
P.D. ¿Cuando pueden empezar? ¡Ya mismo! Vayan a la página y regístrense (pueden usar un seudónimo si quieren y no tienen que mencionar su colegio). Eso es todo. Ya podrán comenzar enviando blogs, música, videos y más.
P.P.D. Si estas leyendo esto y no eres estudiante de secundaria, tómate un minuto y remítelo a los estudiantes de secundaria que conozcas.

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