Las crisis de las universidades es gruesa, evidente: en los recortes presupuestales y de pensum, en la política privatizadora de la universidad pública, con exclusión, costos, baja calidad académica y nula autonomía universitaria, en detrimento de los sectores populares. A la universidad privada también la afectan las reformas que pretende hacer el gobierno para erotizara más –y con inversión extranjera como en cualquier otro sector–, sin guarda del interés nacional en cuanto a programas ofertados y de la calidad de los mismos, sin que la autonomía universitaria valga.
Larga, con identidad y valiente. El estudiantado santiaguino tiene una tradición de lucha en defensa de su educación y de los sectores populares desde los años 70 del siglo XX, cuando corrió calles y enfrentó represión junto a la Universidad del Valle y los estudiantes de colegios públicos (Santa Librada, INEM, Camacho, etcétera), por las mismas razones que hoy luchan las universidades y colegios públicos.
La Universidad Santiago de Cali enfrenta una de sus crisis que la asedian. Precisamente por ser abierta en composición social y debate político, la cruzan casos de manipulación política y económica por parte de sectores dominantes tradicionales y del narcotráfico, eventos en los que juegan papel importante el burocratismo, el clientelismo y la corrupción; pero también el rechazo de la comunidad universitaria a estas lacras. Su movimiento estudiantil en defensa de la Universidad rebota a raíz de los problemas generados por la crisis financiera y administrativa que viene desde 2001. En especial con el nombramiento de Hebert Celin Navas como rector y su Proyecto 2015, que desembocó en protestas y disturbios en el campus de Pampa Linda (Cali), en marzo de 2011, cuando los estudiantes y algunos profesores asumieron la lucha por la USC, en busca de un cambio en sus estructuras. Al respecto, una activa estudiante de Derecho, expuso sus puntos de vista.
P: ¿Qué tipo de organización jurídica tiene la Universidad?
R: La Universidad es privada pero tiene modelo de cogobierno. Es una corporación. Políticamente no pertenece a nadie, porque es de todas las personas que la conforman. Los dineros que ingresan se deben redistribuir dentro de la Universidad con la administración de los estamentos profesoral, estudiantil, y de los socios fundadores y egresados.
P: ¿Cuál es el origen del movimiento y qué sectores participan?
R: Hace dos años, cuando entré a la Universidad, era época de elecciones para Consejo Superior, Consejo de Facultad, Consejo Académico. Varios de quienes en este momento pertenecemos a los movimientos estudiantiles, estuvimos en las listas a los distintos consejos. Cuando ya pasó el cuento electoral, nos dimos cuenta de que había muchas irregularidades, compra de votos, se dio lechona, aguardiente como en cualquier comicio. Entonces empezamos a organizarnos. Era un grupo de debates que en un principio se llamó Coordinadora 20 de Octubre. Luego, seguimos con el proceso de formación. Nos sentábamos a estudiar, a investigar qué estaba pasando en la Universidad. Decidimos buscar contratos y analizar los Estatutos, que es el tema que a nosotros nos convoca.
P: ¿Cuál es el problema?
R: Nuestra pelea estriba en que por Estatutos el consejo superior está integrado por 30 personas, tres por facultad y los tres socios fundadores. Pero, los Estatutos se modificaron y de 30 pasaron a 123. Además, el tiempo de ejercicio en el consejo superior tuvo alargue. Antes eran tres años y ahora son cinco. Un motivo que desprendió la crisis financiera, los problemas fiscales y académicos, ya que eso se presta para amaños.
P: ¿El problema principal de la Universidad gira alrededor de los Estatutos?
R: Pedimos que se modifiquen, que bajen de los cinco años a tres como antes, para el consejo superior, y que se minimice la cuota de consejeros a 30. Exigíamos la reforma del perfil del rector, porque lo único que exigían los Estatutos para ser rector de la Universidad era que tuviera un pregrado, cinco años de experiencia como docente, tres como administrativo, y tres en cualquier cargo público representativo en toda la Universidad.
P: ¿No se exigían posgrados?
R: Nada de eso. El perfil era muy bajo y daba cabida a que cualquiera administrara la U.
P: ¿Como sector estudiantil, ustedes tienen una veeduría?
R: Dentro de los Estatutos está la figura del procurador universitario, pero sin reglamento como tal. Si designan a una persona, pues no es realmente en nombre de los estudiantes.
P: ¿Cuáles otros sectores participan, los egresados y profesores, tienen un interés?
R: Dentro de los problemas que la Universidad tiene en este momento, el más grande es el financiero. Un déficit fiscal alrededor de los 70 mil millones de pesos que repercute en todos los vinculados a la U. Además, desde hace muchos meses a los profesores no les pagan la seguridad social ni los salarios, y lo mismo ocurre a los trabajadores. A los egresados, ese déficit los afecta en la actividad académica, porque a muchos profesores les recortaron el pago de las horas, a hora cátedra.
P. ¿La Ley 30 o la reforma universitaria tiene que ver algo con la Universidad?
R: Aunque la Universidad es privada tiene presencia popular. La mayoría de quienes estudian aquí están en estratos 1 a 3 que financian su matrícula, principalmente, con el Icetex. Entonces, hay muchos puntos dentro de la ley que perjudican la Universidad, como se afecta a la autonomía universitaria, pues cobija tanto a las públicas como a las privadas.
P: ¿Ahora qué sigue dentro de los objetivos del movimiento?
R: ¡La reforma!, hasta cuando se dé en los términos que todos esperamos: que llamen a nuevas elecciones y se organice nuevamente el consejo superior. Hay muchos estudiantes que apoyan, hay otros que no, pero intentamos que todos conozcan los problemas. “Queremos demostrarles a la administración y al consejo superior que el poder en la Usaca del cogobierno radica en nosotros, no en ellos que no son más que nuestros delegados y tienen la obligación de rendirnos cuentas, acceder a nuestras peticiones, y administrar eficiente y democráticamente nuestros recursos” (Blog del movimiento estudiantil USC).
*Artículo elaborado 15 septiembre de 2011.
Recuadro 1
Crisis y función de la Universidad
Una solución de la crisis universitaria implica aspectos académicos, pedagógicos, logísticos, filosóficos conceptuales, relacionados todos con las condiciones reales económicas, políticas y sociales del país como factores para su verdadero desarrollo. Superación que va más allá de la cantidad de carreras o especialidades, de los profesionales que se van a capacitar o la cobertura ofrecida, y tiene relación con las políticas, las leyes que las reglamentan, los presupuestos, y la calidad ética y académica de los docentes, así como, con los objetivos de la educación a mediano y largo plazo.
En la actual sociedad, la formación profesional, como acopio y difusión del conocimiento, se rige exclusivamente por las leyes del mercado, sobre todo si se trata de aumentar o mantener la supremacía del conocimiento por parte de los países ‘desarrollados’, proceso que también expropia recursos humanos, como se hace con los recursos naturales de los países empobrecidos o de la periferia. No se trata solamente de la cooptación hacia las metrópolis de los cerebros para nutrir sus aparatos científicos y tecnológicos, sino también, de mantener en los países del sur unas élites intelectuales y científicas al servicio de la clase dominante. Por supuesto, el capitalismo no forma ciudadanos profesionales con una visión humanística para buscar solución a los problemas sociales y ecológicos. Por esto, no se puede pretender que de sus instituciones políticas surjan alternativas a la crisis educativa.
Es responsabilidad de los sectores comprometidos (estamentos y comunidad) definir, de acuerdo a sus intereses, un modelo de educación, un modelo de universidad, que confronte la reforma universitaria que el Gobierno quiere imponer, exigiéndole al Estado su aplicación como un mandato de la autonomía. Urgente de rescatar y ejercer dentro y fuera del campus, porque la Universidad tiene el derecho y el deber ético de estudiar, indagar y proponer medidas alternativas a las problemáticas del país. Además, debe estar involucrada en los procesos de investigación y de desarrollo de los grandes proyectos nacionales.
Recuadro 2
Cronología
Desde 2009, la USC viene con problemas financieros asociados al Proyecto 2015.
- En ese año los consejeros fueron elegidos con fraude. Hubo compra de votos, clientelismo. A una urna, después de cerrada, le iban a introducir más votos.
- En el semestre B de 2010, los estudiantes protestaron, inconformes con los propios representantes estudiantiles. Así se creó el Movimiento 20 de Octubre (por la fecha de su lanzamiento), que hace presencia en la Primera Asamblea General de Estudiantes, donde se habla de reforma estatutaria y se invita a los consejeros, pero ellos desconocen el movimiento.
- Por esa misma fecha se crea otra organización estudiantil que se llama Bloque 3, tomándose precisamente el bloque 3 (administrativo y financiero), cuya bandera es la renuncia del rector Heberth Celin.
- El 23 de febrero de 2011, con disturbios, se retira el rector Celin, asumiendo en interinidad la vicerrectora María Nelsy Rodríguez y manteniéndose Beatriz Delgado como gerente administrativa. Esa misma noche se entrega el bloque 3 en presencia de la personería municipal y una comisión de derechos humanos. Desde el 18, hubo conocimiento del desalojo.
- 23 de abril, el rector (e) introduce al Esmad de la Policía en el alma máter a las 3 de la madrugada del sábado de Semana Santa, para sacar a la fuerza y detener a cuatro estudiantes.
- En la primera semana de marzo de 2011 se convoca a una firmatón, pidiendo la disolución del consejo directivo, con más de 3.000 firmas.
- El 18 de mayo, Carlos Pérez es elegido como rector por el cuestionado consejo superior de la Santiago. Aquél venía ejerciendo desde la renuncia de María Nelsy Rodríguez, el mismo que ordena llamar a descargos a cinco profesores que apoyaban a los estudiantes.
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