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Pacific Rubiales y el gobierno contra los trabajadores

Pacific Rubiales y el gobierno contra los trabajadores

El pasado viernes 7 de octubre se puede recordar como un gran día del cinismo en nuestro país. En esta fecha, el ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas, y el Vicepresidente corporativo de Pacific Rubiales, Energy Federico Restrepo, le ‘informaron’ al país la supuesta solución del conflicto laboral con los trabajadores de Campo Rubiales. En su última protesta (19 y 20 de septiembre), estos trabajadores habían puesto en jaque a la empresa con la parálisis de la producción de los 225.000 barriales diarios de crudo.

Acuerdo mentira

Para muchos colombianos se pudo presentar sorpresivo y bien recibido el hecho de que les ‘solucionaran’ los problemas a los trabajadores. Tal noticia, presentada desde los medios de comunicación, parecía ser una nueva realidad para los trabajadores y la comunidad de Puerto Gaitán, pero, según informó la USO, el acuerdo no corresponde a la realidad del proceso de lucha que se ha venido adelantando en la región y que llegó a establecer en la última protesta una mesa de negociación, junto a ocho mesas sociales que se instauraron el día 3 de agosto en el diálogo social realizado en Puerto Gaitán con la presencia del vicepresidente Angelino Garzón.

En el acuerdo presentado el fin de semana por el Ministro se habla de aumentar el salario mínimo de los trabajadores de mano de obra no calificada a $1.050.000, que los turnos laborales no serán de 21 días de trabajo y 7 de descanso sino que éste aumenta dos días porque la mayoría tiene que ir y volver de sus regiones, mejoras en las instalaciones y la condiciones para vivir, entre otras ‘concesiones’. Hay que tener en cuenta que no son comparables las condiciones de un trabajador de cualquiera de las ciudades del país con las exigencias del trabajador de la industria que extrae una riqueza inmensa de recursos naturales, además de que el trabajador tiene que alejarse de su hogar y su región para encerrarse a trabajar en condiciones difíciles. Algo que se ha vuelto costumbre en la zona son los contratos basura, o sea, que después de los 21 días de trabajo no vuelven a contratarlos.

Salida unilateral

Según Héctor Vaca, secretario de Educación de la USO, “este supuesto acuerdo es una medida que está presentado decisiones unilaterales por parte de la empresa, como si fueran acuerdos con los trabajadores”. Antes que el Ministro hiciera la presentación pública y oficial del acuerdo, ya desde los medios se venían ventilando aspectos del mismo.

Estas salidas unilaterales han sido una constante por parte de la empresa en el proceso de negociación surgido luego de las protestas de los días 19 y 20 de septiembre, cuando se fijaron unos puntos de negociación y un mes para desarrollarla. Pero la empresa continuó fraguando otras salidas con la complicidad soterrada del Gobierno. Fue así como en Puerto Gaitán la directora regional de la Oficina del Ministerio de la Protección Social hizo un supuesto acuerdo a puerta cerrada con Pacific Rubiales respecto al aumento salarial. Allí no había representantes de los trabajadores ni de las organizaciones sociales pero se pretendía suplantar el escenario de la mesa laboral, que, según el acuerdo, es el Ministerio de la Protección Social en Bogotá. Luego de pedirles a los Ministros de la Protección Social y del Interior como garantes de la negociación que aclaran la situación, se pudo continuar.

Esto sucedió en medio de un contexto de acuerdo para desarrollar la mesa de negociación luego de las protestas de septiembre. En esta mesa se había acordado que se discutirían los siguientes puntos: 1. Salarios y prestaciones sociales. 2. Ejercicio sindical. 3. Mano de obra de Puerto Gaitán. 4. Contratos de trabajo. 5. Población en debilidad manifiesta. 6. Reintegro de los trabajadores despedidos después del 19 de julio pasado. La mesa no realizó su primera sesión porque la empresa tenía otra agenda, como quedó demostrado ante el país y la comunidad internacional.

Farsa permanente

Pacific Rubiales nunca ha reconocido la problemática planteada por los trabajadores, pero los aspectos que se presentan en el acuerdo mentira son parte de los puntos que los trabajadores sacaron a la luz pública. Este año, en Campo Rubiales y Campo Quifa se han presentado dos protestas, la primera durante el 18 y 19 de julio, que terminó con el acuerdo de hacer nueve mesas de diálogo social en Puerto Gaitán. El incumplimiento en lo relativo a las mesas fue el motivo que generó la segunda protesta (19 y 20 de septiembre). Además de esta protesta, en otros campos petroleros de Puerto Gaitán se han presentado otras durante este semestre, como la iniciada el 20 de junio contra la contratista Montajes J.M., que trabaja para la multinacional Cepcolsa; también las iniciadas el 27 de julio en la estación Corocora de la empresa Morelco-Shrader Camargo, contratista de Oleoductos de los Llanos O.D.L.E.

En el supuesto acuerdo es demasiado evidente la farsa sobre los trabajadores, con quienes se hace la negociación, como lo indica la USO en su comunicado: “Aclaramos que UTEN (Unión de Trabajadores de la Industria Energética Nacional y de Servicios Públicos Domiciliarios), filial de la CGT, que afilió el pasado 4, 5 y 6 de octubre a 700 trabajadores directivos de Pacific Rubiales Energy, no representa los intereses ni ha estado en el Conflicto Laboral de los 12.000 trabajadores de contratistas al servicio de la multinacional Canadiense Pacific Rubiales Energy”.

La estrategia que ha utilizado la Pacific desde la instalación de las mesas el 3 de agosto es ofrecer algunos paliativos ante las mesas de la comunidad, mientras se aísla y estigmatiza la mesa laboral ante la comunidad porque es representada por la USO. Constantemente, la empresa ha dicho que la USO quiere suplantar a la comunidad. Con la declaración del Ministro, se pretende presentar un escenario donde ellos son los buenos, los problemas se solucionaron y la USO no tiene razón, y lo único legítimo es la comunidad y los trabajadores que ellos pueden manipular. En todo este proceso hay que considerar con mucho detenimiento lo que significa la complicidad del Gobierno y Ecopetrol S.A. con la multinacional.

La causa sigue y la caravana avanza

Con relación a los últimos hechos, Rodolfo Vecino, presidente de la USO , ha manifestado: “Es evidente que esta acción pretende desconocer a la USO como representante legal y legítima de los trabajadores tercerizados de las contratistas que trabajan para Pacific Rubiales, violando y suplantando la representación sindical. Vamos a denunciar y demandar ante la justicia nacional e internacional, toda vez que viola los convenios y protocolos de la OIT (Organización Internacional del Trabajo)”. Los trabajadores que supuestamente firmaron el acuerdo son empleados directos de Pacific Rubiales, que, por tener sueldos altos y mejores condiciones, están por encima de lo que se da en el supuesto acuerdo.

Una ruta vedada

Para denunciar estos y otros atropellos y violaciones a los derechos de los trabajadores, la USO organizó una Acción Humanitria “Acción por los derechos laborales, sociales y ambientales de los trabajadores que laboran para la multinacional canadiense Pacif Rubiales”, integrada por una Caravana solidaria, que tras un amplio recorrido desde Bogotá dialogará con los trabajadores en sus lugares de trabajo.

Un viaje extenso. La carretera de 180 kilómetros que comunica al pueblo de Puerto Gaitán con el campo petrolero de Rubiales no es una vía libre. Allí no existe la soberanía colombiana sino los intereses de la empresa respaldada por el Ejército Nacional. Cada vez que la USO ha pretendido llegar al campo petrolero, la empresa ordena que se bloque la vía. Esta situación hizo que meses atrás se programara una Acción Humanitaria Laboral a Campo Rubiales entre el 10 y el 14 de octubre, a la cual se sumaron 500 solidarios: de Bogotá partieron 150, entre ellas una delegación internacional integrada por delegados de la FLCIO (central internacional de los trabajadores de los Estados Unidos), delegados de la Federación Sindical Mundial, y de la Red de Hermandad de Francia. En Villavicencio se sumaron 100 y en Puerto Gaitán se integraron otras 250 personas. Hacen seguimiento a la caravana desde sus países: la Federación General de Trabajadores de Bélgica, e ICEM (Fedarción del sector energético europeo). La acompaña, de igual manera, un equipo jurídico que recoge las quejas y reclamos de los trabajadores.

La caravana partió de Bogotá el lunes 10 en la mañana, hizo su primera estación en la Plazoleta de los Libertadores de Villavicencio y de allí se dirigió a Puerto Gaitán, donde 15 minutos antes de llegar tuvieron que detenerse para presentar sus cédulas. En el segundo día realizaron un foro petrolero, al cual se vinculó la comunidad. El tema de las regalías se abordó a fondo, denunciándose que ahora por barril extraído sólo se recibirá el 2,1% de su valor. También se hizo un llamado para que el Gobierno realice los controles adecuados que obliguen a las multinacionales a cumplir con todas las normas ambientales y realice las acciones necesarias para reparar los daños ambientales ya generados en estos territorios.

En reunión realizada el día 11 en Puerto Gaitán con las autoridades de la región, se determinó el recorrido a seguir por la Caravana: avanzar el 12 hasta el caserío de Puerto Triunfo, jurisdicción de Puerto Gaitan; el 13 llegar a la vereda Rubiales, y realizar en horas de la tarde una asamblea sindical con los trabajadores de Pacif Rubiales. Allí, los abrazos solidarios trasmitirán toda la energía de las organizaciones sociales que saben que en esta lucha, contra el poder y el capital, la justicia vencerá.

Información adicional

Autor/a: Carlos Valbuena
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