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Entre lo dulce y lo amargo del chocolate

Entre lo dulce y lo amargo del chocolate

El cacao, un fruto que por siglos endulza el paladar del mundo, sufre las consecuencias de la globalización de los ricos, que potencia monopolios de todo tipo. En las regiones colombianas de Santander y Sur de Bolívar, los campesinos que lo siembran padecen el amargo de los bajos precios. Los dos paros agrarios del 2013- 2014 evidenciaron la crisis que vive este sector que aún está a la espera de que el actual gobierno cumpla con todo lo acordó a la hora de levantar las protestas.

 

Esa avalancha llamada progreso

 

Meses atrás, en los albores del segundo paro agrario del 28 de abril, saliendo de Bucaramanga, una carretera serpenteante y polvorienta me llevó por última vez a San Vicente de Chucurí, pequeño pueblo santandereano conocido como la capital cacaotera de Colombia. Fue la última vez que lo recorrí, porque en pocas semanas gran parte de su paisaje campestre sería inundado por el represamiento del río Sogamoso, y un moderno viaducto pasaría por los puentes, que cuan rascacielos grises, ya perturban la vista del viajero.

 

Son los efectos de la locomotora minero-energética, que guiada por la manivela del gobierno de segundo turno, dejará a su paso por aquí esa huella de destrucción creativa llamada progreso: con Hidrosogamoso muere el “río disfuncional” (de pescadores, campesinos y románticos viajeros) para dar paso al funcional y rentable flujo de la energía eléctrica.

 

Del pequeño pueblo cacaotero me queda un sabor dulce: su figura de reptil alargado perdido en un espeso paisaje verde, en cuyas alturas pueden evocarse unos esbeltos senos femeninos; también el recuerdo de las tiendas encantadoramente rústicas y fascinantemente perturbadas por el sonido de alguna quebrada cercana, como detenidas en el tiempo. Pero, igualmente, me deja un sabor amargo: el ambiente tenso generado por la crítica situación que viven los cacaoteros de esta zona santandereana.

 

Alimento de dioses, ajeno a los plebeyos (1)

 

El cacao, cuyo nombre científico es Theobroma (que en griego significa “comida de los dioses”), es originario de las selvas de Centro y Sur América. Su principal derivado es el chocolate, que humeante y espeso lo consumen casi a diario en infinidad de hogares.

 

Durante 28 siglos, el chocolate fue una bebida para la elite. A mediados del siglo XX, el chocolate se había trasmutado en un alimento sólido al alcance de todos. La Revolución Francesa (por la democratización de ingresos y riquezas) y la Revolución Industrial (arquetipo del crecimiento económico) fueron las fuerzas impulsoras de la transformación –progresista– de una bebida costosa a un alimento barato.

 

Hoy, su producción mundial ocupa más de 7 millones de hectáreas, ubicadas principalmente en bosques lluviosos tropicales. En el mundo su producción rodea los 3.3 millones de toneladas. Los principales países productores son Costa de Marfil (30%), Ghana (22%), Indonesia (13%), Nigeria (12%), Brasil (5%), Camerún (4%), Ecuador (3%), Colombia (2%), y un 9% para otros países. De su cultivo dependen unos 10 millones de trabajadores, y el 90% de su producción procede de pequeñas fincas de menos de 5 hectáreas.

 

De este sembrado, los pequeños productores (agricultores) sólo obtienen el 5% de los ingresos generados en el mercado del cacao. Los verdaderos dueños de tal negocio son: comercializadores (que compran y transforman el grano verde) y obtienen casi un 35% de los ingresos, las multinacionales de la industria confitera con un 39%, y los transportadores que alcanzan a obtener un 22% del ingreso.

 

De otro lado, dos tercios del cacao producido en el mundo subdesarrollado son procesados en países industrializados. Cuatro grandes compañías monopolizan su procesamiento: Cargill, ADM, Barry Callebaut y Nestlé. El mercado de productos finales del cacao es oligopolio de seis compañías de USA y Europa: Mars, Nestlé, Cadbury Schweppes, Hershey, Ferrero, y Kraft. Una total asimetría.

 

El consumo per cápita de cacao es también bastante asimétrico. Para 1997, Bélgica era el mayor consumidor mundial con 5 kilos anuales por habitante; en promedio un habitante europeo consumía 2.78 kg y un norteamericano 2.43 kg; pero un habitante de una región productora de cacao como América Latina sólo alcanzaba a consumir 691 gramos de chocolate al año.

 

La amarga realidad del campesinado colombiano

 

En Colombia hay aproximadamente 144.000 hectáreas sembradas de cacao, de las cuales 62.500 corresponden a la región de los santanderes y del sur de Bolívar. En el país son producidas más de 44.000 toneladas cada año (2). Igualmente el cacao, como fuente de ingreso y como artículo de consumo, también está alejado de los de abajo.

 

Lo que ocurre con este fruto es parte de la crisis del campo que, pese a dos paros agrarios en menos de un año, queda afrontada con meras promesas y paliativos por la administración del Presidente Santos. Como lo expresan los líderes campesinos santandereanos de la Mesa Regional Agropecuaria durante el pasado mes de abril: “[…] con mucha desesperanza, debemos informar a la opinión pública y al Gobierno que lamentablemente todo sigue igual, un permisivo contrabando, las importaciones aumentan, los almacenes de grandes superficies atiborrados de productos del agro importados que se producen en nuestras regiones, no hay alivios crediticios, los intereses siguen exageradamente altos, nuestros productos siguen a la baja, un deterioro creciente en el ingreso de los campesinos, con vías secundarias y terciarias en mal estado, los insumos costosos, con serios problemas por falta de oportunidades en salud, educación, ausentes de asistencia técnica, no hemos visto el cambio institucional […]”.

 

Los líderes hacen referencia a los pactos regionales logrados entre cacaoeteros, productores de frutas tropicales, leche, frijol, maíz, sector de transportadores de carga liviana, afectados por el proyecto Hidrosogamoso (La playa y Asociación de pescadores) con el gobierno nacional, como resultado del paro nacional agrario que sacudió al país entre agosto y septiembre de 2013.

 

Acuerdos dentro de los cuales esta: i) la institución de un precio mínimo por kilo de cacao de $ 800 que debe ser sostenido durante todo el 2014; ii) la creación y continuidad de la Protección al Ingreso Cafetero –PIC–, como medida de choque para solventar la crisis de sus productores; y iii) la protección de los páramos, impidiendo la siembra por encima de los 2.650 sobre el nivel del mar.

 

La realidad, además de asimetrica, resume la compleja situación de un producto agrícola sometido a las dinámicas monopolizadoras del capital internacional, así como la injusticia que afecta la vida de miles de campesinos que lo siembran. No es casual que quienes lo siembran esperen con ansiedad respuesta para los interrogantes que los agobian, entre ellos, ¿Continuará el gobierno Santos dilatando el cumplimiento de sus promesas firmadas en la mesa de negociación con los campesinos? ¿Hasta cuándo? ¿La solución de estas demandas requerirá de un tercer paro nacional agrario?

 

Mientras esto logra claridad, el sector cacaotrero sigue a la espera de que por fin este alimento de dioses deje de ser amargo para el campesinado.

 

Notas

1 Sección basada en: Observatorio de Corporaciones Transnacionales, 2005. “Las transnacionales del sector del cacao”. IDEAS, boletín Número 9. Córdona, España.
2 http://static.elespectador.com/archivos/2011/09/2c2f071e7fd1ec14f0dfd15b23a22581.jpg


 

Recuadro

Propiedades del cacao

El cacao posee cerca de 300 componentes identificados, de los cuales la gran mayoría benefician nuestro organismo. Algunos de estos son:

 

Propiedades antioxidantes: el cacao encabeza la lista de alimentos con propiedades antioxidantes, por encima del té verde, el acaí, el vino tinto y las bayas de goji, ya que posee más propiedades que todas ellas juntas.

 

Alto contenido de magnesio, mineral necesario para que nuestro organismo funcione de manera adecuada.

 

Anandamida: este fruto contiene anandamida, un compuesto químico orgánico y neurotransmisor que en nuestro cuerpo produce efectos levemente similares a los que generan algunos canabinoides. Funciona como un regulador del humor natural que ayuda, por ejemplo, en un tratamiento complementario para superar la depresión y otros aspectos relacionados al humor y el ánimo. Este compuesto también muestra tener efectos favorables sobre la concentración, el amor y el placer.

 

Alto contenido en cromo: mineral que ayuda, al ser consumido en porciones adecuadas, a bajar de peso, y que además actúa como regulador de la azúcar en la sangre.

 

Cacao no es cocoa

Una vez es procesado las propiedades del cacao ya no son las mismas, es decir, cuando lo conveierten en cocoa. Esto sucede porque cuando lo procesan los alimentos pierden la mayor parte de sus propiedades, sobre todo si reciben aditivos tóxicos como son los conservantes o azúcares refinados y/o artificiales.

 

Información adicional

Autor/a: FREDY CANTE
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