Al centro del debate de nuevo está la privatización de la Empresa de Teléfonos de Bogotá (Etb), patrimonio histórico-comercial colectivo de los capitalinos. Durante los últimos 25 años ha resistido, en medio de grandes dificultades, las embestidas neoliberales en abierta pugna por entregarla al capital privado. A tres meses del inicio del nuevo gobierno distrital, de nuevo la presentan como empresa inviable. Una vez más es presa del ánimo privatizador/especulador de Enrique Peñalosa quien amenaza con feriarla.
Sin completar ni dos horas como alcalde, el 1 de enero de 2016, en el acto de posesión de los nuevos concejales de la ciudad, Enrique Peñalosa expresó ante la ciudad y el país: “No pensemos que tenemos una empresa de teléfonos, pensemos que tenemos mil millones de dólares […]”. La monetarización del principal bien público de la ciudad no deja dudas sobre las pretensiones privatizadores del Alcalde. No es la primera vez que así piensa y actúa.
No es la primera vez que así piensa y así actúa. Carlos Velázquez, dirigente de Sintrateléfonos, delegado a la CUT-Cundinamarca, en entrevista con este mensuario, nos recuerda que hacia 1998, al inicio de su primera alcaldía en la capital: “[…] Peñalosa intenta privatizarla en siete ocasiones […] ¿cómo pudo sortearse esto? Debido a que el Contralor declaró como un absurdo la venta de la Etb en ese momento, pero a la vez porque se demostró por parte de los compañeros de las organizaciones sindicales que no era ni el momento propicio ni era el valor, estaban simplemente por acabar con este sector estratégico […]”.
Otros también actuaron contra la Etb. Tal y como puede apreciarse en la tabla, Antanas Mockus invirtió la lógica del funcionamiento empresarial neoliberal al interior de la Etb cuando convino favorecer el poder de decisión de los accionistas minoritarios. Vale la pena preguntarse: si el Distrito pasara a ser el accionista minoritario ¿conservará estás facultades elevadas de veto e intervención?
Prosiguen los años en la narración. Con tristeza recuerda Velásquez las esperanzas surgidas cuando arribó Lucho Garzon al Palacio Liévano (2004). Al menos fueron tres los errores en los que, según el sindicalista, incurrió el Alcalde. Primero, llega y dice: “este año no le voy a pagar a los accionistas con plata les pagaré con acciones […]” y venden las acciones; segundo, Etb poseía el 30 por ciento en Comcel, es decir nosotros éramos el 30 por ciento de Comcel en espectro radioeléctrico; tercer error, entrega el 25 por ciento de Ola, que era de nosotros, era la otra empresa que competía en Colombia […]. Decisiones que incrementan el dominio de los privados y restan participación estratégica a la Etb en compañías con las que ahora compite.
Velásquez relaciona la promulgación de estas legislaciones como las responsables de un cambio significativo operado en el mercado nacional de las telecomunicaciones, comenta: “[…] pasamos de ser un monopolio estatal a convivir con abusos de posiciones dominantes como Claro; en un mercado donde se goza de una posición dominante se puede bajar o subir el precio del producto ofertado”.
Muy claro se muestra el líder sindical frente al rol de la Etb en la sociedad y la argumentada imposibilidad de competir hombro a hombro con los grandes operadores del país. Velásquez abre de nuevo la conversación y en tono irónico comenta: “El sector de las telecomunicaciones es el que ha propiciado la concentración de fortunas, por ejemplo, la de uno de los hombres más ricos del mundo (Carlos Slim); el único lugar donde las telecomunicaciones parece no funcionar es en Colombia […] Es que aquí no se necesita un presidente para la compañía que actué bajo el concepto de la declaración del accionista mayoritario, no, necesitamos un ser que conciba una empresa pública compitiendo con las del capital transnacional, porque la Etb –la que tiene mejor aceptación dentro de los bogotanos porque la construimos desde hace 120 años– no requiere que se traiga un super mago, sino alguien que realmente la entienda como una empresa de servicios públicos, una empresa que debería ser totalmente de los bogotanos y que no solamente sirva para darle utilidades a nivel de capital sino que también brinde utilidades y beneficios sociales”.
Pero las estrategias para desestabilizarla continúan siendo el complemento perfecto de la legislación parcializada a favor de los privados. Juntos están preparando el brebaje capaz de inducir la privatización de la empresa, según el sindicalista: “[…] en la administración de Saúl Kattan, debido a un error en un contrato que se llama el Ciebel, la Etb perdió muchos usuarios porque la plataforma no soportó, no aguantó, facturaba mal, desconectaba a los usuarios, y esa plataforma se denunció en la Contraloría y ¿qué hicieron? […] ¿Aquí quién está mandando? Usted va y mira a las centrales y se da cuenta que nosotros estamos sosteniendo el mercado laboral de los españoles, porque en la Etb los que están administrando ciertas áreas son los españoles”.Continúa imponiéndose la ecuación desestabilizar, quebrar y vender, cuyos efectos han sido conocidos en otros procesos de privatización.
La administración de Gustavo Petro tampoco sale bien librada. De acuerdo a Velásquez: “Pésimo, pésimo, porque nos montó un personaje que no sabía nada de administración, él pensaba que el combo era la pizza con un video de esos de Betamax pues no sabía nada de telecomunicaciones. El nombrado llegó allí producto de un acuerdo político que el señor Petro tenía con los judíos. Si usted me pregunta opino que la alcaldía de Petro no nos sirvió absolutamente para nada ¿a qué le invirtió 300 millones de dolares? Vaya y mire como está la condición de desplazamiento laboral y cómo nos desplazó un personaje como el señor Hugo Eslava, realizando una reestructuración sin tener en cuenta para nada a los trabajadores ni al sindicato para hacer todos esos desplazamientos, una persecución con la que despidieron incluso al compañero fiscal de la organización sindical, le levantaron el fuero. Demanadaron, para levantarles el fuero, a los 10 compañeros de la junta directiva de Sintratelefonos, y todo ello porque hicieron una denuncia”.
Ahora, en su nuevo periodo como Alcalde quien viene a concretar la pretensión privatizadaora de Enrique Peñalosa es Jorge Castellanos, nuevo gerente de la empresa. Su prontuario como “eficiente” administrador de lo público, para transformarlo en particular, así lo evidencia. Pero también lo reafirman sus declaraciones en las cuales, a pesar de valorar las fortalezas de la Etb, reconociendo que posee en varios rubros los mejores equipos con que cuenta empresa alguna en el subcontinente, su única alternativa para “salvarse” de la quiebra es su venta o su alianza con un socio capitalista.
Afán de feriar lo público pues, supuestamente, lo privado es más eficiente. Numerosos ejemplos lo desvirtúan. Afán de venta para darle vía libre a las decenas de proyectos de encementar la ciudad por todos y cada uno de sus costados. Afán de negocio para potenciar otros negocios, donde los que ganan ya se sabe quienes son.
Contra esta lógica, a pesar de haberse dicho años atrás que la Etb no tenía futuro ni podría competir con las multinacionales del sector, la evidencia muestra lo contrario: la empresa es cada vez más robusta: de calcular su precio en 750 millones de dólares, una década después su precio ya lo multiplican por 4.
De ahí que ahora, ante tal afán privatizador, quede clara la misión de Sintrateléfonos en lo inmediato: oponerse a la venta de la Etb y lograr salvarla. Al respecto el líder sindical comenta: “Lo que puede salvar Etb es la unidad. Los trabajadores damos la pelea, las centrales obreras damos la pelea, pero lo que realmente puede salvar a la empresa son los bogotanos en general. Lo único que salva esta empresa es la ciudadanía movilizada, esa es la estrategia. Movilización para defender lo público, para impedir a toda costa la privatización de este bien, patrimonio histórico de quienes habitan esta ciudad”.
1 En 1997 el Concejo de Bogotá firmó el Acuerdo 21. Este acuerdo es recordado por transformar la empresa de Establecimiento Público Descentralizado (tal como había sido constituida mediante el acuerdo 72 de 1967) a Empresa de Servicios públicos del Orden Distrital bajo la forma jurídica de Sociedad por Acciones.
2 Dos de sus artículos pueden ser tenidos en cuenta para la reflexión: el artículo 5 (tope a la capitalización del distrito) “Capitalización. La Empresa deberá ser capitalizada exclusivamente mediante los aportes de inversionistas públicos hasta un máximo del 49 por ciento siempre y cuando sean entidades del orden distrital. Para constituir la sociedad y efectuar inversiones, quedan autorizados: el Distrito Capital de Santa Fe de Bogotá, como Entidad Territorial; sus establecimientos públicos descentralizados adscritos al mismo, y sus Empresas Industriales y Comerciales” y el Artículo 6 “La dirección y administración de la Empresa de Telecomunicaciones de Santa Fe de Bogotá, D.C. E.S.P – S.A. “E.T.B.”, estarán a cargo de la Asamblea de Accionistas y la Junta Directiva conformadas de acuerdo con la Ley y del representante legal de la sociedad, quien será nombrado por la Junta Directiva. De conformidad con el artículo 27, numeral 5, de la Ley 142 de 1994, se garantiza la continuidad en la gestión gerencial de la empresa transformada, según los principios que rigen la prestación de los servicios públicos domiciliarios y la Gestión Pública”.
3 http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-742643. 1 de febrero de 1998.
4 http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-754627. 5 de Marzo de 1998.
5 No obstante, vale la pena aclarar que la comparación de las cifras no tiene en cuenta el último trimestre de 2015, puesto que la presentación de resultados generales del año pasado no se encontraba disponible hasta la publicación de este artículo.
* Carlos Velásquez es un hombre maduro, un curtido líder sindical que habla con bastante vehemencia y propiedad sobre la situación afrontada por la Empresa durante los últimos veinte años. Lleva poco más de tres décadas desempeñando labores en la Etb, por la que parece sentir una compleja mixtura de sentimientos y gran preocupación por el futuro de la misma. Así lo dejó entrever en el transcurso de la entrevista concedida al periódico desdeabajo.
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