Todas las heridas, aun las más antiguas, manan sangre todavía…
A mitad de la jornada sin recreo
el país en alquiler
y la paz en hipoteca,
en la estirpe abajo
los condenados de la tierra
hombres y mujeres
/sus cunitas y cariños,
estamos como estamos:
detenidos, lentos, extraviados,
en la demanda vacante,
/aplazamiento,
de una segunda oportunidad
en la soledad y los destinos.
Calamidad, eclipse… por ahora
en la ilusión y arribo
de revolución sin retraso
/alivio y firmamento,
o de irrupción de un cambio decisivo.
Carencia amarga y costo
por culpa de omisiones,
y erradas decisiones que acarrean,
larga defensiva y despego con el pueblo
que postergan
/la inmediata alternativa.
Presente-porvenir en tranque,
al vaivén de apellidos repetidos
−en gobiernos iguales que transcurren−
cuyo solo nombre ampolla nuestras lenguas,
precavidas debieran las mascotas,
/cambiar de acera al verlos.
País ya no rural, antaño mayoría,
con historias de fragores y ataúdes:
en trasiego de cambuches y morrales, una
con arraigo desde el pleito
del I took Panamá del Roosevelt
/y las Bananeras en masacre,
de La Internacional, Estrella Roja
/a tiempo sin medida.
Con un anteayer afán y arrojo
de comandos y revólver clandestinos,
y apoyo anónimo en la ciudad perdido,
/roto gota a gota sin victoria.
Trayecto con percance de opinión
en la noción soñada de hada obrera,
principio eterno
/de un socialismo acaso,
empañado en su inicial ventana
con chiteados vidrios y reversos.
…el agua que limpia también mancha
delgadez de tallo
silla con la pata desprendida.
Intemperie agujereada
/de indiferencia, racha represiva
incontables paredones y despojos,
transversal de muerte oblicua cruza
las últimas tres generaciones,
en interminable búsqueda
por iguales todos en la vida.
Del estado de sitio y sufrimiento, una.
De irresuelta acumulación frustrada, otra,
todavía con rescoldos y húmedas raíces.
Cisne sin cuello
/Ícaro con alas desleídas
que tuvo el sueño en mano, pero…
quedó en vela con martirio,
sin erigir “gobierno en armas”, indecisa
en la trenza y estatura
/de un metálico viraje operativo.
(En contraste y fechoría: la hegemonía parió
paramilitarismo en escalada
/maleva contra-armada sin esquivo).
Travesía a hoy, con dolor hoguera y viento
larva, fermento de memoria y su depósito
en la ahora joven generación abrigo
/a terrones y desgaste de la Constitución 91.
Juventud atea o devota en atalaya,
sabedora de que la humildad sumisa copia
y el salmo asceta y ebrio
de perfección militante, aparta y seca.
Antes que un barniz de ideología y la reyerta
de aisladas versiones, dialectos y egoísmos,
es un resentir o altruismo original
el que exulta al joven a arriesgar la vida.
Panas y muchachas versadas en tropel furtivo
/y placer al conjuro de la noche,
musitando o con jadeos de amor libre
en furia loca y temblores en su cuerpo,
tallan El beso, Danaide y el eterno ídolo.
Muchachada en arrecho desafío,
acortar camino −escapatoria−
y colegiar verdades con formato diferente:
no repetir país y zurcir con puntada terminante
¡Democracia! ¡Libertad! ¡Identidad! y ¡Ciencia!
¡Lucha pública! ¡Patriotismo Matria!
que desordene los calendarios oficiales
y “desde la angustia de pensar” alce proyecto.
Colombia aparta de mí éste cáliz
turno y fe en un país distinto.
Ocasión de hallar remedio, regocijo
en la variante y suerte de un triunfo en breve
−día más largo en que ocurre todo−
o de anticipo en remonta concluyente,
del malestar a cuerpo pleno:
la perpetua e inmanente bronca
con oralidad y preñez de mayoría.
Colombia sobremuere zarza que no apaga. Con D al revés, Otra €emocracia es
posible La mayoría debe gobernar,
a pluralidad y tolerancia.
Paz tricolor que reverdezca trillos. La blanca paz política, dispone Mesas, mas “no sólo de paz vive el hambre” gritan
las paredes. “Paz jurídica” que calle a la derecha, nos exige ya: una iniciativa popular de firmas y Otra €emocracia en Campaña escalonada. Con “emplazamientos” y el fogueo feminiactivo itinerante que agrega en humanismo. Navío que sin Torre de Babel en el enlace, romperá fuente en día no lejos, si cada noche le susurra el secreto a la que sigue. Nacimiento ancho de “implosión” en breve y envidia para el continente. Coro de la cólera sin un lugar que se detenga, capaz de un acto inmenso: desfigura, refutación y roce en todo sitio pobre, de las prerrogativas del poder ejecutivo, 2018espejo-2019desenlace.
Campal acción motora-síntesis, forma superior del descontento. Palestra de un sujeto horizontal y colectivo.
Sueño que obliga a lumbre antes de llama:
/ensayo general y paso,
a la proporción geométrica en reclamos,
proliferar de desacatos largo, ancho.
Subida del volumen,
desamarre del instante y rayo
/del enfado juvenil irreductible.
Hazaña “generacional aglutinante”.
Bisectriz entre pasados y futuro,
atmósfera de identidad que falta en el armario
/del mosaico adolescente y núbil,
ese mármol travertino que cortado con cuchillo
/el aire vuelve duro.
Agotada la paciencia, “no es hora de callar”,
líquido alfil, en la diagonal más fuerte.
Deslinde a babor con una Ley que zafe,
a la sonámbula educación-pedagogía
/del control que las mutila y vicia.
Desdén y regateo último
con un universitario pliego
y el despertar temprano de las aulas bachilleres.
Canto de gallo en curvatura
/hasta territorio extenso, lejos
donde los jeeps y chivas levantan polvareda
y hay huellas de alpargate o sin zapatos.
Poseidón creador de rocas y el sacudo
/al país político y rutina,
no sólo con angostas atarrayas y tarimas
de oradores con oficio
/y cada grupo aparte,
−granizo y goterones escarlatas−
sin soldador de todos los fragmentos,
/añadidores de un difícil.
Silbido cercano al tumulto inexorable
muchedumbre con sus ríos profundos,
momento de retorno a los sagrados,
/de inventario y exorcismo
sin remiendos ni desagüe,
prodigio de los dioses habituales,
desde abajo, comunes y corrientes.
P.D. (Contenido en el instante, miércoles 23 de septiembre 2015…)
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