El Ministro que le tuerce el cuello a la realidad

Vivir de ilusiones, así podría resumirse otra de las características de los malos gobiernos, el de Iván Duque entre ellos, con un Minsalud que se tapa los ojos ante la realidad.

La experiencia global vivida con la pandemia por covid-19 a lo largo de más de dos años y que aún no concluye, ha servido en lo fundamental para revelar con contundencia, al retirar el velo de los ojos a la multitud, las situaciones que de tiempo atrás se viven de desigualdades e inequidades en materia económica, social, cultural, de género, laboral, alimentaria, entre otras.

Para el caso colombiano, en el tema de salud, reveló con mayor contundencia dos aspectos: la enorme debilidad de su sistema de salud, que bajo una orientación de mercado se encaminó principalmente a enfrentar a el covid-19 en sus fases críticas de la enfermedad y no en los procesos de promoción y prevención para cortar la cadena de trasmisión del virus; y de otro lado, volvió a demostrar lo que hace siglos sabemos: que son los sectores más empobrecidos, los subalternos, los más jodidos en sus condiciones de vida, los que más sufren las enfermedades y las muertes, es decir, que la enfermedad y la muerte no se distribuyen democráticamente, sino por condición de clase social.

Estos hechos están sustentados con los datos que el Dane publicó sobre los impactos diferenciados de la pandemia en el país. Llama la atención que sea esta agencia estadística, y no las agencias de salud (es decir el Ministerio de Salud o el Instituto Nacional de Salud), la que da cuenta de manera más detallada de esta situación.

Las cifras muestran desigualdades e injusticias

El Dane ha revelado que el covid-19 fue la primera causa de muerte en Colombia en el último periodo. En un informe del 14 de febrero sobre los nacimientos y defunciones que se reportaron durante el año 2021, parte del 2022 y el consolidado total del 2020, el Departamento de Estadísicas observó que durante el año 2021 ocurrieron 361.017 fallecimientos en el territorio nacional, de los cuales 204.155 fueron hombres, 156.787 del género femenino y 75 fueron de sexo indeterminado1.

El aspecto que resaltó esta institución gubernamental es que para 2021, tanto en hombres como en mujeres, la principal causa de muerte, con 52.648 defunciones (el 23,5% del total), fue el rubro resto de ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias, donde se incluyen las muertes causadas por covid-192.

A esta le siguieron los fallecimientos por enfermedades isquémicas del corazón (infartos cardiacos), con 23.588 defunciones (el 15%), las enfermedades cerebrovasculares, con 8.968 defunciones (el 5,7%) y otros tipos con 52.648 (el 33,6%), porcentaje que incluye las muertes por violencia (en 2021, el número de homicidios en hombres se incrementó un 4,3% con relación al mismo periodo de 2020) y por accidentes de tránsito (un total de 1.624 de fallecimiento con un incremento del 3,8% frente al mismo periodo en 2020).

Frente a los fallecimientos por covid-19, entre el 16 de marzo del 2020 hasta el 6 de marzo del 2022, se reportaron 138.511 defunciones, de acuerdo con los datos suministrados por el Ministerio de Salud, siendo el grupo de personas de 85 años y más quienes tuvieron el mayor número de fallecimientos por esta causa, con 20.2843.

Menciona el informe que “según grupo de edad quinquenal, para las defunciones por neumonía e influenza, las personas de 60 años y más, concentran el 76,9% por esta causa. Por covid sospechoso, las personas de 55 años y más concentran el 81,7% del total; por covid confirmado, este mismo grupo concentró el 82,5% del total, y los fallecimientos en menores de 20 años representan el 0,3% de Covid confirmado y el 1,2% para covid sospechoso”4.

De otro lado, el coletazo de la pandemia golpeó de manera severas en la vida de la población colombiana, principalmente en los sectores sociales de bajos niveles económicos, que además de ser los que más han sufrido el covid-19, y donde se concentra el mayor número de muertes por esta causa, han empeorado ostensiblemente sus condiciones de vida, dadas las circunstancias sociales y económicas impuestas por la pandemia. Asunto que también corrobora el Dane al indicar que la distribución de la mortalidad en el año 2021 por covid-19 en el país, se concentró en los estratos socioeconómicos 1 y 2 con el 61,5 por ciento, mientras que para los estratos 6 y 5 fue de solo del 3,4 por ciento del total nacional5.

El sistema de salud: centrado en la enfermedad, no en la salud

Sin duda, no es posible afirmar, como recientemente lo hizo el Ministro de Salud, que el Sistema que el dirige salió robustecido tras la pandemia6.

Los cerca de 140.000 muertos por covid-19 en Colombia7, es un indicador que interpela desde el dolor y el sufrimiento de quienes perdieron sus familiares, a la aseveración hecha por el ministro. Y la muerte de más de 350 trabajadores/as del sector de la salud por covid-198, habla de un sistema de salud indolente que no ha cuidado, ni ahora, ni antes, a sus trabajadoras y trabajadores que son la columna fundamental para su funcionamiento.

La experiencia pandémica demostró que tenemos un sistema de salud centrado en la atención a la enfermedad y no a evitar su aparición o cortar su trasmisión, asunto posible en las enfermedades de carácter infeccioso como es la producida por el coronavirus. Prioridad realzada porque el negocio está en atender la enfermedad, y más aún si es de alto costo, como los miles de casos atendidos en Unidades de Cuidados Intensivos. Evitar la aparición de la enfermedad, en este modelo biomédico y en este tipo de sistema de salud mercantil, no es negocio.

Un sistema por demás inequitativo, que no atendió a quienes principalmente lo necesitaron, por lo cual no puede sostenerse que “[…] respondió por los colombianos con equidad y acceso equilibrado”, como lo afirmó el ministro.

Enseñanzas para avanzar por otro camino

Las enseñanzas que deja la pandemia van en dos caminos: uno, hay que fortalecer los procesos comunitarios territoriales donde se expresó con claridad la solidaridad a través del cuidado, tanto actuando para que el virus no se trasmitiera, como cuidando a aquellos que se enfermaron recuperando saberes y prácticas populares en salud, que sin duda son valiosas. Dos, entender que si hay un sistema de salud de carácter mercantil su objetivo no es preservar la salud de las comunidades, sino lucrarse a partir de atender las enfermedades que sufren las personas y no evitar su aparición, razón por la cual se requiere un cambio de fondo del sistema de salud para que realmente tenga como eje central el cuidado de la salud y la vida, contando con los saberes científicos, pero también con los ancestrales y populares, para colocarlos al servicio de la gente y no del lucro particular.

1 El Espectador (febrero 14 de 2022). El Covid-19 fue la principal causa de muerte en 2021 en Colombia. https://www.elespectador.com/salud/el-covid-19-fue-la-principal-causa-de-muertes-en-2021-en-colombia-noticias-colombia/
2 Ídem.
3 www.minsalud.gov.co
4 El Espectador (febrero 14 de 2022).
5 DANE – Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2021). Estadísticas Vitales – EEVV. Defunciones por COVID-19 2 de marzo de 2020pr al 9 de mayo de 2021pr. Bogotá.
6 El Nuevo Siglo (marzo 30 de 2022). Sistema de salud salió robustecido tras pandemia: Minsalud. https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/03-30-2022-el-sistema-de-salud-salio-robustecido-de-la-pandemia-minsalud
7 http://www.ins.gov.co/Noticias/Paginas/Coronavirus.aspx
8 http://www.ins.gov.co/Noticias/Paginas/coronavirus-personal-salud.aspx

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Autor/a:
País: Colombia
Región: Suramérica
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