El paso del tiempo arruga más el Acuerdo de La Habana. Lo sacude, una reposición de las Farc desde hace 4 años que toma forma con Iván Lozada como vocero máximo. También le dicen Mordisco. Para muchos, es peor que bandolero: negando así o rebajándole el carácter político. A las nuevas Farc-Ep les atraganta que los llamen “Estado Mayor Central”, partícipes en una “paz total”. Sin que haya el dominio social de la lógica en los pasos a dar, la PAZ ofendida no será en mayúscula ni otra vez como premio y venia a un apellido.
…No se puede dudar en el medio de una guerra popular, Cabezón
–A vencer o morir, como dicen ustedes.
–¡Más bien que a vencer o morir!
–¿Y no pensaste qué pasa si no vencemos? ¿Estás seguro de que preferís morir?
–¡No, porque vamos a vencer!
–¿Y si no?
–¡Si no, nada, porque vamos a vencer, te digo!
Eduardo Sacheri.
Nosotros dos en la tormenta (novela)*.
Pendiente arriba en el anhelo de cambio, así haya dos Mesas de Diálogo: el Eln en una y las Farc-Ep en otra con una alta presencia local y afín muy alineada, no hay que equivocarse acerca del cuño y traba de “la situación general”. A todas luces, la mera elección del presidente Petro y su progresismo, no desalentó la lógica de “paz armada” y resistencia del Eln. Menos aún, la apuesta de las Farc-Ep por asociarse a una “crisis de poder”. Y falta ver, qué planea Iván Márquez en cuanto a los blancos y el modo operativo de la Segunda Marquetalia. En Colombia el rumbo popular vive un atraso en la «suma alternativa» y popular que anda dividida y sin una ‘conducción’ acogida de “mayoría activa”.
Con desmejora, del 7 de agosto/22 a hoy ha variado el retrato de la situación política, y el de la incidencia que tenían sus factores. No galopa con aumento, sino que rebaja la imagen, la gobernabilidad y la capacidad legislativa del Presidente, del gabinete y su bancada de tamaño reducido a título de “pacto histórico”. Sin perder de vista un lado favorable de la lucha, la posesión del presidente Petro inyectó un ánimo puntual: cada queja ciudadana sale pronto a sus esquinas y prorrumpe en las paradas que no tienen pavimento.
Destaca sí, a todas estas, que ni el Acuerdo de La Habana ni el triunfo del Presidente –no fue en “primera vuelta”– alcanzaron mayoría para hacer Constituyente y, tras el Acuerdo, las Farc quedaron descosidas con exiguos 57.000 votos. Pero hay más, en la desventaja de fuerza. Sumado al efecto negativo de los miles de secuestros de origen rebelde que hubo, hay otro espanto que acorta el eco social y de credibilidad por la Verdad: Eln, Farc-Ep y Segunda Marquetalia, se detestan y riñen a muerte entre ellos. ¿Fratricidas hasta cuándo, con un Caín cazando a Abel o un Abel cazando a Caín recíproco? Es el ala de un entorno que la subjetividad del activismo se niega a ver y a pronunciarse. Toda una carga que engrilla y encaja en un escenario donde la gran población de las grandes urbes, las capitales de departamento, la casi mayoría de los municipios y la ciudad pequeña, no tiene un motivo urgente, imperativo, por la PAZ.
En las tantas vueltas que va dando la confrontación violenta, desde el 3 de agosto el Eln y el Ejército pactaron un cese de fuegos por 6 meses sin un alto a las hostilidades y con un trecho exploratorio de la participación social a 2024, que tiene al frente 81 designados –para el Eln, ¿es una representación del “país deliberante”?. Plazo de meses, en el que la guerrilla espera “ver cómo le va a Petro”, según dice alguien cercano al Alto Comisionado. Un paso que sería ‘intermedio’ del Eln: antes que la firma ‘apresurada’ de un Acuerdo. Es un distinto proceder al de las desarmadas Farc, que le dio razones al reagrupamiento de 21 frentes en disidencia-permanencia. A la corta ¿o larga?, es nada menos que una «reconstrucción» de las Farc original. Con un relevo de mando con su chispa en el Frente 1, al mando de Néstor Gregorio Vera (Iván Lozada) Mordisco discrepante. Lacónico cuando declara, comanda un Secretariado de cinco (5) miembros que relanza a unas “Farc-EP” bajo la consigna Manuel Marulanda vive… ¿Hasta qué punto?
Es contrastable y es evidente, que desde su germen en las veredas Chicalá, Horizonte, Irco y el Cañón del Cambrín de Chaparral, Tolima, en los adentros de las Farc (1949/1950-2015-…) durante varias generaciones, se configuraron en contrapunto dos envases y modos de combate:
1. Antes: El de la generación de fundadores con fusiles Mauser, carabinas o Galil al hombro, que llegó hasta Marulanda, Cano, y Timochenko (Comandantes), cuyos desmovilizados por el Acuerdo de La Habana tienen un promedio de edad de 45 años.
2. Hoy: Una segunda camada guerrillera entre los 20 y los 60 años que creció en medio del peligro y el canto aturdido de los gallos por el fuego con visión nocturna, la metralla del helicóptero UH-60 Black Hawk, el tiro de los tanques Cascavel, Plasan, RG31 y, bajo el vuelo de inteligencia diario del Awacs gringo cruzando de nororiente a sur las cordilleras.
Algo lleva a pensar que Iván Lozada fuma Pielroja, rudo. Será porque a él le cae al dedo el epígrafe del argentino Sacheri, igual que al grueso de la nueva fase Farc-Ep. Son impermeables, requeteconvencidos en no tirar la toalla. Así, frente al polémico trayecto que va cuajando, hay mucho por preguntarle al Comandante Lozada, acerca de una Colombia distinta, con vida digna. El cuestionario no puede ser ligero, que facilite respuestas de bolsillo.
Omar Roberto Rodríguez (ORR.): ¿Cómo les cayó que el presidente Petro les lanzara un “no se puede hablar como revolucionarios y seguir como traquetos”?
Comandante: Iván Lozada (Cdte. IL.): …
ORR.: Al final, vino un alargue entre el 8 y el 16 de octubre para decretar un cese bilateral y temporal. ¿Qué pasó en Tibú entre las 10:00 a.m y la 1:00 de la tarde, díganos qué hicieron ustedes, hubo alguna coartada oficial?
Cdte. IL.: …
…Una explicación necesaria. Corría el mes de noviembre/23 cuando nos abordó un conocido activista quien nos explicó “ser miembro orgánico” de la disidencia-permanencia de las Farc-EP. El motivo: ofrecernos una entrevista mediante el envío de un cuestionario al Estado Mayor Central. Luego, explicaron la demora de su respuesta que no alcanzaba para la edición de diciembre. Tampoco para la de enero. Para el cierre de febrero, no hemos sabido más. En el ajetreo por la Paz, falta recorrer y conocer más a fondo a todos los actores del conflicto. Aquí con espacio limitado, publicamos el entorno de la entrevista que ellos conocieron de antemano como gesto y trasfondo de las preguntas. Las cuales, nuestros lectores podrán consultarlas en la edición digital www.desdeabajo.info.
* Alfaguara. (Conversan un guerrillero del ERP y otro de Montoneros, en Argentina.)
(Imprevisto: ¿asomó una generación de relevo en las Farc-ep? II)
ORR.-: En la separación con el Secretariado que dirigía Timochenko, ¿qué papel cumplieron y qué tesis de evaluación y perspectiva levantaron tanto Usted como Gentil Duarte?
―CIL.-:
(…)
ORR.: ¿Usted cree que el mero triunfo electoral y convencional no obtenido en la primera vuelta basta, es suficiente para considerarlo como «punto de inflexión», de ruptura con lo establecido. Punto en el que los imaginarios de la población y la disposición general de la situación cambian de tendencia?
―CIL.-:
ORR.: Todo indica que las Farc-Ep incentivaron y sacaron provecho orgánico del llamado “estallido social”. ¿En el desarrollo de la situación social, podría tener lugar, un revivir de las “primeras líneas” o el brote de uno o dos actores de calle, con más disparidad entre lo revolucionario y lo popular?
―CIL.-:
ORR.: ¿Considera usted que ya está maduro el momento de tensión, el momento de definición y desenlace revolucionario, tal como lo prevé la teoría estratégica general?
―CIL.-:
ORR.: Qué proyección hacen ustedes acerca de la próxima coyuntura. ¿Recuperará o cuál cifra marcará el Presidente en las encuestas?
―CIL.-:
ORR.: ¿En las elecciones locales por venir, el Presidente pondrá mayoría en las entidades regionales, y qué proporción pueden alcanzar cada una de las «tres vertientes» políticas del país que se suceden desde el 91 con tres presidentes en la Asamblea Constituyente?
―CIL.-:
ORR.: Será que el conservatismo, la “centro derecha”, la “derecha extrema”, y una “tercera generación” de paramilitares, ¿tienen capacidad de conjura y la ambición de hacer un golpe de estado. Esta reacción cuenta con espacio internacional y apoyo desde factores de Estados Unidos?
―CIL.-:
ORR.: Casi para terminar y a propósito de la figura de Acuerdo Nacional que flota en el ambiente político, ¿cómo mira usted Comandante Iván, que las Autodefensas-Clan del Golfo se arranche en reclamar un “reconocimiento del territorio que influyen” y no en aceptar un sometimiento?
―CIL.-:
ORR.: En el inmediato y en el corto plazo no está a la vista que las Farc-Ep y el Eln compartan una misma sala. Sin embargo, el enunciado o la Plataforrma que cada uno elabore en su Mesa de Diálogo y su rifirrafe con el Estado-Gobierno, ¿qué acercamiento y coordinación podría dar sorpresa a mediano trecho?
―CIL.-:
ORR.: Se da por sentado que las Farc-Ep avanzan teóricamente a sus miembros. Para asombro hasta de los amigos, va esta pregunta final: …las armas de la crítica no pueden, claro está, reemplazar la fuerza de las armas; la fuerza material debe ser derribada por otra fuerza material. Pero también la teoría se convierte en una fuerza material tan pronto prende en las masas. (Carlos Marx).¿Hoy, en Colombia, de esta premisa marxista cuáles elementos adhiere, cuáles lo ponen en duda y cuáles descarta?
―CIL.-:
Muchas gracias por sus respuestas.
En esta hora larga de su oportunidad, aun no le ha llegado el minuto a la PAZ. Vendrán más capítulos. Con la excepción del “tren de Aragua”, en el gobierno Petro no hay ningún grupo o banda armada que descarte o niegue la ocasión para adelantar un diálogo. Pero una apertura a secas, no es garantía ni seguro del éxito de la PAZ. Su acontecimiento necesita dejar de lado la improvisación sin derrotero, y la ligereza de suponer que las solas concesiones conducirán a un plural desarme. A trancazos y hasta ahora, desde el 16 de Octubre con las Farc-Ep/estado mayor central puja una Mesa tentativa. A la vez, más pregunta la gente “que para dónde va la vaina”. Así las cosas, cómo medir la situa… Cómo ver ¿si tiene arreglo? Responderlo obliga a tener muy claro, cuál es «la correlación de fuerzas».
Poniendo el pie sobre nuestra realidad, historia y tradiciones, cuál es la dimensión y ritmo de dicha correlación que «determina»: a. El signo de los convencimientos presentes en la sociedad, y de lo popular o lo revolucionario en las motivaciones de la gente. b. El objetivo estratégico-táctico próximo. c. Cuál es el campo que tiene la «iniciativa política» (el popular o el del poder). d. El sesgo “defensivo” u “ofensivo” de la coyuntura en curso. e. El carácter de la transición clara o confusa que acaece. f. La consigna central de movilización (cívica-ciudadana-popular o de los activismos) para ser gobierno y ser poder.
Aunque sea polémico, el dato que permite tantear la verdadera correlación política ¡es el de los números de la primera vuelta! Aspecto objetivo de lo institucional –que puede tener sorpresas, una vez estén edificadas desde las “condiciones subjetivas” de estado de ánimo, organización, conducción-sentido de los hechos, etc. Sobra decir que en los quince días entre una y otra vuelta, en la sociedad no se da de repente una revisión en la memoria ni un cambio cultural del Hombre Nuevo. Visto así, es relevante estar al tanto de cómo subsanar varias carencias, omisiones, fallas hasta ahora sin remedio, que debilitan y ponen en suspenso el impulso popular.
Atormenta notar que son carencias: i) la de un sujeto plural activo del cambio y del ejercicio de gobierno, ii) la de un Sistema de Información Alternativo reconocido –sin hegemonía vanguardista–, iii) el destiempo de las formaciones políticas y revolucionarias en ajustar y elaborar una línea estratégica y de táctica oportuna. Unas omisiones a las que no cabe relativizar. Inexistencias, sin contrapeso cualitativo, que la acción electoral no suple, Ante la inconsciencia y letargo en presentar de conjunto un enunciado de repensar autocrítico, bien difícil es entrever el arreglo de los baches enunciados.
La primera vuelta/2022 dejó en claro entonces, que en Colombía no existen: 1) ni una activa ´mayoría social real´ de gobernabilidad “de partido”, sin una coalición inicial 2) ni una polarización a dos, a lo ancho del sentimiento popular, En el caso de haberlas, sería una señal o indicio de la tensión superior del «momento» de definición y desenlace de la confrontación con la injusticia. Con características de excepción, en la esquina suroeste de la Nación, la composición orgánica de los activismos en armas parece equilibrar la capacidad de despliegue de las FF.AA.“Una de las regiones en guerra” la llama Camilo González Posso, encargado de la Mesa de Diálogo. La balanza en operaciones, el ‘frente a frente’ ¿llegó al punto en que la batalla irregular, los enfrentamientos armados ya no tiene reversa? Bajo la secuencia de sus detonaciones. la muerte de otros miles de gente humilde, y de uno que otro poderoso visto entre ojos, no tendrá escapatoria.
Como paráfrasis entre perfección y gestión de un gobierno del cambio “…se logra no cuando no hay nada más que añadir (a la gestión) sino cuando no hay nada más que quitar. Antoine de Saint-Exupéry
Suscríbase

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