Megalomanía humana

En esta hoja hay letras, están en sus manos o en la mesa -si las ha dejado allí. En este espacio de papel se encontrará con eso, letras, pedacitos del alma bella y corrompida de los seres de esta generación, un alma en la que no creemos ni sabemos si está, lo que sí hay son letras, no es su deber leerlas aunque ya las esté leyendo, no pretendo introducirle a nada, solo quiero que sepa que a continuación hay más letras.

En el teatro de una calle agnóstica se oye la música magistral de un clarinetista bogotano que tiene un tic en el ojo derecho, acompañado de Le Humane (antes Humano) que grita con su voz ni masculina ni femenina: ¡Señeres! ¡Seres!¡ Perros que asombrosamente aprendieron a leer y a comprar periódicos! ¡Humanes… y… usted!

Para su desconcierto una cucaracha se paró en un teclado, y bailando sobre él escribió esto, lo anterior y lo que sigue…

En ese sentido, me doy cuenta de que soy una cucaracha, sin conversiones kafkianas pues he nacido cucaracha. Las letras las ponemos en este espacio no por su calidad literaria (así que no pretendan clasificarlas, ni criticarlas), sino por el hecho de que las escribió una cucaracha, y no porque fuera una cucaracha, sino porque la cucaracha es ciega y Moderadamente Absurda.

Biografía

Tengo veintidós años,
A veces siento que he vivido.

Manifiesto mío y del que quiera unirse

Invocamos a la aristocracia del polo norte
Y la aceptamos como única autorizada
Para subyugarnos,

Apelamos a las armas de coco
Bañado en oro
Y el grito gutural
Del estómago hambriento

Volaremos con millones de bombas
Un carrito de helados
Como símbolo de acabar
Con la frialdad humana

Pelando los dientes más cariados
Y mirándolos a los ojos
Les diremos ¡Jamás! a los que sí
Y ¡Tampoco! a los que no
No queremos cambiar el mundo
Sino quitarle los ropajes.
Cuando esté muerto de frío
Le pasearemos nuestras cajetillas
Hasta que por fin decida acabar su amazonas
Fumándose el arte creado

Si es necesario sacaremos la sal del mar
Para bañarnos en aguas dulces,
Llenas de glucosa y sudores salados

Después de incomprendidos
Pondremos el cielo de cabeza
Por ver la dulce sonrisa
De una tímida mujer
Con las tetas rompiendo el viento…

Y la cordura

Mis creencias:

No quiero desperdiciar papel

Dexpresamiento

(La palabra no existe para la RAE, sin embargo puede que usted tampoco)

Intentando expresar, decir,
No reproducir.
Intentando decir lo que se es
O lo que se pretende ser

Hoy estruendosamente digo
Que divido a los seres humanos en dos:
Los que se asumen libres,
Y los que mucha libertad expresan.
Quienes no tienen nada que ver con la libertad
No son humanos

Digo también que es inhumano
Bajarse por la puerta de atrás,
Es inhumano ser la defecación de una máquina

Digo que no se fije en las manchas de la cortina
Y mejor quítela para ver lo que está fuera

No duerma lo que le toque
Sino lo que le dé la gana,
O sea cuan infeliz quiera ser,
Vomite las lagañas que se aparean en su cerebro
Y escarbe en el ombligo sucio de sus pensamientos
Y grite que no quiere ser humano
¡Grite!
Cuando su voz se canse
Láncese a nadar en el silencio
Y espere el momento con ansias
Para derribar a los bolardos oyentes

Ruéguele a dios porque él exista
Y si no recibe respuesta
Orine a un cura
Y róbese una banca de la iglesia.
Desbarátela para hacer un avión

Lo más probable es que el avión no vuele,
En ese momento entenderá
Lo inútil de sus plegarias.

Deseo

Que el
Producto
De mi esperma
Solo se encierre
Durante
Nueve meses

Cansadas, las teclas y yo, terminamos por asumir la existencia, cuántas cucarachas habremos escrito esto. Bienvenidos al fin del mundo, mi mundo, el de estas letras. Si su mundo es una página no se deje borrar por nada del mundo, cante y baile sobre las teclas de la historia.

El clarinetista para y Le Humane calla, esperan la próxima vez usar sus medios, sus manos, sin que se atraviese ninguna cucaracha.