En Bogotá, en las instalaciones del Hospital San Juan de Todos1 el 26 y 27 de junio, sesionó la Pre-cumbre urbana con la participación de diferentes organizaciones sociales de esta ciudad, así como de municipios circunvecinos. Su propósito: unir fuerzas entre sectores y organizaciones populares para defender no sólo el derecho a la ciudad, sino también sus condiciones de dignidad.
En la actualidad, las ciudades concentran por primera vez en la historia de la humanidad, más de la mitad de la población mundial. Históricamente el suelo urbano era receptor de los flujos migratorios, pero esta característica está cambiando a todo lo contrario, agudizando un modelo de expulsión. Las difíciles situaciones de las mayorías citadinas populares excluídas en la periferia urbana, donde la pobreza y la falta de oportunidades es una realidad diaria, evidencian unas minorías privilegiadas que pretenden imponer que el derecho a permanecer en la ciudad ya no es de todos.
Sesiones y opiniones
Concitados por estas preocupaciones, y otras muchas que laten en la cotidianidad de los pobladores urbanos, respondieron a esta invitación un aproximado de 300 personas, para buscar convergencias diferentes entre los procesos sociales y comunitarios (organizaciones barriales, juveniles, grupos estudiantiles, madres comunitarias, ambientalistas, comunales y demás activistas), no sólo de distintas localidades de Bogotá sino también de los municipios de Chía, Cajicá, Madrid y Soacha que padecen el crecimiento desaforado de la capital del país, crecimiento que desplazó a sus territorios las problemáticas ambientales, de vivienda, de transporte, etcétera, anexas de unas lógicas de organización del territorio que el capital impone.
Primer día de sesiones. Las exposiciones e intercambios trataron sobre la memoria de la lucha urbana. Inicialmente las experiencias significativas en Bogotá, como Asamblea Sur, Mesa de Cerros Orientales, Coordinadora Cívico Popular de Ciudad Bolívar y Encuentro Popular Sabana. Posteriormente continuaron la jornada con mesas temáticas, como: ambiental, vivienda, servicios públicos, trabajo, derechos humanos, juvenil, entre otros, pero todos en la lógica de las luchas sociales acaecidas durante los últimos veinte años.
Segundo día. Después de un balance sobre las tres últimas alcaldías que han regido el destino de la ciudad, fue establecida una ruta de trabajo para la Cumbre por realizarse a final del presente año.
Para el veterano ambientalista José Joaquín Castro, de la Corporación vida río Fucha, con 20 años de la labor entorno a la recuperación de esta fuente de agua y de concientización ecológica, la brega deber ser por un modelo alternativo de ciudad-región, con mayor armonía con el ambiente. Por eso para él, lo llamativo es el intercambio de experiencias y propuestas para continuar los procesos de escuela popular. En opinión del sociólogo Alexis Casallas, la pre Cumbre es un espacio de reconocimiento para compartir experiencias de lucha y organización, para poder construir un horizonte conjunto por una vida digna en la ciudad, lo que nos debe permitir llegar a resaltar en la agenda nacional los temas de ciudad.
Para Margarita y Rosita, dos guardianas del San Juan, que permanecen en pie de lucha, luego que el Estado en el 2001 liquidara el Hospital –adeudando salarios y pensiones a cerca de 3.000 trabajadores–, además de sus preocupaciones por hacer respetar sus derechos como trabajadores de este centro de salud, ven en la pre-Cumbre un intento por recoger lo que piensan y realizan distintos procesos sociales en al ciudad. Para ellas, efectuar este evento en el San Juan, conlleva su inclusión dentro de la agenda por la lucha al derecho a la ciudad. Este es un valor agregado, y la alegría por su acogida es palpable entre los concurrentes.
La tarea continúa para lograr que la Cumbre recoja los conflictos presentes y luchas realizadas afrontadas en distintas partes de nuestras ciudades, pero identificando puntos comunes de trabajo. La propuesta es realizar una carta2 a toda la opinión pública capitalina sobre el derecho a la ciudad.
El camino para movilizar a las grandes mayorías, que no acceden dignamente a la ciudad, es largo. Debe quedar claro que vamos construyendo colectivamente pues, como en el caso del antiguo Hospital (rebautizado por el liderazgo social como San Juan de Todos), la ciudad también debe ser del conjunto social.
1 Hospital San Juan de Dios: ícono histórico de la ciudad, que con sus 450 años se resiste a morir a pesar de la exclusión de los gobiernos nacionales que no asumen su responsabilidad en mantener toda esta infraestructura para el desarrollo y bienestar público. Al adentrase al complejo de edificaciones que lo integran, por rutas conectadas por grandes prados y amplios jardines, puede observarse como conserva su arquitectura imponente y digna de admiración, pese al vejamen impuesto por el Estado.
2 A partir del libro del francés Henri Lefebvre, “El derecho a la ciudad” (1968), que propone rescatar al ser humano como elemento principal, protagonista de la ciudad que él mismo ha construido, haciendo de la misma un escenario de encuentro para la construcción de la vida colectiva. Para su elaboración se tiene como referencia la carta construida en México en el año 2000.
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