El multimillonario Elon Musk no tenía suficiente con controlar la red social X (antiguo Twitter). También necesitaba llevarse un trozo del pastel del recién surgido –y cada vez más competitivo– mercado de las inteligencias artificiales. Y lo iba a hacer de una forma u otra. El magnate ha lanzado un nuevo sistema de inteligencia artificial, bautizado como Grok-3, y desarrollado por su empresa xAI.
El magnate estadounidense y asesor de la Administración Trump ha asegurado este lunes que, si todo marcha según lo previsto, este nuevo sistema de inteligencia artificial se unirá a Optimus -los robots humanoides desarrollados por su empresa Tesla- y a los cohetes Starship de su empresa SpaceX para llegar a Marte.
Su primera opción fue comprar OpenAI
El lanzamiento de Grok-3 se produce días después de que OpenAI –empresa líder en el mercado de las inteligencias artificiales y responsable de ChatGPT– rechazara la oferta de compra de Musk. Recientemente, la entidad sin ánimo de lucro que la dirige había anunciado su intención de transformarse parcialmente en una empresa comercial.
A raíz de esto, Musk ofreció 97.400 millones de dólares (unos 92.800 millones de euros), supuestamente para evitar la conversión de OpenAI en una empresa con ánimo de lucro.
Sam Altman, consejero delegado de la entidad, rechazó la oferta de Musk a través de X, con un mensaje escueto y sarcástico: “No, gracias, pero compraremos Twitter por 9.740 millones si tú quieres”. El presidente de OpenAI, Bret Taylor, ratificó la decisión, afirmando que “no está a la venta”.
Elon Musk fue uno de los fundadores de OpenAI junto a Saltman, cuando la compañía fue creada en 2015. Sin embargo, más tarde se separó de la compañía y, con el éxito de ChatGPT, afirmó que estas tecnologías suponen un camino peligroso para la humanidad. Hasta ahora.
La irrupción de China en el mercado
A finales de enero, Silicon Valley presenció el aterrizaje de DeepSeek, una empresa china que adelantaba por la derecha a las inteligencias artificiales generativas ya existentes. La compañía asiática presentaba un modelo que demandaba menos electricidad y ofrecía mayor accesibilidad.
DeepSeek provocó un cataclismo en la Bolsa. Nvidia, líder entre las altas tecnologías, perdió en apenas una semana casi 600.000 millones de dólares de capitalización, dejándose un 16,9% en Wall Street. Las pérdidas alcanzaron también a otras empresas, como Microsoft, Meta, AMD, ASML, Dell Technologies o Alphabet (la matriz de Google), entre otras.
18/02/2025
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