Reproducimos a continuación, para el interés de nuestras y nuestros lectores, el artículo publicado en el sitio Comunistas Cuba sobre las protestas de este domingo en Santiago de Cuba, que se extendió a otras ciudades.
Lunes 18 de marzo
Cientos de obreros de la segunda ciudad de importancia en Cuba han salido a protestar llevando consignas básicas: “Corriente y Comida” y “Tenemos hambre”. Doce horas diarias sin electricidad, el pan que vende el Estado de manera racionada solo para menores de 13 años y muchas veces ninguno.
El gobierno ha dejado la venta de pan al sector privado quien importa harina del extranjero: se desentiende así de las responsabilidades que tiene un Estado obrero. Lo mismo sucede con el resto de los alimentos: el sector privado capitaliza la venta y el Estado se retira, recortando de manera peculiar los beneficios a la clase trabajadora.
Las protestas comenzaron en las zonas más humildes de Santiago de Cuba: obreros, desocupados, todos afrodescendientes: el sector social que a pesar de décadas de construcción del socialismo continúa siendo relegado: los principales barrios obreros de Cuba están compuestos mayormente por afrodescendientes. Los blancos racistas los califican de vagos. Los afrodescendientes luchan por sus derechos, ya sea un intelectual, ya sea el obrero en la calle.
Estas protestas, espontáneas como las del 11 de julio de 2021 y todas las de 2022, no tienen más orientación política que la protesta reivindicativa, y ninguna organización opositora cubana asume haberlas organizado. También el estallido de la revolución que depuso al zar de Rusia en febrero-marzo de 1917 comenzó con las mujeres de Petrogrado exigiendo un mendrugo de pan negro y no eran dirigidas por ninguno de los partidos socialistas del momento.
Es cierto que en los países del mal llamado Campo Socialista del Este Europeo las protestas contra la burocracia devino en la restauración capitalista, pero también es cierto que esto sucedió por la falta de una conducción revolucionaria. Ponerse al lado del camino porque no hay una organización revolucionaria dirigiendo a la clase trabajadora cubana en sus protestas es una traición misma a la clase trabajadora.
La burocracia cubana ha tomado irreversiblemente el camino a la restauración capitalista. Los recortes de su nuevo paquetazo hacen que se debilite aún más. Pierde constantemente legitimidad al punto de que el 24 de enero el presidente cubano ordenó a los cuadros del PCC que convenciera a las bases el porqué del paquetazo: el hambre no se explica, menos aún la pueden explicar quienes imponen el hambre desde lujosos palacios.
Los manifestantes fueron a la sede del PCC donde, desde el techo, los representantes del gobierno intentaban calmarlos. Poco después, la electricidad volvió y ha comenzado la venta de alimentos en la ciudad. Santiago fue la ciudad donde comenzó la revolución cubana. Santiago puede ser otra vez el motor de la definitiva revolución socialista.
(Al terminar de publicarse esta nota, recibimos la información de que las protestas también se habían extendido a la ciudad de Bayamo).
El gobierno de la isla acusó a Washington de fomentar las protestas del domingo
Cuba convocó al encargado de negocios de la embajada de EE.UU.
El presidente Miguel Díaz-Canel responsabilizó de la grave crisis energética del país al largo bloqueo económico.
Tomado de Página12
El encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en La Habana, Benjamín Ziff, fue convocado este lunes a la cancillería por la “conducta injerencista” de Washington durante las protestas por los apagones y la escasez de alimentos registradas el domingo en Santiago de Cuba. En un comunicado Cuba responsabilizó de la grave crisis del país a las sanciones estadounidenses, que calificó de “guerra económica despiadada” apoyada por medios de comunicación internacionales.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, “trasladó formalmente” a Ziff “el firme rechazo a la conducta injerencista y los mensajes calumniosos del gobierno estadounidense y su embajada en Cuba ante asuntos internos de la realidad cubana”. El llamado de atención al diplomático estadounidense ocurre luego de que cientos de personas salieran a protestar en Santiago de Cuba, en el este de la isla y la segunda ciudad más importante del país con 510 mil habitantes, por los apagones de hasta 13 horas diarios.
Washington aseguró que esas protestas “reflejan una “situación desesperada” y consideró “absurda” la acusación de que está detrás de las manifestaciones, según dijo este lunes el vocero del departamento de Estado, Vedant Patel. Más tarde el encargado del Departamento de Estado para América latina, Brian Nichols, dijo que Estados Unidos “apoya al pueblo cubano en el ejercicio de su derecho a reunirse pacíficamente”.
Nichols opinó además que “el gobierno cubano no podrá satisfacer las necesidades de su pueblo hasta que adopte la democracia y el Estado de derecho y respete los derechos de los ciudadanos”. La embajada estadounidense en Cuba dijo que tenía reportes de “protestas pacíficas” en Santiago de Cuba y en la ciudad de Bayamo, en la vecina provincia de Granma y otros lugares de la isla.
“Responsabilidad directa” de EE.UU.
El viceministro Fernández de Cossío señaló a Ziff “la responsabilidad directa” de Washington “ante la difícil situación económica por la que atraviesa Cuba en estos momentos, bajo el peso e impacto del bloqueo económico diseñado para destruir la capacidad económica del país”. Estados Unidos mantiene un embargo económico contra la isla desde hace más de seis décadas, reforzado en los últimos años, primero bajo el mandato de Donald Trump (2017-2021) y continuado por su sucesor Joe Biden.
“Si el gobierno de los Estados Unidos tuviera una preocupación mínima y honesta sobre el bienestar de la población cubana, sacaría a Cuba de la lista arbitraria de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo”, advierte el comunicado de la cancillería cubana. Washington volvió a incluir en 2021 a Cuba en su lista negra de patrocinadores del terrorismo, una medida que obstaculiza las transacciones comerciales de la isla e inversiones.
Este lunes por la mañana el presidente Miguel Díaz-Canel dijo en X: “Políticos mediocres y terroristas en redes se alinearon desde el sur de la Florida para calentar las calles de Cuba con mensajes injerencistas y convocatorias al caos. Se quedaron con las ganas”, escribió en redes sociales. “No nos cansaremos de pelear contra el bloqueo genocida ni de explicarle al pueblo las causas de los problemas y los esfuerzos del gobierno para sacar adelante la economía”, agregó Díaz-Canel.
El gobierno de Nicaragua expresó este lunes su apoyo al de Cuba. En un documento dirigido al líder cubano Raúl Castro y al presidente Miguel Díaz-Canel, su par nicaragüense Daniel Ortega dijo que confía en que “con la fuerza de ese gran pueblo y el Dios de todos los triunfos, la historia de honrosa valentía frente al atrevimiento inmoral de los Imperialistas de la Tierra, continuará brillando”. Ortega dijo que seguirá escribiendo “nuevas páginas de trascendencia ejemplar de los desafíos impuestos, mostrando una vez más el espíritu indoblegable de Fidel, de Raúl, de Miguel, y de esa invencible revolución cubana”.
Desde principios de marzo Cuba enfrenta una nueva racha de cortes de electricidad por los trabajos de mantenimiento que se realizan a la planta termoeléctrica Antonio Guiteras, la más importante de la isla y ubicada en Matanzas. Este fin de semana los cortes de luz se agudizaron por la escasez de combustible, necesario para alimentar las demás termoeléctricas.
Las autoridades informaron el sábado que el país estaba “afectado completamente” por los apagones, incluida la capital, sin llegar a un corte de energía generalizado. En 2022 Cuba experimentó apagones casi cotidianos que provocaron brotes de protesta social. La manifestación del domingo es la mayor ocurrida desde entonces. La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y errores endógenos en las políticas económica y monetaria agravaron en los últimos tres años los problemas estructurales del sistema cubano.
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