Andresito, charrúas, guaraníes y la Independencia
El cacique Andrés Guazurary, junto a un grupo de guaraníes, se presentó ante el general José Artigas. El encuentro fue positivo para los dos. Como Artigas ya tenía a los charrúas como incondicionales, su empatía fue inmediata y comenzaron a llamarse recíprocamente padre e hijo. Andresito tomó el apellido de Artigas, estableciendo una relación de amistad, cariño y respeto, y conviene señalar que hubo numerosos caciques guaraníes o charrúas que también llevaron el apellido Artigas. Además, le tenía gran afecto a su hijo legítimo con una charrúa, el caciquillo Manuel, que luchó con él durante sus campañas.
Andresito estuvo acompañando a Artigas desde el 15 de junio de 1811. En septiembre de 1812, fue nombrado sargento de Blandengues, un cuerpo de caballería que por momentos actuaba a pie, y en otros a caballos. Sus integrantes tenían un conocimiento profundo del terreno y un valor que bordeaba la locura.
La táctica artiguista consistía en utilizar operaciones de montoneras y sólo atacar en condiciones favorables. “El 26 de febrero de 1813, el general José Artigas, con 4.600 hombres, se incorporó al segundo sitio de la plaza de Montevideo. Entre los combatientes estaban las tropas misioneras bajo el comando del sargento Andrés, como comenzaba a destacarse en los campos de batalla”. En 1814, Andresito fue nombrado ciudadano y capitán de Blandengues orientales por el general José Gervasio Artigas.
El comandante Andresito realizó siete campañas entre 1815 y 1819. Entre triunfos y derrotas, logró preservar el territorio de las provincias de Corrientes y Misiones de las pretensiones de los gobernantes paraguayos y portugueses. A comienzos de 1815, Andresito tomó posesión de su cargo y partió de Purificación, acompañado por su capellán y segundo jefe, fray Leonardo Acevedo, además del auxiliar capitán Manuel Miño, español republicano, junto con un grupo de 80 hombres y milicianos indígenas que habían luchado con Artigas. Es su primera campaña, avanzaron y recuperaron los pueblos que respondían a Buenos Aires, integrando los pueblos de Concepción, Santa María la Mayor, San Javier, Santos Mártires, San José, San Carlos y Apóstoles a la Liga de los Pueblos Libres. En cada pueblo misionero recuperado entregó los cargos del cabildo a los naturales, que fueron ejemplo democrático como institución político-administrativa.
La Liga de los Pueblos Libres estaba conformada por las provincias de Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Banda Oriental y Misiones, y cada vez se iba adhiriendo más gente a su causa y se convirtieron en un peligro para los porteños. El 27 de mayo de 1819, Artigas informa sobre las intenciones de Buenos Aires de destruir la Liga.
Durante la Campaña del río Ibicuy, el 6 junio de 1819, se da la batalla de Itacurubi, donde Andresito cae herido e indica a sus hombres que se dispersen. En un intento por no ser capturado por los portugueses, decide, junto a siete hombre y su asistente, cruzar el río y reagruparse en la otra orilla del Uruguay. El 19 de junio llega al Paso de San Isidro y ve su salvación en Santo Tomé. Construyen una jangada para cruzar el río, y entonces es rodeado por un grupo de 15 portugueses. Andresito es apresado y conducido a pie hasta llegar a Porto Alegre.
El 30 de septiembre fue trasladado a Rio de Janeiro. En 1820, en varios oficios se solicitaba la liberación de los patriotas presos, entre ellos Andresito. El 16 de junio se preparan para retornar. Sin embargo, al descender de cubierta, Andresito se ve involucrado en una pelea con unos marinos ingleses y es regresado a prisión. De allí en adelante se desconoce su destino. Nunca se supo cómo ni cuándo murió.
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